La discusión entre González Cabaña (PSOE) y Mercedes Colombo (PP) anticipaba el pasado julio, en un pleno de la Diputación, el ajustado duelo electoral que vivirán ambas formaciones en 2011 para gobernar la institución provincial. :: M. GARCÍA
CIUDADANOS

LA INCIERTA CARRERA DE LAS MUNICIPALES

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A falta de saber si es capaz de cortar de veras las amarras con sus socios de gobierno en la Diputación, IU ha cortado esta semana la cinta inaugural del tradicional carrusel de separaciones entre las formaciones políticas coaligadas.

Este ritual de discrepancias comienza cuando partidos distintos, que han trabajado juntos durante tres años y pico por carecer de mayorías absolutas, dicen, de pronto, que no se entienden, que tienen distintos objetivos, diferentes perspectivas. En realidad, se trata de un movimiento tradicional para diferenciar siglas, líderes y, se supone, programas.

La intención es que los votantes, ahora que están a punto de volver a serlo, puedan valorar cada opción sin el lastre de recordar con quién han gobernado, a quién apoyaron sus votos o quién sustentó sus propuestas. Sin asociar a unos con otros. Cada cual a cazar por libre.

La carrera electoral tendrá su primera etapa el próximo 22 de mayo. Fecha más que probable, aunque aún no confirmada, para renovar los ayuntamientos y, de paso, las diputaciones. Nueve meses separan a posibles electos y a electores de la cita con las papeletas que marque el rumbo de los consistorios hasta 2015.

Un destacado dirigente del PP en la capital gaditana aseguraba el pasado julio, lejos de los micrófonos, que los suyos «nunca habían estado tan cerca de gobernar a la vez en el Ayuntamiento de Cádiz, en la Diputación, en la Junta y en el Gobierno. Eso va a pasar entre 2011 y 2012».

El pronóstico, aunque apasionado y parcial, contiene parte de verdad científica y demoscópica. Esa combinación siempre ha sido una posibilidad. Pero, además, ahora todos los sondeos y las encuestas confirman que es una probabilidad. En el caso del Ejecutivo estatal es alta. En el caso de la Alcaldía de Cádiz, altísima. A escala autonómica, el vuelco parece más complejo, pero nunca estuvo más cerca o menos lejos.

¿Y en Diputación? La Corporación Provincial es la combinación de los representantes que aportan los partidos judiciales (15 en la provincia). Cada uno envía al pleno de la plaza de España un número relacionado con su población total y su caprichosa división (derivada de conceptos territoriales y demográficos del siglo XIX).

De los tres duelos que se resolverán en las urnas entre 2011 y 2012 (local-provincial, autonómico y estatal) el que decide el futuro de los ayuntamientos y, por tanto, la Diputación es el primero que llega.

Grandes siglas, poco margen

A nueve meses vista, las dos previsiones más extendidas (asumidas por todos los partidos representados aunque tengan que callar en público) es que los pequeños partidos pueden desaparecer o menguar. El único diputado provincial del PA, en mucho tiempo, puede ser Manuel Prado. El sitio que ocupa en el pleno no tendrá heredero de su partido. IU, con creciente oposición en todos sus grandes feudos de votos (Puerto Real, Conil y la Sierra) puede perder, al menos, uno de los dos únicos representantes en la Diputación. Sólo la irrupción de pequeñas formaciones locales independientes (como la poderosa Roteños Unidos) o la incógnita de UPyD, que según su coordinador provincial, José Eduardo García, se presentará en las seis localidades de la Bahía más Jerez, Tarifa y Algeciras pueden arrancar minúsculos trozos de tarta a las grandes formaciones.

El escenario, a nueve meses vista, es completamente bipartidista. José Loaiza, presidente provincial del PP, así lo cree. Vaticina el vuelco, cree que los suyos nunca estuvieron más cerca y habla de «al menos 15 diputados». Son dos más que ahora y los mismos que tiene el PSOE en la actualidad. El problema es que la mayoría absoluta está en 16. Los socialistas tendrían que perder uno y aún así, la llave, como este mandato que ahora acaba, podría estar en el representante de IU.

Nunca estuvo el voto provincial tan igualado. Las direcciones de los dos grandes partidos dan como seguro que «el próximo presidente de la Diputación se decidirá por una sola mano alzada, por un solo voto».

En 2007, sumados los 44 ayuntamientos de la provincia, el PSOE obtuvo 210.133 votos. Los populares se quedaron en 152.674 papeletas. Esos 55.000 votos de diferencia, en números redondos, se recortarán según todas las encuestas. Pero habrá que saber en qué número concreto y, además, el porcentaje bruto no tiene un reflejo exacto en el reparto de diputados según partidos judiciales. Para acercarse a lo probable, es preciso hacer un recorrido por las previsiones electorales en cada ayuntamiento.

Jerez no sólo está en el centro geográfico de la provincia. También está en mitad de todas las cábalas. Lo que suceda en la localidad más poblada de la provincia puede desequilibrar la sensible balanza. Todos los municipios mirarán con el rabillo del ojo lo que suceda en esa ciudad, porque saben que será la clave.

