El presidente andaluz, José Antonio Griñán, analiza dos días después del Debate de la Comunidad su paquete de medidas. :: SALVADOR SALAS
ANDALUCÍA

El impuesto a los bancos es para presionarles un poco, para que contribuyan a salir de la crisis

José Antonio Griñán. Presidente de la Junta de Andalucía

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El presidente andaluz, José Antonio Griñán (Madrid, 1946) reflexiona satisfecho y prudente sobre el recorte presupuestario y la subida de impuestos que acaba de anunciar para cumplir con el déficit y el plan de estabilidad nacional. Defiende su ajuste y la autonomía de hacerlo de manera diferente al Gobierno de Zapatero. Tan prudente que elude arremeter contra su principal adversario en Andalucía, Javier Arenas, para no hacer leña del árbol caído cuando todos le dan como ganador de su primer Debate sobre el Estado de la Comunidad. Él rehúye pronunciarse y sólo subraya el tono amable del debate: «El tono fue del que no deberíamos bajarnos nunca los representantes públicos», afirma.

-Nunca ha habido un ajuste tan duro en Andalucía, con subida de impuestos y recortes de gasto, ¿cree que será bien entendido por los andaluces?

-Nunca había habido una crisis de esta naturaleza, esa es la verdadera cuestión. Esta es una crisis que ha afectado al corazón del capitalismo porque ha afectado al capital, ahogado el capital, va a tardar mucho en reconstruirse el crecimiento económico, y eso ha obligado a adoptar todas las medidas que hemos tomado. Hemos pedido sacrificios, con una mayor carga fiscal distribuida equitativamente para gravar a los que más ganan, y una política no solamente de reducción del gasto sino también de reorientación del gasto, pero no tocamos el gasto social para nada.

-Tal como usted ha explicado las medidas fiscales, da la impresión de que el ajuste está en otro foco distinto al de aumentar los ingresos, ya que usted dice que los bancos podrán descontarse el impuesto si dan créditos y el objetivo de la tasa a las bolsas es que estas desaparezcan.

-Todo el ajuste está dirigido a impulsar la economía. En el caso del impuesto a los bancos, tendrán que pagar una cantidad equis, pero si esa cantidad la invierten en procesos productivos, yo voy a obtener los mismos recursos, pero en vez de obtenerlos del banco, los recibo de estos empresarios que han invertido, creando empleo y creando riqueza. Es hacer sencillamente que la carga fiscal también sea motor económico.

-¿Es como dice su consejera de Hacienda un instrumento para el diálogo con las entidades?

-Un instrumento para el diálogo, pero también un poquito de presión. Mire usted, yo siempre digo que en esta crisis podemos tomar las medidas que queramos, pero esto es una crisis del capital y si hubiera seguido fluyendo crédito, si hubiera fluido un 50% de lo que fluía antes, entonces la crisis no hubiera sido lo que ha sido, el problema es que se han cerrado los grifos, que de repente el pagaré que te descontaban, no te lo descuentan.

-¿Y no se ha cerrado el grifo en Extremadura, donde llevan años con este impuesto?

-Allí ha ocurrido también, pero tienen un instrumento, ha ocurrido en toda Europa. Es un mercado muerto.

-El que el Gobierno pueda recurrir al Constitucional el impuesto a los bancos como hizo con Extremadura, ¿no le ha frenado?

-No, nosotros lo pensamos, hablamos con Extremadura, vimos la disposición y los resultados que estaba teniendo, vimos cómo las sociedades financieras en Extremadura colaboran plenamente con su gobierno, jurídicamente nos hicieron un estudio y creemos que tenemos ámbito de competencias. Una vez visto esto, tomamos la decisión. No queremos que sectores sociales o económicos dejen de contribuir a lo que es la salida de la crisis. Hay algo que puede funcionar como mensajes ejemplares a la sociedad, como que el que los que más ganen, aporten un poco más. Y también las entidades financieras, que reciben dinero público para su saneamiento, ahí tiene el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria). Ahora Bancaja y Caja Madrid van a pedir dinero al FROB, que al final es de todos los contribuyentes. Bueno, pues que contribuyan un poco también ellos.

-¿Ha hablado de este impuesto con el Gobierno, con el Ministerio de Hacienda?

-No, no lo he hablado, tampoco habla el Ministerio de Hacienda conmigo cuando toma las decisiones.

-No sabe entonces si lo recurrirá...

