Un futuro incierto para Badillo

A pesar del doble oro Nacional y de los títulos de Andalucía que ha conseguido durante esta temporada, Conchi Badillo no lo tiene fácil para continuar en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat. La causa, las tres centésimas que le impidieron participar en el campeonato Europeo. No obstante, existe una nueva posibilidad para la jerezana; los continuos logros deportivos le abren una puerta para la continuidad, una que superaría la traba de la marca mínima y que prolongaría su estancia en este centro de élite catalán.

De aceptarse el regreso, Badillo encararía su segundo año en Sant Cugat. El CAR pertenece a la Federación Española, y está destinado a optimizar la preparación física y deportiva de los mejores profesionales de una pluralidad de pruebas.

«En el CAR este año quieren quedarse con gente muy puntera», expone la nadadora, «y en la distancia donde fui tricampeona de España es en 50, pero esta prueba no es olímpica». Esta explicación hace referencia a su perfil de nadadora explosiva y velocista, con unas marcas que despuntan notablemente en la modalidad de los 50 metros braza. Sin embargo, la ausencia de esta distancia en los Juegos Olímpicos la obligan a competir también en los 100. Durante el año en Sant Cugat priorizó mejorar esta segunda prueba, y el resultado fue inmejorable: se alzó con los títulos de campeona nacional en ambas modalidades.

La incertidumbre de su futuro no le impide ser consciente de los éxitos cosechados. Según percibe la nadadora del club Navial de Córdoba, «estoy muy contenta con la temporada, porque veo que voy evolucionando, que cuando hay más trabajo también obtengo más resultados. Aún así, me he quedado con ganas de más».

La esencia del CAR está en concentrar todo lo que puede necesitar un deportista en unas mismas instalaciones. «Hay gimnasio, pistas de atletismo, salas de salto de trampolín, piscina, otra piscina que es cubierta, la residencia, el comedor, el médico, el fisioterapeuta, hasta un centro de biomecánica, que nos ayuda con las técnicas de los estilos; incluso tenemos psicólogo», cuenta la jerezana.

Hasta septiembre no recibirá una respuesta definitiva sobre su permanencia allí. Conchi Badillo entrenaba en Cádiz antes de trasladarse a Sant Cugat, bajo las directrices del que entonces era su preparador, Raúl Bernal. «Me iba muy bien, y los resultados eran buenos», recuerda la nadadora. «Lo que pasa es que necesitaba un cambio de aires y un cambio de grupo, porque entrenaba con gente más pequeña. Siempre tenía que estar tirando del carro, y decidimos que me fuera a Sant Cugat. Creo que fue bastante acertado».

Mirando hacia el futuro, la jerezana asegura que todavía se ve a sí misma con un margen de mejora. «Aún veo subiendo mi trayectoria», reconoce. No sabe cuál será su techo, pero sus éxitos deportivos siguen en aumento. En una ocasión batió el récord de 50 y 100 metros braza en una sola carrera. No obstante, con el tiempo volvió a incrementar la marca que consiguió entonces. «Mientras tenga resultados y me siga gustando, voy a seguir ahí», comparte Badillo. Ahora es el momento de descansar; durante el verano renovará sus ganas de competir, y afrontará el reto de seguir la tendencia creciente.