Sociedad

Kiarostami juega a ser Rosellini en la Seminci

VALLADOLID. Actualizado: Guardar
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Cuatro días antes de su estreno comercial, el 29 de octubre, el Teatro Calderón acogió la proyección del último trabajo del iraní Abbas Kiarostami, 'Copia certificada'. Fue en el primer día de competición de la 55 Semana Internacional de Cine, después de la prolongada ovación que el público le tributó a Antonio Banderas al recibir su Espiga de Honor, incluyó no sólo la película del director persa, sino también la presentación de 'La mosquitera', de Agustí Vila, y un filme que ahonda en las cargas que implica un grupo del que nadie elige formar parte libremente, 'La familia', rodado por la danesa Cristensen.

Había mucha expectación en Valladolid por ver a Kiarostami, que ya se alzó con la Espiga de la 39 Semana con la película 'A través de los olivos'. La atracción por la última cinta dirigida por el cineasta de Teherán era mayor por la presencia de una de las actrices más seductoras de la escena europea, la francesa Juliette Binoche. Lo cierto es que en su primer pase de las nueve de la mañana -una sesión donde abunda la crítica-hubo división de opiniones.

Kiarostami narra la historia del encuentro entre un hombre y una mujer en un pequeño pueblo de la Toscana. Él es un escritor inglés que ha llegado para impartir una conferencia. Ella es una galerista francesa. Se trata de una historia universal, que podría sucederles a cualquiera, en cualquier punto del planeta.

El escritor James Miller disertará sobre el valor de la copia respecto del original dentro del arte. Una reflexión que parte de la premisa de que el arte permite al individuo crear su verdad conforme a sus propios deseos y le permite rechazar otras verdades impuestas. La relación entre la galerista, que se ofrece como guía para acompañarle en la zona, pasa de la efímera duración a una pretensión de ampliarla, desde el pasado, en un juego de representación que tiene bastante que ver con el matrimonio en ruinas que mostraba Roberto Rosellini en 'Te querré siempre'.

Por otra parte, Agustí Vila deforma la realidad para acercarse a ella durante los 95 minutos de metraje 'La mosquitera'. El concepto está claro, la mosquitera protege de la picadura de un insecto, pero no garantiza la invulnerabilidad ante los grandes acechos.