CÁDIZ

La ciudad que se resistía a parar

Nuevo Carranza, San Sebastián y Santa Bárbara son las más costosas entre más de medio centenar

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Cunde la sensación de desánimo y se hacen necesarias las explicaciones. Nunca como en la semana que termina, los gaditanos, como el resto de españoles, han escuchado tantas veces la palabra «austeridad». En los discursos, los titulares y las conversaciones la suelen acompañar otras como «recortes», «tijeretazo», «congelación», «aplazamiento», «suspensión» y «reprogramación».

La traducción ciudadana más común es la desconfianza. Nadie pone la mano en el fuego por la terminación de una obra dentro del plazo anunciado. Ni siquiera por su ejecución completa. Mucho menos, por el inicio de las que están anunciadas para los próximos dos años. Crece la sensación de que sólo quedan telarañas en las arcas de las instituciones públicas.

Una de ellas, la más cercana por ámbito de actuación, niega la mayor. El Ayuntamiento de Cádiz admite en cada intervención pública de la alcaldesa el gran descenso de transferencias del Estado.

A esa circunstancia se suma la reducción de ingresos por impuestos, multas y tasas, además del venidero bajón de poder adquisitivo entre los trabajadores públicos y, sobre todo, las galopantes cifras de desempleo.

El concejal de Hacienda, José Blas Fernández, llegó a pronosticar el 'corralito' (que las entidades financieras bloqueen el acceso de los clientes particulares a sus cuentas), en un artículo de opinión que firmaba en LA VOZ este mismo mes.

Pese al viento en contra

Pero a pesar de las dificultades confesas, el Ayuntamiento niega que haya caído en la parálisis. Las trabas que han encontrado algunos proyectos como el pabellón Portillo o el nuevo estadio Carranza y los retrasos acumulados en otras iniciativas (de plaza de Sevilla al parque de Astilleros) se suman al clima de incertidumbre general.

Hechos tan graves como que la Junta de Andalucía confirme que no tiene dinero para seguir adelante, este año, con la lucha contra la infravivienda, aún pintan el cuadro colectivo con colores más oscuros. La tendencia a considerar que Cádiz ha perdido pulso, que es una ciudad paralizada, puede crecer en un campo abonado por el pesimismo. El concejal de Urbanismo niega este frenazo general. Sostiene que la previsión administrativa sirve para compensar el descenso de recursos económicos.

Para respaldar su afirmación, el Ayuntamiento recuerda que hay 60 proyectos en marcha, recién inaugurados o ya licitados en la ciudad. En el recuento, suma los financiados con dinero del Gobierno (plan E) y los de financiación municipal, los que cuentan con colaboración de la Junta y los que no. En definitiva, todos los que deben servir para prestar servicios a los ciudadanos. Más de medio centenar de obras que van de macroproyectos como el aparcamiento de Santa Bárbara, el centro de arte contemporáneo, el teatro de la Tía Norica o el castillo de San Sebastián a simples mejoras de asfaltado en calles o la construcción de pequeñas pistas públicas deportivas.

Hechos en vez de palabras

Tanto en unos casos como en otros, estos 60 ejemplos (sin incluir proyectos de viviendas dependientes de Procasa) demuestran para el Ayuntamiento que la sensación de parálisis es falsa.

Ignacio Romaní, teniente de alcaldesa de Urbanismo, asegura que los mecanismos de trabajo interno garantizan el cumplimiento de plazos: «Desde el Ayuntamiento llevamos una coordinación plena y absoluta del ritmo de la ciudad, de las necesidades de las diferentes zonas y de las mejoras que demandan los vecinos. Semanalmente mantenemos encuentros de coordinación técnica y política donde adelantamos y propiciamos la elaboración de proyectos para que, en el momento en el que hay presupuesto, se pongan en marcha». Romaní sostiene que para combatir la sensación de frenazo entre los ciudadanos, los hechos son más efectivos que las palabras: «Esta planificación permite que los ciudadanos vean cómo cambia la imagen de la ciudad».

Conocedor de la gravedad de la situación económica general, el concejal incluso hace piña con otras instituciones y presenta este esfuerzo como el resultado de inversiones de distintas administraciones, ya sean gobernadas por el PP o por el PSOE: «Estos proyectos que están en marcha responden tanto con las inversiones municipales como a las impulsadas a través de fondos europeos, estatales o de cualquier otra índole».

Romaní, en cambio, resalta el papel de coordinación del Ayuntamiento de Cádiz para dar forma a todos esos esfuerzos públicos.

«Gracias a esa planificación, la capacidad del Ayuntamiento a la hora de presentar, culminar y justificar los proyectos es inmejorable», resume con un optimismo digno de agradecer, por infrecuente en las últimas fechas.