Al terminar el acto, el presidente del Gobierno y el de la Junta se hicieron la 'foto de familia' con algunos candidatos, como Pilar Sánchez o Marta Meléndez. :: MIGUEL GÓMEZ
ELECCIÓN DE CANDIDATOS PSOE-ANDALUCÍA

El PSOE provincial escenifica su tregua

Griñán pone como ejemplo a la alcaldesa de Jerez durante la 'puesta de largo' de los cabezas de lista del PSOE a las municipales Pilar Sánchez da por cerrados «los debates estériles» en la presentación de candidatos en Sevilla

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Pasó la tormenta y al PSOE provincial ahora le toca proyectar calma y hacer que la ciudadanía se olvide pronto de que, hasta hace dos días, caían chuzos de punta sobre Jerez y Algeciras. El acto de ayer, en Sevilla, fue uno de esos 'shows' que los políticos montan de vez en cuando para que la militancia se finja convencida y les regale literatura, incienso y afición. Zapatero y Griñán pusieron de largo a los candidatos de grandes plazas andaluzas, y en la fiesta, vacía de contenido, no había lugar para el desplante, aunque siempre queda algún comentario afilado, algún gesto sutil que, en el fondo, enmienda la plana a los 'cuadros' díscolos y libera un poco de tensión subterránea.

La liturgia exigía poner a la tropa en estado de revista y parchear las humedades del cuartel, cuando las hay. En ese contexto de sonrisas abiertas, palmaditas en la espalda y buena cara para la foto (aunque sea a costa de tragarse la bilis), no es de extrañar que la delegación gaditana, con los cañones todavía humeantes, fuera el centro de todas las miradas.

González Cabaña ejerció, muy a su pesar, el papel de gran derrotado. Durante el acto se mantuvo en un discreto segundo plano, ajeno a la euforia y contenido en los aplausos. No es de extrañar. El viernes mismo tuvo que claudicar definitivamente en su intento de evitar que Pilar Sánchez repitiera como candidata en Jerez, votando a su favor en la comisión de listas del partido. Después de que la ejecutiva provincial tomara el lunes la inaudita decisión de no proponer para la ciudad nombre alguno, y de elevar incluso un informe desaconsejando el de Sánchez, los cariños de Griñán a la alcaldesa (¿fue la más abrazada del cónclave?) trazaron claramente la línea entre vencedores y vencidos.

Toca tirar del carro

Debe de ser verdad, como decía entre bastidores uno de los acompañantes de Pilar Sánchez, que ahora a González Cabaña «también le toca tirar del carro si quiere salvar su sillón», porque el veterano 'pope' socialista, azuzado por la prensa, sólo tuvo ayer palabras reposadas para el asunto: «El proceso se ha llevado de forma modélica. Pilar cuenta con el apoyo de todo el partido: local, provincial, regional y nacional. Confío en que gane las elecciones».

Una vez descartadas las provocaciones explícitas, la expresión de las afinidades y desavenencias de unos y de otros quedaron reducidas al divertido juego de los guiños, las posturas y las actitudes. Por ejemplo: la cara, entre resignada y fatalista, de González Cabaña cuando el presidente José Antonio Griñán citó a Pilar Sánchez como modelo «de mujer que trabaja y lucha por la causa del socialismo», equiparándola, en la comparativa, con Carmen Hermosín o Amparo Rubiales.

Entre juegos florales y consignas cuajadas de optimismo, tampoco Pilar Sánchez quiso ejercer de aguafiestas. Se limitó a subrayar que con el acto de Sevilla da por cerrado «un capítulo de debates estériles». Y sentenció: «No considero que haya ganado ninguna batalla por haber sido designada candidata, porque no estaba en ninguna guerra. Nunca he tenido dudas de que iba a serlo, porque así me lo expresó mi partido, y porque parece lógico que la primera alcaldesa con mayoría absoluta de una gran ciudad andaluza siga con este proyecto y lo culmine».

Los otros siete candidatos a alcaldías de la provincia con más de 50.000 habitantes lo tuvieron más fácil. Rafael España, nombrado por la ejecutiva local de Algeciras 'in extremis' para optar al puesto que actualmente ocupa Tomás Herrera (que ha pagado caro su falta de apoyos orgánicos), apenas se limitó a cumplir con el protocolo. En su brevísima presentación de quince segundos incluyó, eso sí, la palabra «experiencia». Su designación ha sido interpretada como una seña del poder que todavía atesora Cabaña en muchas agrupaciones locales.

Marta Meléndez (eufórica por Cádiz), Irene García (que no le va a la zaga con Sanlúcar), López Gil (autoconvencido de su victoria en San Fernando), José María Román (que la da por segura en Chiclana), García de Quirós (más comedido con El Puerto) y Gemma Araujo (que quiere borrar «el negro del PP del azul de La Línea») disfrutaron de la jornada como un singular espectáculo del que había que tomar parte por exigencias del guión. Evidentemente, todos firmaron que iban a ganar.

Y todavía quedan nueve meses.