-Mire usted, aprobamos un modelo de financiación que aumentaba la autonomía fiscal y financiera. La autonomía se ejerce en el Parlamento, en mi Parlamento, ahí es donde yo tengo que dar cuenta de las decisiones que tomo. Otra cosa es que a nivel de partido lo hablemos, pero cuando hago mi presupuesto, hago mi presupuesto. Ya tengo un límite de gasto y un plan de estabilidad (a instancias del Gobierno central), pero mi autonomía es suficiente para decir qué ingresos y qué gastos.

-¿Por qué el céntimo sanitario ahora? Siempre fueron reticentes.

-Nosotros cuando se propuso esta medida estábamos en una inflación alta, ahora estamos en una situación en la que el riesgo no es de inflación sino de deflación, por tanto, ahora no afectaría a los precios. Hemos visto que en la relación coste-beneficio, los beneficios en estos momentos son mucho mayores. Se va a recaudar dinero suficiente para no tener que tocar el gasto sanitario.

-¿Y en la tasa a las bolsas?

-En la bolsa de un solo uso, a mí lo que me fastidia es que ya hay alternativa, pero por comodidad o por lo que sea, seguimos viendo nuestros ríos, nuestros mares, nuestras playas y nuestras dehesas llenas de bolsas de plástico donde se alimentan peces, especies que pueden tener serios problemas. Queremos que eso se cambie, porque está haciendo mucho daño.

-Hay quien advierte de emigración fiscal, de ir a comunidades donde no suban los impuestos.

-Le digo una cosa, si una persona por contribuir 900 euros más, se quiere ir de nuestra tierra, amén de insolidaria, diría yo que es un majadero. A un funcionario que gana 30.000 euros, le hemos quitado 1.500 euros. Estamos hablando de que a uno que gane 90.000 le vamos a quitar 900 euros. Si eso va a empujar a la emigración, bueno, a lo mejor no merece la pena que sea andaluz.

Los metros siguen

-En el ajuste de las inversiones en infraestructuras, ¿qué van a defender como prioridad ante el recorte anunciado por Blanco?

-Sin que esto signifique que vaya a ser de una manera u otra, creo que no podemos perder el tren ferroviario que hemos iniciado. Lo ferroviario para mí es prioridad, porque no es contaminante.Yo soy más partidario en este momento de preterir autovías. Andalucía es una región que tiene una estructura de autovías espectacular, incluso a nivel europeo, la inversión de la Junta en autovías es el 36% de las autonómicas de España. Existe una fijación con la autovía por necesidad, una autovía para todo. Las autovías hieren, provocan muchas heridas al paisaje. Yo creo que se puede avanzar en parajes con una carretera de tres carriles, puede ser más compatible con la sostenibilidad. Creo sinceramente que la gente va a entender que en la crisis retrasemos una autovía, y no pasa nada. La consejera lo está hablando con el ministro y nosotros también tenemos que hablar de lo nuestro, también tenemos que retrasar proyectos. No sólo de carreteras, estoy hablando de un polideportivo en un pueblo o una piscina cubierta...

-¿Qué criterios se tendrán en cuenta?

-Lo que no está empezado es más fácil no empezarlo que lo que ya está empezado.

-¿Los metros se salvarán del recorte?

-Sí, los metros van a seguir.

-¿Y el tramo del AVE a Granada que financia Fomento?

-Creo que lo hará. Es lo que está hablando la consejera con el ministro.

-¿La autovía del Olivar, que usted tanto defendió, quedaría fuera?

-No, esa se va a licitar por concurso público-privado.

-La reestructuración de las empresas públicas sólo va a suponer cien millones de ahorro en tres años, ¿no le parece poco cuando desaparecen 110?

-Siempre hemos hablado de un sector público andaluz más eficiente, más coordinado y más gobernable y concentrado en el territorio. Vamos a hacer una concentración, y una mayor gobernación. Queremos ganar en eficiencia, en prestación de servicios a los ciudadanos. Evidentemente no vamos a despedir a nadie, pero sí va a haber directivos, unos 180, que no seguirán.

-¿Nos puede avanzar qué empresas serán las afectadas?

-No las tengo todavía, pero sé que la consejera de Hacienda tiene ya el visto bueno de todos los consejeros sobre ese tema.

-¿Toca a todas las consejerías?

A todas, a todas les toca en algo, porque todas tienen algunas.

Fusiones de las cajas

-Tras la fusión fría de Bancaja con Caja Madrid, el Gobierno ha dicho que el proceso casi está cerrado, ¿las andaluzas se van a quedar fuera? ¿Qué puede pasar?

