CÁDIZ

El Mercado Central languidece

Los vendedores de la Plaza de Abastos hablan de «declive» y buscan herramientas para recuperar la clientela perdida Tres detallistas ya han decidido cerrar sus puestos por la caída de las ventas

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Que la crisis está causando estragos en el sector comercial se sabe de sobra. También es de todos conocido que son los pequeños empresarios, los autónomos, los que más seriamente se están viendo perjudicados. Cualquiera puede entender que en las economías domésticas de lo primero que se prescinde es de todo aquel gasto que no es fundamental para la supervivencia de la unidad familiar. Lo primero que se piensa es que se compra menos ropa o se gasta menos en ocio, pero cuando la situación se hace crítica es difícil delimitar la frontera entre lo superfluo y lo imprescindible y, por lo visto, muchas familias gaditanas han empezado a prescindir de lo que, hasta hace unos meses, era impensable.

Quienes pueden dar fe de ello son precisamente los comerciantes de lo básico. Carniceros, pescaderos, fruteros o verduleros han visto caer sus ventas en picado. Los detallistas del Mercado Central de Abastos están a punto de tocar fondo. Cuando a finales del pasado año estrenaban sus remozados puestos, pocos podían pensar que unos meses después estarían pensando si la mejor opción es la de echar la baraja de manera definitiva. Claro está que eso sólo se lo pueden plantear los que aún la levantan a diario, porque ya hay al menos tres vendedores que han claudicado.

Hace tiempo que las ventas han bajado, pero según aseguran desde la Asociación de Detallistas del Mercado (Asodemer): «Desde hace cosa de un mes hemos entrado en un declive total».

Competencia

Según se explica desde Asodemer, son los negocios de carnicería y recova los que peor lo están pasando. El trato cercano y tradicional de los vendedores de la Plaza no puede competir con las ofertas de las grandes superficies, a pesar de que los precios del mercado cada día son más competitivos.

Y no sólo la carne, sino el pescado, que tradicionalmente es el gran motor del Mercado Central, también está viendo sus ventas cada vez más mermadas. En su intento de escapar de la ruina total, los comerciantes están rebajando sus precios hasta límites en los que las ganancias apenas llegan para cubrir gastos. «Estamos vendiendo un kilo de fruta por menos de un euro, más barato ya no podemos ponerlo», explica uno de los detallistas del Mercado.

Desde Asodemer no paran de darle vueltas a la cabeza para buscar soluciones a la situación. Los dueños de los puestos ya han tenido una primera toma de contacto para idear estrategias comunes. Lo que tienen claro es que están dispuestos a hacer «cualquier cosa», todo antes que tener que renunciar a sus negocios. Casi todo lo que se plantea pasa por colaborar con otros colectivos de comerciantes del centro de Cádiz y con el propio Ayuntamiento de la ciudad. De cara a las fiestas se van a organizar toda una serie de actividades promocionales, desde actuaciones en directo en el propio Mercado a desfiles de modelos.

Lo que se descarta, de momento, es tirar de las nuevas tecnologías para dar un impulso a las ventas. La naturaleza propia de este tipo de comercio hace que el principal atractivo de comprar en la Plaza sea la posibilidad de ver la mercancía 'in situ', por lo que no parece que la venta on line, por ejemplo, sea la solución ideal. Tampoco se plantea el reparto a domicilio, aunque ya hay detallistas que lo hacen de forma habitual con sus clientes. Nadie sabe cuál es la clave para salir de al crisis, pero en el Mercado todos tienen claro el camino: trabajo, calidad y cercanía. Para los vendedores es la única vía para recuperar su clientela y empezar a sacarle partido a la rehabilitación del edificio.

Remodelación

Un elemento que desde Asodemer se tiene claro que no ha beneficiado a las ventas es la obra de remodelación de la plaza de la Libertad, por la incomodidad que ha causado a los consumidores a la hora de acceder al Mercado. Ésta afronta ya su última fase, y la última actuación de calado que queda es el traslado de los puestos de los churros y el asador de pollos al frontal de la plaza Guerra Jiménez.

El teniente de alcaldesa José Blas Fernández asegura que los nuevos puestos ya están listos para ser colocados, aunque todavía se está trabajando en la reparación del suelo de la plaza, sobre el que, hasta hace pocas semanas, se situaba la carpa provisional. No hay fecha decidida para el traslado, pero se sabe que los puestos serán parecidos a los demás del exterior y que serán respetuosos con el Medio Ambiente.

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