Cartas

Una traición a los trabajadores

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Recientemente en el Parlamento español se ha traicionado a la clase obrera con la aprobación de la reforma laboral. Somos pobres porque somos víctimas de una violencia estructural, de un sistema que manipula a la persona despojándole de su ser y que la considera un mero producto del mercado. Los nuevos popes de la economía condicionan el desarrollo económico en una política basada en la precarización del mercado de trabajo, más privatizaciones y mayores sacrificios para los trabajadores. Mucho se nos ha hablado de la economía de la innovación y del crecimiento, pero nadie ha enarbolado la bandera de la inclusión social. Sin que nos hayamos dado cuenta el modelo americano ha invadido Europa. Despidos por razones sindicales, cierres empresariales como respuesta a la sindicación, privación de los derechos sindicales básicos, obstáculos a la negociación colectiva, restricción de las actividades de los trabajadores, plena libertad para los empleadores, reemplazo permanente de los huelguitas, huelgas provocadas por los empleadores, exclusión de ciertos grupos de la legislación laboral nacional. Todo ello está creando nuevos pobres, más paro y miseria y un abaratamiento del mercado de trabajo. Decía Saint-Simon, «El paraíso no esta detrás, sino delante nuestro», pero para ello debemos dar voz a los sin voz, democratizando la democracia y exigiendo que seamos los ciudadanos los auténticos soberanos de nuestro destino, pero para ello es imprescindible la participación, la lucha y la unión de los pobres del mundo que somos todas/os menos unos pocos que nos dan recetas económicas y sus marionetas que las llevan a la práctica.