Diferentes colores y tamaños, en un amplio surtido. :: A. J.
PUERTO REAL

Tomates de los de toda la vida

Una feria de agricultura ecológica muestra más de 20 tipos de este fruto

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«Aquí hay tomate», se estampa en el rótulo al fondo de un tenderete. Más de 20 variedades de este fruto pudieron contemplarse (y degustarse) en la Feria de la Agricultura Ecológica que Los Verdes y La Almáciga desplegaron la mañana de ayer en la plaza de Jesús.

Los hay negros (lejos de lo que se pueda imaginar, este producto fue amarillo antes que rojo), de pera, cherry... A pesar de lo apabullante de la cifra, no es ni mucho menos el total de posibilidades que pueden extraerse de la tierra gaditana, que alcanzan hasta las 40.

A la antigua usanza, hasta la plaza pública acudieron productores de la cooperativa La Verde, de Villamartín, y otros del Campo de Gibraltar. Los primeros son veteranos. Comenzaron hace ya 25 años, y se les considera «los fundadores de la agricultura ecológica en Andalucía».

José Hidalgo, uno de sus integrantes, describe la evolución: «Al principio sólo nos apoyaban los ecologistas, que nos compraban, y el Sindicato de Obreros del Campo». Luego la gente ha ido poco a poco tomando conciencia. «Unos lo hacen por salud, y otros por cuidar el medio ambiente», explica.

Ellos reparten en toda la Bahía por tiendas ecológicas. En El Puerto trabajan con asociaciones, y también hacen llegar su producción por encargo a quien le interesen unas llamativas 'ecocajas' por encargo, en las que entran hasta 20 kilos de fruta a un precio de 20 euros.

El algecireño Antonio Gallardo explica cómo «a los hortelanos se les paga el mejor porcentaje posible, para que al menos quede alguien en el campo». Bromea con que «el agricultor ecológico, a día de hoy, está en mayor peligro de extinción incluso que el lince». Junto a la faceta comercial, Gallardo resalta el «trabajo fuerte de conservación de variedades antiguas». De hecho, muchos de estos artesanos del cultivo guardan como oro en paño las semillas que les dejaron en herencia sus abuelos.

Ante el calor, no fueron pocos los que se refrescaron con un buen gazpacho. En su receta la clave está en unos tomates con la madurez máxima antes de recogerlos de la mata. «No los verdes que vienen de Asia, o de aquí mismo», distingue uno de los participantes, que se considera «ecologista, pero de los criados de toda la vida en el campo».

Junto a los tomates, ciruelas, peras, fresas, las aceitunas y su aceite, dulce de membrillo artesanal, melones y sandías «morunas, de las antiguas, criadas en la sierra pero de procedencia de África». Todo a euro y medio el kilo.

Reivindicaciones

La cita adquirió igualmente tintes reivindicativos, en defensa de «una producción agroecológica frente a una agricultura 'industridiotizada'», como rezaba uno de los carteles. Antonio Gallardo aparta cualquier soflama política. «Ya es cuestión de sentido común», asegura. El mensaje ha llegado a los ciudadanos, y uno de los que se acercan por el tenderete explica que «en realidad, el que encarece todo es el intermediario».

Tampoco faltaron ciertas gotas de filosofía de vida, en la que, como dicta el proverbio chino: «Si quieres ser feliz toda tu vida, cuida tu huerto, cuida tu cuerpo».