Familiares y amigos estaban ayer en el tanatorio de La Isla. :: c. c.
Ciudadanos

Esta tarde se realizará el entierro del cuerpo

El Ayuntamiento aplaza hasta el jueves su concentración de repulsa y colocará un crespón negro en la bandera de la ciudad

SAN FERNANDO. Actualizado: Guardar
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A cal y canto. El juzgado de San Fernando se encontraba cerrado y a pesar de ello en la plaza de San José, donde se ubica la instalación, permanecían los medios de comunicación a la espera de que el presunto autor del crimen pasara a disposición judicial. Sin embargo, todos se marcharon a la vez tras comprobar la falta de movimiento y alertados por la posibilidad de que el cuerpo de Manuel Pereira pasará ayer al mediodía a manos de sus familiares, que se encontraban a la espera en el tanatorio de la localidad, situado en Fadricas.

Amigos y compañeros pasaron por el lugar a la espera de poder velar los restos. Por la tarde todo se había preparado ya para su entierro. La misa tendría lugar en la capilla del Cristo sobre las cuatro de la tarde. Pero, todo se tuvo que cancelar por una nueva orden de la jueza instructora del caso que retrasó los planes de la familia. La intención de realizar una nueva autopsia al cadáver hizo que finalmente los restos del funcionario municipal no salgan hasta esta mañana del Instituto Anatómico Forense, donde se encuentra actualmente.

A pesar de que todo estaba preparado, la misa de la tarde fue cancelada y se trasladó a esta tarde en la que al fin se podrá enterrar a Manuel Pereira.

Razón por la que la concentración de repulsa convocada por el Ayuntamiento se aplaza hasta el jueves 4 de noviembre. El Ayuntamiento, con acuerdo del Gobierno municipal, Comité de empresa y Junta de personal, considera que dicho acto de repulsa y en memoria del compañero debe realizarse una vez haya sido celebrado el funeral. La concentración será a las 17:00 horas en la plaza del Rey, junto al atrio del Ayuntamiento.

A parte el Consistorio ha decidido colocar un crespón negro en la bandera de la ciudad como señal de duelo por el fallecimiento de este empleado público tan querido en el entorno.