-No debo hablar. Si digo algo, lo hago casi más como secretario general del partido que como presidente. ¿A mí qué me gustaría? A mí me hubiera gustado que todas (las entidades andaluzas) se hubieran mirado unas a otras y hubieran llegado a una concertación de intereses. Es verdad que los localismos todavía son altos en Andalucía. A mí me gustaría que se resolviera bien la subasta de Cajasur, que las pujas de Unicaja y Cajasol fueran las más interesantes, que luego Unicaja y Cajasol se miraran entre ellas, y eso daría lugar a movimientos muy importantes. Pero eso sería un final de trayecto que tienen que decidir los órganos de las cajas, no yo.

-¿Y daría tiempo?

-Sí da tiempo, eso se puede hacer perfectamente.

-¿Por qué dos ofertas andaluzas para quedarse con Cajasur?

-Es mucho mejor tener dos oportunidades que una en la subasta a la que van a concurrir otras, incluso de fuera de España.

-¿Tendría más posibilidades ahora Cajasol que Unicaja?

-Yo quiero reivindicar el papel de Unicaja. En toda esta historia de las cajas andaluzas ha jugado un papel importante, a despecho de lo que se pueda decir. Lo que más me ha dolido de todo lo que ha ocurrido en este caso es escuchar críticas a Unicaja en este proceso, eso sí me ha dolido, porque me parece profundamente injusto. Se lo dije al gobernador del Banco de España, Braulio Medel hizo lo que debía hacer. No sé lo que ha pasado, porque lo irracional nunca se entiende. No he entrado en ello. Pero creo que Unicaja es irrepochable. Creo que Andalucía se puede sentir orgullosa de tener a Unicaja.

-¿Qué pasó con Caja Granada?

-Cuando Caja Granada inicia una vía de aproximación a las cajas de fuera, es cuando está en pleno proceso la fusión de Unicaja y Cajasur, y nadie podía dudar de que eso no iba a seguir, nadie podía imaginar que la decisión del Cabildo fue la que fue, por lo tanto, Caja Granada no hace esto (fusión fría con cajas levantinas) después de lo que ha ocurrido sino antes, esto es para entender un poco la posición de Granada. Caja Granada necesitaba sanearse y Unicaja en ese momento no podía. Si no, hubiera sido Unicaja con Caja Granada.

-¿Con una fusión fría?

-Sí, con lo que hubiera sido. Pero Unicaja fue a sanear Cajasur, por eso me duele tanto.

-¿Desconfía de las fusiones frías?

-Si desembocan en la muerte de las cajas me van a tener en frente. Yo creo en las cajas. No he conocido a nadie que me haya explicado por qué una caja es menos eficiente que un banco, porque no lo es.

Bienestar

-¿Cómo aplicar su máxima de ayudar a los que se ayudan en los incentivos contra la crisis?

-Para ser sostenible el modelo que queremos no podemos estar dando sólo ayudas a fondo perdido. Lo que estamos haciendo es convertir estas en préstamos asequibles. El Estado tiene que generar igualdad de oportunidades, pero las oportunidades se tienen que aprovechar, no podemos establecer sólo el concepto de estado benefactor, porque eso es una barbaridad. Si Andalucía se vuelca en dar oportunidades a quien no las tiene, los que reciben esas oportunidades tienen que aprovecharlas. Pongo un ejemplo: damos becas, pues hay que estudiar, es un compromiso. El Estado del Bienestar, sus prestaciones, tienen que ser más activas. Incluso en las pensiones yo siempre he propuesto una jubilación compartida con actividad.

-¿Cómo se imagina el horizonte de esa Andalucía sostenible, por ejemplo, se imagina a Andalucía como líder en...?

-Yo creo que podemos ser líderes, seguro, en turismo y en en el sector agroalimentario. Creo que en materia de turismo podemos ser una potencia y tenemos capacidad para ello. En agroalimentario nos falta que el sector agroindustrial ponga más valor añadido y más inteligencia y más innovación, porque si no va a matar la gallina de los huevos de oro. Lo que no puede ser es que el sector agroindustrial tenga los costes que tiene y pague a los agricultores la porquería que les pagan. Tienen que tecnificarse más, pero somos potencias seguros. Pero Andalucía también ha sido siempre una región con industria aeronáutica, somos muy buenos en ingeniería, en investigación biosanitaria, en la construcción y en conservacionismo medioambiental.