Iván Moreno celebró ayer en Alcañiz su tercer podio en lo que va de temporada. :: T. A. C.
LA PRÓRROGA

Iván Moreno es un chico superdotado

El motociclista portuense , segundo en la cuarta cita del CEV en Motorland

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Con el segundo puesto cosechado ayer en Alcañiz, Iván Moreno demostró muchas cosas y todas muy positivas. Lo primero es que es más candidato que nunca a hacerse con el Campeonato de España de Velocidad. En la general está tan solo a cinco puntos de diferencia del líder, Daniel Rivas (60 ha sumado en las cuatro carreras disputadas por los 65 que acumula el pontevedrés), y quedan por delante tres carreras en circuitos que se le dan bastante bien, como son los de Albacete (12 de septiembre), Valencia (14 de noviembre) y Jerez (21 de noviembre). Si consigue mantener la línea trazada en los últimos compromisos (ha logrado tres podios en las cuatro carreras), tendrá muchas papeletas de alzar la copa de esta competición denominada 'mundialito' entre los entendidos, ya que el CEV es uno de los eventos de más caché dentro de la segunda línea y es el único cuyos ganadores tienen el derecho a dar el salto al Campeonato del Mundo, como le pasó el año pasado al gaditano Alberto Moncayo.

Si el portuense sube al podio en las tres próximas carreras obligará a no fallar a sus rivales, sobre todo a Rivas, que ya ayer sufrió en el flamante Motorland y no pasó del séptimo puesto. Era la gran prueba de fuego de este campeonato, una especie de examen que iba a despejar muchas incógnitas. En un trazado nuevo, donde las fuerzas se igualan porque ningún piloto tiene demasiada experiencia, iba a verse quiénes son los buenos, quiénes son los que están más fuertes. Y la respuesta de Moreno no pudo ser más contundente. Segundo por detrás del británico Kev Coghlan, ganador de la carrera en Moto 2, cuenta con el honor de ser el primer piloto en ostentar la vuelta más rápida del circuito en el nacional en esta categoría (1.56:313 en el noveno giro).

A Oliveira no lo para nadie

El portuense tiene ahora un gran reto por delante. Ha de demostrar que es un ganador nato. Pese a que su afición por las motos comenzó tarde, a los 16 años, ha ido progresando a una velocidad endiablada, la misma con la que consigue lo que se propone sobre su Moriwaki. Del bache en el que entró a raíz de su debut mundialista en Jerez ha salido más que reforzado. Moreno aprende deprisa y se adapta a todo. Y lo mejor es que tiene un gran equipo detrás suya, una cuna de campeones. Como el portugués Oliveira, que volvió a ganar ayer y ya es líder indiscutible en 125 cc.