Momentos antes del acto, el expresidente Lula recibió como regalo una camiseta del Cádiz C.F. de manos de la alcaldesa. :: FRANCIS JIMÉNEZ
CÁDIZ

«Este premio no lleva mi nombre, sino el del pueblo brasileño que ejercitó la democracia»

Lula da Silva recibió ayer el galardón Libertad Cortes de Cádiz por su lucha contra la pobreza y la exclusión social

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Muito obrigado. Así se sintió ayer el expresidente de Brasil, Luiz Inásio Lula da Silva tras recibir el premio Libertad Cortes de Cádiz en la Casa de Iberoamérica. El ex dirigente aprovechó su visita a Europa para acercarse hasta el sur de España y recibir esta distinción, especial como aseguró, por formar parte de los actos conmemorativos del Bicentenario de la Constitución de 1812. Una Carta Magna que, como afirmó, fue importante porque «proclamó la necesidad de la división de poderes y fue luz en un extenso proceso de democracia».

Fue un largo discurso de agradecimiento el que ofreció ayer el expresidente brasileño y en el que ahondó en el resurgir de su país. «En estos últimos 8 años, Brasil ha hecho una verdadera revolución económica y social de manera pacífica», anunció. La base de esta revolución, es gobernar el país con el espíritu de una madre, «ocupándose sobre todo del más pobre y necesitado» porque al fin y al cabo «el rico no necesita un gobierno». Y así lo hizo él durante sus dos mandatos, o al menos eso asegura. Ahora Brasil «está llegando a la madurez política y avanza en la democracia». Tanto es así que Lula señaló que «no conoce otro momento de ningún país en el que una ciudad esté tan llamada a practicar la democracia». El secreto, según desveló, fue la celebración de diferentes conferencias a niveles locales, regionales y estatales en las que obreros, empresarios y expertos debatieron sobre el futuro del país y mostraron las cuestiones en las que estaban en desacuerdo con el gobierno. Esto les permitió, que tras el auge económico de 2008, «todos hablaran de la crisis en estas conferencias», a diferencia de Europa o Estados Unidos.

La crisis no se olvida

Desde que hace tres meses Lula Da Silva dejara de ser el presidente de Brasil, se ha dedicado a dar conferencias sobre las políticas de inclusión social desarrolladas bajo su mandato. Durante su discurso de agradecimiento, Lula no pudo desprenderse de su lado de conferenciante y abordó la situación de crisis económica que se vive en todo el mundo. El brasileño incidió en que esta crisis «no es culpa de los gobernantes que han tenido la valentía de inspeccionar sus estados financieros, si no de los que dejaron a los bancos financiar la especulación». Lula lamentó que países como España y Portugal, a los que le une una histórica relación, «estén viviendo momentos como éstos».

Aún así, hizo un llamamiento para que, pese a los momentos actuales, la democracia venga acompañada de la garantía de los derechos humanos y esté al lado de los más desfavorecidos, eso sí, «sin paternalismo» alguno.

Así lo hicieron en Brasil, hecho del que Lula se siente tremendamente «orgulloso». «En los últimos 8 años hemos generado 15 millones de puestos de trabajo», explicó. La base de este éxito, «dejar atrás el pasado y el escepticismo y volver a creer en uno mismo gracias al movimiento popular». Fruto de este espíritu fue la capacidad que demostraron para sacar a 28 millones de personas de la pobreza, rescatar gran parte de la deuda internacional que arrastraba el país y emprender la línea de trabajo que les llevará en 2016 a ser la quinta potencia mundial sin dejar de dar «un salto cualitativo en pro de la justicia social».

Lula mencionó algunas de las recetas que les han llevado a esta revolución económica y social como son el programa Luz para Todos y la inversión educativa a pesar de que ambas propuestas han sido tildadas de «paternalistas y de limosnas». «En noviembre de 2003 pusimos en marcha una iniciativa a través de la cual llevamos la electricidad a 13,4 millones de personas». Muchas de ellas vivían al lado de instalaciones eléctricas y de torres de alta tensión «pero no tenían luz en sus casas y lo hicimos posible». La llegada de la luz fue un revulsivo económico ya que familias que hasta ese mismo momento habían habitado en la oscuridad compraron más de dos millones de televisores, neveras y radios. «Al final todo el dinero se reinvirtió en el propio país».

En cuanto al ámbito educativo señaló que ha sido uno de los pilares básicos del progreso en Brasil. Es más, Lula reconoció que a pesar de ser el único presidente que no asistió a la universidad es el que más universidades ha creado.

Políticas en pro de todos

Políticas como éstas son las que destacó el jurado de la tercera edición del premio Cádiz Libertad. Ellos valoraron «su labor constante contra la pobreza y la exclusión social y su trabajo para extender esa labor de paz y justicia a toda Iberoamérica». Igualmente, reconocieron «su liderazgo en todo el continente para impulsar el cambio en su país natal y servir al mismo tiempo de ejemplo a otras naciones, demostrando que el mal de la desigualdad sí tiene cura». Pero ayer Lula quiso ser humilde y modesto. «Este premio no es mío, sino del pueblo brasileño que supo ejercitar la democracia», señaló casi al final de su intervención.

Antes que él habló el secretario general Iberoamericano, Enrique Iglesias, quien destacó de Lula que su vida ha sido «un compromiso con la libertad». Para Iglesias uno de los grandes logros del ex presidente de Brasil ha sido el de dar esperanzas y optimismo a la gente joven y «su lucha por América Latina más allá de las democracias».

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, quien hizo entrega del premio, recordó que hace escasamente un mes, la Casa de Iberoamérica fue el escenario de la entrega de 9 galardones a personas que han destacado por su excelencia en distintos ámbitos, desde la medicina, hasta la literatura pasando por la investigación y la innovación. Ayer fue el día de Luiz Inásio Lula da Silva y de su labor «que le ha dado la oportunidad de mostrarse como adalid de las libertades». Martínez quiso recordar a las palabras de Lula cuando le hicieron entrega del premio Quijote de La Mancha: «Valor e idealismo son ingredientes fundamentales de nuestra vida a los que no podemos renunciar».

Una lucha constante

Para la alcaldesa no fue fácil resumir la labor del ex representante brasileño en pocas palabras. «Ha luchado contra la pobreza, el hambre y no sólo con su pueblo si no también a nivel internacional llevando a esta esfera sus políticas de cooperativa». Martínez aseguró que es «un ejemplo de la lucha contra la desigualdad y esfuerzo para que un país crezca unido con el objetivo común de ser iguales».

Con la entrega de este premio Libertad Cortes de Cádiz, la alcaldesa destacó que se ha reabierto la ruta que a los gaditanos llevaba y traía desde Iberoamérica. No sólo a los nacidos en Cádiz también a los originarios del otro lado del Atlántico que «dejaron todo, sortearon ejércitos y surcaron mares para venir a una ciudad sitiada para entonar el hermoso canto de la libertad». «Nadie puede obviar que la Constitución de 1812 fue la llave que abrió la luz a la gruesa puerta del absolutismo y permitió descubrir la libertad y la responsabilidad de una sociedad soberana».

Luiz Inásio Lula da Silva volverá hoy a Brasil, «un poco mejor que como llegué a España», agradecido «porque es importante que personas que no te conozcan premien una labor, la labor de las políticas públicas al servicio de todos».