La pareja ya podrá celebrar su vigésimo aniversario con sus alianzas el próximo miércoles. :: EVA LINDBERG
CÁDIZ

«Perdí mi alianza y no deseo que nadie pase por eso»

Gracias a la generosidad de Caridad, Juan ha recuperado la alianza de oro que perdió en un concierto días antes de celebrar su vigésimo aniversario de bodas

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Juan Rueda canta las 'Habaneras de Cádiz' sobre las tablas de el Gran Teatro Falla. Mientras María Dolores Pradera acierta a agradecer emocionada la sorpresa del coro de Julio Pardo, Caridad aplaude a rabiar entre el público. Un concierto «inolvidable» como reconocen Juan y Caridad. Y tanto, la noche del viernes no acabaría aún para ellos. A Juan aún le quedaba por pasar un trance «desagradable»: perder su alianza de boda a escasos días de su vigésimo aniversario. Pero, el azar le reservaba a Caridad la oportunidad de encontrarla.

Caridad no tenía intención de quedársela. Por algo es «muy sentimental». Tanto, como para acudir al día siguiente a LA VOZ a contar su historia con un único fin: Que apareciera el dueño antes de que llegara el día que estaba grabado en el anillo como la fecha de la boda, el 13 de octubre. Tal era su disposición, que esta gaditana que estaba dispuesta a pagar un anuncio para que se enterara el propietario. No hizo falta, la historia habló por sí misma.

No hizo falta mucho tiempo para que tuviera final feliz. A primera hora del domingo, la mujer de Juan, Virtu Moreno, no podía creer lo que le contaban por teléfono: «Han encontrado el anillo de Juan, lo dice el periódico». Horas después, Juan y Caridad se encontraban el bar Stop. «Le llevé el libro de familia para demostrarle que era yo», explicó después Juan. «Yo aproveché para felicitarle por la canción de Carlos Cano», reconoció con humildad una Caridad «muy satisfecha» con lo ocurrido. «Además yo también perdí mi alianza y no pude recuperarla, no le deseo ese mal trago a nadie, es un objeto muy importante en un matrimonio» aseguró Caridad.

«Me ha hecho mucha ilusión ver que han encontrado el anillo. Esa noche fue un tanto agridulce: alegría por dar una sorpresa a María Dolores Pradera y tristeza por perder la alianza», explicaba ayer Juan. Virtu lo confirmaba: «Estaba hundido por la pérdida. Es que son unas alianzas muy especiales, primero fueron anillos de compromiso y después las usamos para la boda. Además, Juan es muy supersticioso». Tanto como para llevar una herradura con el día de su boda, tres pequeñas alianzas de la suerte, una cruz, el diente de su hija y su propio anillo colgados en la cadena que le jugó la mala pasada el viernes. «Se me abrió y se me cayeron todos los colgantes en la plaza Fragela. Pude recuperarlo todo excepto el anillo y la cruz, suerte que apareció Caridad», explicaba ayer Juan mientras agarraba con fuerza la cadena que le colgaba del cuello.

No era la primera vez que Juan Rueda está a punto de quedarse sin alianza: «Cuando estuve trabajando en Astilleros se me enganchó el anillo en una máquina y casi pierdo la alianza y el dedo». Pero hubo suerte, igual que ayer. La historia concluyó, a expensas de celebrar un aniversario que nunca olvidarán y escribir la moraleja. «Hay que contar esta historia preciosa para demostrar que en el mundo sigue existiendo buena gente», apostillaba Virtu. Y cuidado que quien lo dice es también integrante de un coro de Carnaval: «Habrá que decírselo a Julio Pardo o a Pastrana a ver si se animan a escribir algo...».