Retrato de Guido Dingwall-Williams cuando tenía veinte y tres años. : LA VOZ
EL PERFIL

Guido Dingwall-Williams y La Barrosa

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Muchos de los miembros de la familia Williams han estado ligados bastante tiempo a la historia de La Barrosa, especialmente Guido Dingwall-Williams desde que adquirió gran parte de los terrenos de La Barrosa, hoy totalmente urbanizados.

Nació en Jerez de Frontera en 1889, hijos de los ingleses Alexander Dingwall-Williams y Amy Humbert, que se conocieron casualmente en esta ciudad. Sus primeros estudios los realizó en un internado de Inglaterra. Ya en 1911 su padre, que dirigía la bodega familiar Williams Humbert, lo requiere en Jerez, para trabajar en el negocio familiar. En 1914 participa en la primera guerra mundial, y ya siendo capitán fue herido con una bala en el pecho que atravesó le el pulmón, dejándole como secuela el asma que padecería durante toda su vida.

Al finalizar la guerra y tras haber trabajado en la Embajada Británica, se reincorporó al negocio familiar y ocupa el cargo de viceconsúl británico, hasta su fallecimiento.

En 1921 se casa con Nina Milward, con la que tiene una única hija, Anne Cristinne Williams, que se casaría con Beltrán Domecq González.

Guido siempre destacó entre los miembros de la familia por su cultura, le encantaba la música, la pintura y el arte.

Hacía 1940 adquiere una gran parte del pinar de la Barrosa en Chiclana que le compra a William Riddell y su mujer Violeta Buck. De ahí que una de las urbanizaciones de la Barrosa se llame 'Doña Violeta', por encontrarse allí antiguamente Villa Violeta, haciendo honor a la anterior dueña Violeta Buck, gran aficionada a la arqueología, la cual compró también el castillo de Arcos. Violeta Buck era la tía de Dagmar Dingwall-Williams, marquesa de Tamarón.

Williams, como buen inglés, y gran amante de La Barrosa, a la que le tenía un gran cariño y en la que pasaba grandes temporadas con su mujer , su hija y sus nietos, coleccionó a lo largo de su vida todo lo que estuviera relacionado con la famosa batalla de La Barrosa del 5 de marzo de 1811. Su colección abarca desde grabados, pinturas, libros y medallas, hoy conservados íntegramente por su nieto Beltrán Domecq Williams y constituyendo la colección más completa, que se conoce en la zona sobre la Batalla, por no decir la única.

La familia, desde 1946 hasta el fallecimiento del patriarca, celebraba con amigos ingleses y españoles la batalla de La Barrosa. Entre ellos solía acudir el gobernador de Gibraltar o Jame y Carmen Fraser Luckie junto a algunos amigos franceses.

La Batalla de La Barrosa, (5-3-1811), fue un intento hispano-británico de romper el cerco francés a Cádiz malogrado entre otras razones, por el mal comportamiento del mando español, particularmente el general La Peña, que abandonó a las fuerzas británicas, muy inferiores en número, frente a la ofensiva napoleónica. Este año su nieto Beltrán Domecq con la ayuda de su mujer Nhean Haynes, ha retomado la tradición familiar y en el día de ayer se reunieron con otros miembros de la familia en la Torre del Puerco en Chiclana, donde han tenido lugar unos rezos y se han leído unas poesías de uno de los integrantes en la batalla, concluyendo con un almuerzo.