Vista del dique de Puerto Real. Los astilleros de Cádiz están de enhorabuena con el nuevo encargo, pero se necesitan más contratos. :: ÓSCAR CHAMORRO
sector naval

UN FLOTADOR PARA LOS ASTILLEROS DE LA BAHÍA

La patronal admite que se necesita una media de ocho barcos cada cinco años para garantizar 5.000 empleos en la industria naval

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Los astilleros de Cádiz necesitan un flotador más grande que les permita mantener la cabeza fuera del agua y respirar sin problemas otros cinco años. Se trata de una metáfora que resume la situación delicada por la que atraviesan las tres plantas gaditanas y revela, a su vez, el futuro incierto que se avecina si no llegan nuevos encargos del exterior antes de final de año. El anuncio que hizo la ministra de Defensa, Carme Chacón, el pasado martes sobre la contratación a Navantia de cuatro nuevos barcos para la Armada es insuficiente para mantener a flote a la industria naval de la Bahía.

La construcción de otros cuatro barcos de Acción Marítima (BAM) supone un balón de oxígeno para los astilleros de San Fernando y Puerto Real, que llega justo cuando la actual carga de trabajo está a punto de expirar. Sin embargo, este encargo no será efectivo hasta finales de 2011. Los comités de empresa ya han pedido la posibilidad de adelantar la entrada en producción de este contrato.

El pacto alcanzado entre los Ministerios de Defensa e Industria no está recogido en los Presupuestos Generales del Estado del próximo año. Ahora toca introducir una enmienda para que Industria adelante a Defensa unos 34 millones de euros que sirvan para arrancar el proyecto. Entre tanto, la Armada definirá qué tipo de buque quiere. Los cuatro BAM que han salido de los diques gaditanos pertenecen a la familia de patrulleros y el jefe de nuevos proyectos de la Armada, el vicealmirante, Ángel Martínez, reconoció el pasado martes durante unas jornadas en Cádiz que Defensa necesita ahora unidades destinadas al apoyo de los nuevos submarinos S-80. No hay problemas para la adaptación, ya que el diseño de los BAM es versátil para acoplar la cubierta a las nuevas necesidades, pero una modificación en el pedido obligará a los ingenieros a introducir cambios.

Un calendario apretado

Navantia se encuentra ahora con un calendario muy ajustado. El año que viene dará salida a los últimos encargos que tiene en producción. Es decir, entregará los patrulleros venezolanos y acabará los barcos de Acción Marítima que construye para la Armada española. El presidente de la Federación de Empresas de la Industria Naval de Andalucía (Fedenaval), Eugenio Cuadrado, aplaude el nuevo encargo de Defensa, pero se muestra cauto con las expectativas de futuro que se avecinan para los astilleros. Avanza que la mano de obra se reducirá drásticamente a mediados del año que viene, ya que las principales líneas de producción habrán culminado su tarea y no existen en cartera pedidos inmediatos capaces de mantener la continuidad de la mano de obra. Cuadrado explica que el nuevo encargo de Defensa entrará en producción a finales de 2011 o principios de 2012, lo que significa que sectores como el acero o el de armamento tendrán que esperar un año a que el contrato tome cuerpo.

Las plantas gaditanas están ahora en uno de los niveles más bajos de empleo desde 2005. La patronal indica que el pico se sitúa en unos 2.500, que mermarán en el segundo semestre del año que viene. Los astilleros de la Bahía resurgieron como el ave Fénix en 2004 tras la última reconversión naval que acabó con Izar y permitió el nacimiento de Navantia. La nueva empresa vino con un pan debajo del brazo. El Gobierno de la Nación y sus gestores lograron entonces una carga de trabajo insólita. Navantia arrancaba en Cádiz con un contrato con Venezuela para construir ocho patrulleros y se adjudicaba, además, la fabricación de cuatro barcos de Acción Marítima (BAM), una docena de lanchas de desembarco y un Buque de Aprovisionamiento en Combate (BAC) para la Armada española. En 2006 firmó también un contrato civil con Acciona para la construcción de dos buques de carga. Esta cartera de pedidos ha permitido picos de 8.000 trabajadores en astilleros entre 2007 y 2008. Todo un récord.

Despliegue comercial

Sin embargo, ha llegado la época de las vacas flacas y la situación de crisis ha cogido a Navantia sin nuevos encargos. El portavoz de UGT en el Comité Intercentros, Francisco Sobrero, aplaude también el nuevo contrato anunciado por Defensa, pero aclara que la puesta en producción de los nuevos BAM sólo garantiza trabajo para 3.500 personas, «hace falta más». Sobrero destaca que este encargo se cubre en cuatro años y añade que Navantia se ha convertido en la única empresa naval de la Bahía capaz de mantener a la industria auxiliar del sector, ya que Dragados Offshore ha perdido competitividad en este campo.

Ante esta situación, el presidente de la Fedenaval, Eugenio Cuadrado, reconoce que Navantia necesitaría una media de ocho barcos cada cinco años para garantizar el empleo a 5.000 personas.

Por su parte, el presidente del Comité Intercentros, José Antonio Oliva, de CC OO, también ha llamado la atención sobre los encargos que necesitan los astilleros para mantenerse a flote. Navantia ha desplegado acciones comerciales en 21 países para captar nuevos pedidos. Negocia con Australia un contrato para la construcción de una docena de lanchas de desembarco, pero el Gobierno de aquel país ha echado un pulso porque quiere que se construyan allí. Igualmente, Australia deshoja la margarita para encargar dos fragatas, mientras que Venezuela sigue interesada en la contratación de nuevos patrulleros. La dirección de Navantia confía en que estas ofertas den sus frutos antes de final de año.

Las últimas operaciones para captar nuevos clientes se han desarrollado en Malasia, que tiene interés en buques anfibios, y en Brasil, que ha realizado una petición formal solicitando información sobre los patrulleros venezolanos. En esta línea también están países como India y Gabón.

Los astilleros son el pulmón del empleo industrial en la Bahía. Cualquier desajuste en su funcionamiento lo acusa la tasa de paro de la provincia. El sector industrial ha ido ganando desempleados desde 2008, entonces un total de 8.633 gaditanos vinculados a este sector se encontraban sin empleo. Navantia empezó en 2009 a cumplir con los plazos de entrega y en agosto de ese año la tasa de paro en el sector industrial subió hasta los 12.789 parados. Este año, la lista de parados en la industria asciende a 13.874 personas, una cifra que irá creciendo hasta alcanzar su pico más alto a mediados de 2011.