Los Chinchorros, zona en la que se contemplan una mayor cantidad de pisos nuevos. :: N.R.
CÁDIZ

Más de 4.000 viviendas sobre el papel y en busca de suelo

El documento mantiene la cifra inicial pese al rechazo administrativo a los 500 pisos sobre palafitos en Cortadura

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La vivienda es una de las necesidades fundamentales para los gaditanos. El documento, en sus estudios complementarios, asume que la ordenación de un parque de pisos a precio asequible para grandes sectores de población es más difícil en la capital gaditana que en cualquier otro municipio con tierra alrededor.

Los textos que acompañan al nuevo PGOU dan por sentado que el precio medio de la vivienda en Cádiz está desajustado. De hecho, la carestía del metro cuadrado de lugar habitable es una de las razones que explican los movimientos de población de un lugar a otro de la Bahía.

Para remediarlo, el nuevo plan urbano presenta una oferta que tiene números, pero en la que cuesta imaginar los escenarios. Tanto el texto del plan como su responsable, el delegado de Urbanismo, hablan de 4.030 viviendas de nueva construcción que se levantarán durante los años de desarrollo del documento oficial. El gobierno local fija la mayoría de estos pisos en zonas como San Severiano (en la manzana que dejará libre el viejo cuartel de la Guardia Civil) y, especialmente, en los Chinchorros, la última superficie de tamaño medio que aún queda por urbanizar con dignidad y verticalidad en la capital gaditana. El PGOU especifica que de las 4.030 viviendas nuevas, casi dos tercios (59% del total) tendrán algún tipo de protección oficial.

Estos números no se han modificado a pesar de que el gran núcleo de creación de vivienda protegida (los palafitos en Cortadura) ha sido rechazado por la administración central, que considera este proyecto agresivo para el entorno natural de la Bahía de Cádiz.

Aún así, el gobierno local insiste en que las 500 viviendas protegidas que se iban a levantar en esa zona no se pierden, sólo se trasladan. Falta aclarar, con exactitud, a dónde. La complejidad del rompecabezas urbanístico que es Cádiz impide precisar más.

En cualquier caso, la Delegación de Urbanismo no renuncia a construir sobre pilotes fijados en la Bahía, en la zona de Cortadura. El plan está aplazado, aparcado, pero no descartado.

Como consideraciones generales, además, el nuevo PGOU fija como prioridad absoluta la vivienda para jóvenes, defiende que el alquiler sea mayoritario frente a la compra y propone que los pisos de protección oficial tengan entre 40 y 60 metros cuadrados.

Los informes que completan las previsiones urbanísticas para la segunda mitad del siglo XXI en Cádiz lanzan también una seria advertencia. La lucha contra la infravivienda está lejos de terminar.

Uno de los textos que forma el PGOU que se aprobará el lunes admite que la mitad de las fincas del casco antiguo «no está en buen estado». Apura a las administraciones a que actúen. El problema es que empiezan a escasear los fondos.