Caso de la perrera

Un vídeo cuestiona las declaraciones de los policías sobre la detención de Righi

El principal imputado niega que agrediera a la alcaldesa, Teófila Martínez, y a tres ediles, aunque la regidora lo identifica

Cádiz Actualizado: Guardar
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Dos puntos de vista, dos versiones de un mismo hecho que apenas tienen en común el nombre de los protagonistas y un vídeo que podría refrescar la memoria a más de un testigo. La sala cuarta de la Audiencia Provincial acogió ayer el juicio contra Simone Righi e Isabel S.V. por intento de agresión a la alcaldesa de Cádiz y otros ediles en el caso del primer acusado y por la agresión consumada contra la concejal Carmen Obregón en relación a la segunda imputada. Ante el juez declararon un gran número de testigos (casi una veintena), tanto por parte de la defensa como de la acusación, en una sesión maratoniana que se prolongó hasta pasadas las siete de la tarde. El final lo marcó la emisión de un vídeo grabado por la ya extinguida cadena Canal Cádiz, que recoge el momento de la detención de Simone Righi. Un vídeo que a juicio del abogado de la Defensa, José Ignacio Quintana, «desmonta todas las declaraciones de los agentes de seguridad sobre la violenta detención». «Todo sucede en apenas un segundo y pese a que los policías han afirmado que Simone Righi golpeó a varios agentes e intentó abordar el cordón policial en varias ocasiones, queda demostrado que no fue así». La sucesión de las imágenes dura apenas un par de minutos y en ellas se contempla como los agentes de la Policía Local y Nacional tiran al suelo al acusado mientras que otros efectivos intentan tapar el objetivo de la cámara. Pero antes, mucho antes de la emisión del vídeo, dieron comienzo las declaraciones de los testigos. El primero que se puso ante el juez fue Simone Righi, de nacionalidad italiana, que afirmó de forma contundente: «Estoy aquí para demostrar mi inocencia, quiero declarar». Righi afirmó haber estado en la manifestación convocada para pedir el cierre de la perrera de Puerto Real por el maltrato animal y «donde murió mi perro». En ningún caso, aseguró, «proferí insultos contra la alcaldesa, solo grité para desahogarme».

Tras él, le llegó el turno a la otra imputada, Isabel S.V., quien habló de la «tensión» de la concentración y de «los insultos», aunque matizó que los improperios iban lanzados al aire, «si acaso a los dueños de la perrera pero no contra los concejales». Isabel afirmó haber entrado hasta el patio de la iglesia de Santo Domingo, donde estaba la Corporación municipal, y que se acercó para hablar con la alcaldesa a quien le pidió que se pronunciara «a lo que me respondió que no le interesaba el tema». La acusada añadió que los policías «me echaron fuera». A continuación relató el segundo episodio: el de la supuesta agresión a la concejala. «Yo no sabía que esa mujer era de la Corporación», señaló, «solo sé que golpeé a una mujer rubia pero fue sin intención, a consecuencia del empujón que me dieron desde atrás».

Declaración municipal

La alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, fue la primera de los representantes municipales en declarar. Martínez, en un principio reconoció ante el fiscal no haber visto a Simone Righi intentar agredirle: «Noté un revuelo detrás mía pero no pude ver qué pasaba». Más tarde, ante el abogado de la acusación aseguró a su pregunta, que «cuando alguien se echa sobre ti con intención de golpearte, lo percibes» y para identificar a ese alguien, miró a Righi. Sobre la conversación mantenida en Santo Domingo con la otra imputada, difiere mucho su versión de la de Isabel. «Me insultó», «me llamó asesina» e «hija de puta». La segunda en declarar fue Carmen Obregón, quien relató que «durante la salida del templo, noté un golpe en el pómulo, me giré y la ví a ella» e identificó a Isabel S.V. «No me cabe duda de que fue ella». Natalia Álvarez, quien tuvo una crisis de ansiedad por la situación, afirmó que «alguien me golpeó aunque no puedo decir quién». El último de los concejales en responder a las preguntas de los letrados fue Ignacio Romaní, quien aseguró haber visto a Simone Righi intentar agredir a la alcaldesa: «Nos interpusimos, el escolta se llevó el golpe y luego me empujó a mí». Tras los ediles prestaron declaración diversos testigos. Los de la defensa aseguraron que la actitud del acusado «no fue para nada violenta» y criticaron la «violencia utilizada por los cinco o seis agentes que lo detuvieron». Por su parte, los agentes alegaron que «Simone forcejeó» e incluso «lanzó contra la pared a una de las policías mientras intentaba ponerle las esposas».

Tras las declaraciones, el Fiscal mantuvo la petición de diez años de cárcel para ambos acusados por dos delitos de atentado a la autoridad. El abogado de la acusación planteó que se les declarara culpables de un delito continuado a la autoridad bajo pena de seis años de cárcel. El juicio pasará hoy a estar listo para sentencia tras la presentación de informes.