Muchos comercios de ropa no soportaron la crisis y colgaron el cartel de liquidación, la imagen es un ejemplo en plena calle Columela, en Cádiz. :: FRANCIS JIMÉNEZ
Ciudadanos

La tardanza en el pago de las ayudas públicas ahoga a los autónomos

El aumento de peticiones de los emprendedores para conseguir una subvención retrasa el cobro, que supera ya el año y medio de espera

C ÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Se alquila. El local -50 metros cuadrados, paredes con estuco veneciano y varias conexiones de agua- acogía hasta hace unos meses una peluquería a pocos metros del estadio Carranza. Su propietaria, una chica joven que montaba su primer negocio, apenas aguantó un año. La crisis se comió las ilusiones y la inversión. Ahora el local lo ocupa una tienda de comestibles, un negocio ya establecido que encuentra una mejor ubicación.

El ejemplo se repite cada día en la provincia. Tres de cada diez nuevas empresas cierran antes de cumplir dos años y, en muchas ocasiones, a sus responsables no les da tiempo a percibir la ayuda pública que les habían aprobado. Ese tipo de situaciones llegan con frecuencia a la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) de Andalucía. Su vicepresidente, Rafael Amor, reconoce que los casos son mucho más habituales que antes, además, le consta que las peticiones a las administraciones públicas son más numerosas.

«Es difícil definir el dato, pero es lógico que la oferta abierta por consejerías o ministerios esté desbordada», asegura. La dificultad para conseguir un crédito, incluso procedente de las líneas ICO, no deja otra alternativa a los que quieren montárselo por su cuenta.

Unos 24.000 euros es lo que se necesita de media para abrir un pequeño negocio y los colectivos empresariales aconsejan contar, al menos, con la mitad antes de embarcarse en la aventura. «Estar confiado en una ayuda pública es un riesgo, porque pueden denegarla, simplemente por silencio administrativo sin llegar a contestar nunca a la solicitud», recalca Rosario Moreno-Opo, asesora jurídica de ATA.

En este caso, explica que el tiempo de espera para la aprobación es de tres a seis meses, a veces menos, pero los cobros se dilatan y algunos llegan a superar el año y medio. «El atasco burocrático ante el aumento de solicitudes hace que el proceso sea mucho más lento», insiste la abogada. Otras veces exigen que la inversión se haga por adelantado y el dinero público llega cuando el negocio ya está en marcha.

Importe necesario

La vía del crédito se ha puesto tan difícil que siete de cada diez autónomos opta por no seguirla, según el último barómetro del colectivo. «Eso nos preocupa, porque deja en el camino muchos buenos proyectos».

¿Y cuánto puede solucionar la ayuda de las administraciones? Dependiendo de la situación, el importe llega a los 12.000 euros de forma general, prácticamente la mitad de lo que es necesario.

Ser mujer es uno de los requisitos que suma puntos a la hora de acceder a una subvención, pero también conlleva otras dificultades. Yolanda Pérez Ríos, secretaria general de la Asociación de Mujeres Empresarias de Cádiz, admite que a la hora de buscar financiación necesitan más avales. «Las trabas burocráticas para recibir ayuda son un verdadero lastre», explica. En definitiva, «a las mujeres las marean más».

Las principales peticiones son por las ayudas a los autónomos. Precisamente, la Junta publicó ayer la nueva orden donde se establece este plan de incentivos. En él se estipula un plazo máximo de respuesta de tres meses para la concesión y también otro de hasta seis para percibir los fondos. Es una de las pocas que acorta los plazos para el cobro.

Sin embargo, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos de Andalucía (UPTA-A) consideró ayer «poco ventajosa» la orden andaluza, ya que según su análisis, «no se contempla la capitalización de la prestación por desempleo». En relación a las normas de procedimiento, diversos aspectos de las mismas dan «la impresión de desconocimiento de las características del trabajo autónomo» y de las normas generales que le son de aplicación, según detallaron en un comunicado. Además, resaltaron que resulta «llamativo» que «incluso alguno de los puntos que constituye el mencionado apartado de normas de procedimiento resultan, cuando menos, contradictorios entre ellos mismos».