Los socialistas pueden perder el gobierno del ente provincial si se pegan un batacazo en las municipales de Jerez. Eso prevén diferentes encuestas que maneja el propio partido, razón que emplea un sector socialista para reclamar que la candidata no sea la actual alcaldesa, Pilar Sánchez, cuya gestión es muy cuestionada.

Los motivos son múltiples: la contratación de su marido como jefe del Gabinete de Alcaldía, los retrasos en los pagos de las nóminas de la plantilla del Consistorio, el paro, los problemas con las concesionarias, las diferencias en el seno del grupo municipal, la pérdida de credibilidad, la críticas de colectivos vecinales... Una encuesta reciente encargada por el propio Partido Socialista al prestigioso Julián Santamaría prevé un batacazo electoral de la formación en Jerez si la lista estuviese encabezada por la actual alcaldesa, Pilar Sánchez.

Ese mismo trabajo otorgaría al PP la mayoría absoluta. Si se confirmase, las consecuencias de esos resultados irían más allá de la ciudad. Se perdería la Diputación. El vuelco afectaría a poblaciones gobernadas por esa formación. Buena parte de los ingresos de sus ayuntamientos dependen de sus aportaciones y saben que con el PP serían revisadas.

Cuando el PSOE presente en público a su candidata, será cuando el resto de partidos mueva ficha y el momento de que se confirmen, o no, la presentación de nuevas formaciones a los comicios municipales. Y pueden ser muchas. Por ejemplo, el posible Partido de la Zona Rural, el Foro Ciudadano y, sobre todo, el ex alcalde Pedro Pacheco. Aún no ha despejado la incógnita de si se presentará o no, aunque hay quien apunta que podría depender en gran medida de lo que pase con Pilar Sánchez y si ésta acaba finalmente liderando la opción socialista. Más la mencionada UPyD, aunque sigue sin despejar la incógnita de a quién colocará al frente.

Las cuentas del PSOE

Así las cosas, Jerez se puede encontrar con unas elecciones con hasta ocho partidos, en las que se decidirá la composición de un ayuntamiento que actualmente sólo cuenta con cuatro: PSOE, PP, PSA e IU. Los populares ya tienen más que confirmada a María José García-Pelayo como candidata, y muchos la ven como la gran favorita. Incluso con mayoría absoluta. Sólo ese anunciado vuelco local podría suponer los dos diputados provinciales más que vaticina Loaiza. Aunque Jerez sea la mayor batalla, hay 14 partidos judiciales más, también decisivos porque suman o restan.

Francisco González Cabaña, líder provincial del PSOE y actual presidente de Diputación, mantiene que a su partido «le salen las cuentas» y menciona «San Fernando, Sanlúcar, Chiclana y La Línea», entre otras, como localidades en las que basarse para renovar su cargo y volver a conseguir que el PSOE sea el partido más votado de la provincia.

Sus armas son diversas. En Sanlúcar, Irene García tiene viento, gestión y aliados independientes a favor. En San Fernando, Fernando López Gil es el joven líder mejor valorado de la provincia, y aún debe pescar en el río revuelto del desfalco.

La Línea es una de las mayores incógnitas. Tanto que todos los partidos dicen que arrasarán en la ciudad. En Algeciras también se prevé un empate técnico. Chiclana, con José María Román, volverá a presentar el voto fragmentado que permitió ver a un alcalde del PP (Ernesto Marín) y a uno del PSOE (Román) en este mismo mandato. Los representantes de IU (del apartado Butrón) dejan tierra quemada y esa coalición difícilmente volverá a ser llave del gobierno.

En Cádiz, la victoria de Teófila Martínez se da por innegable. Sólo falta por ver si Marta Meléndez recupera votos para el PSOE o si retrocede aún más (ahora son ocho concejales) y contribuye con una sonora derrota a entregar la Diputación al PP. La Janda es el escenario que menos dudas ofrece. El PSOE, presumiblemente, debe ganar con holgura en todas las poblaciones del interior y en Barbate. Sólo en Conil es previsible que IU (ocho concejales frente a seis del PSOE) conquiste muchos votos o el PP sea un estorbo.

Puerto Real será otra batalla entre IU y PSOE. El PP, según los sondeos, se mantendrá firme en El Puerto y Rota, aunque con aliados independientes; tiene serias opciones de crecer en Chipiona.

La Sierra tiene mucho que decir, especialmente en Arcos. Todo apunta a que la socialista Josefa Caro podría perder la Alcaldía a favor del PP de José Luis Núñez, aunque necesitaría del apoyo de Alternativa Independiente Progresista (AiPro).

En las otras dos poblaciones mayores de la comarca, Ubrique y Villamartín, se presentan más incógnitas. En la primera, el honor de ser uno de los únicos ayuntamientos sin problemas económicos importantes, el PA podría volver a mantener la Alcaldía e incluso aspira a la mayoría absoluta, con el PSOE como rival. En Villamartín está en entredicho la mayoría del socialista José Luis Calvillo. Puerto Serrano apunta a un cambio.

Y Olvera es uno de los patios más revueltos. El hecho de que IU haya sacado a la luz unas presuntas irregularidades del PSOE (cuando Francisco Menacho era alcalde) dejan una incógnita que sólo las urnas podrán despejar. Los socialistas buscan una cara nueva, posiblemente mujer, capaz de conseguir la mayoría.