Un piloto explicaba ayer nociones «muy básicas» a unos de los participantes. :: ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

Cádiz calienta motores con un simulador de avión de cara al festival aéreo

Los gaditanos podrán sentir qué se siente al pilotar una aeronave en el pabellón de la Residencia de Tiempo Libre hasta el domingo

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La tercera edición del Festival Aéreo de Cádiz empieza a calentar motores. Desde ayer, y hasta el próximo domingo, gaditanos y visitantes podrán saber qué se siente al pilotar un avión como los Boeing 737, el modelo aeronáutico más vendido en el mundo.

Accediendo desde el paseo marítimo, en el polideportivo de la Residencia de Tiempo Libre se encuentra el simulador aéreo que reproduce la cabina del aeroplano y el público podrá disfrutar hoy hasta las 10 de la noche y el domingo desde las 10 de la mañana hasta las cuatro de la tarde.

Los asistentes están en todo momento acompañados por un piloto del aeroclub de Jerez de la Frontera y las sesiones tendrán una duración de 10 minutos. Con esta posibilidad, gratuita quienes quieran participar, prepara el ambiente para mañana, donde los aviones surcarán el cielo gaditano para exhibirse en su tercer año de festival.

De momento, los gaditanos podrán experimentar la sensación de estar pilotando un avión comercial en un simulador de Sismo Soluciones.

El 95% de los simuladores que vende esta empresa jerezana son modelos de bajo coste y se demandan en el extranjero, principalmente en Holanda e Italia. El precio del modelo de bajo coste es de 60.000 euros, frente a uno de mayor calidad, que puede ascender a los cuatro millones de euros, según informaron los propios empleados de la empresa.

La experiencia que Sismo Soluciones está llevando en Cádiz es su primera simulación puesta al uso de los ciudadanos y desde la entidad reconocen que la mayoría de los asistentes que acuden son personas que ya conocen algo de aviación o sienten curiosidad por ella. Es el caso de Sebastián y Juan Manuel, que ayer practicaron su virtud de la paciencia mientras los empleados ultimaban los detalles del simulador, que alargó la hora de apertura. La espera, al menos, mereció la pena, porque la experiencia les encantó.

Otros como José, el encargado del polideportivo, no tienen claro que se vayan a montar, pero expresan su gusto por el festival aéreo y lo esperan con ganas de ver los aeroplanos volar. «Antes ponían aviones en la plaza Ingeniero de la Cierva, pero este año me ha extrañado que no haya», asegura. Pero para esta edición, la novedad llega dentro de un pabellón «que está poca vistoso» y eso puede hacer que «la gente no se entere de lo que hay aquí», como afirman la decena de personas que se acercaron ayer.