La obra del estadio Carranza, paralizada sin fecha de terminación ni coste definitivo

El mayor proyecto municipal, la obra con financiación local de más alta dotación presupuestaria, no tiene fecha de terminación, ni costes definitivos. Ni siquiera tiene un mínimo ritmo de avance. La denuncia procede, curiosamente, del Ayuntamiento, la institución que ha puesto en marcha la iniciativa para derribar la vieja tribuna del estadio Ramón de Carranza y construir una nueva que sirva para completar el gran recinto deportivo.

La confesión llegó ayer, por vía oficial, poco después del mediodía y con la firma del concejal de Urbanismo, Ignacio Romaní.

Sus palabras dejan claro que la obra de demolición y reconstrucción de la definitiva grada del Carranza se retrasa sin remedio.

El ritmo de los trabajos se ha ralentizado, hasta llegar al 25% del previsto y todas las alarmas sobre demoras y paralización han quedado encendidas.

El hecho más llamativo, por inusual, es que la institución que da el aviso es la responsable máxima de la iniciativa y propietaria legal del inmueble: el Gobierno local.

El delegado de Urbanismo asegura que esa grada «no estará finalizada tal y como pretendían las autoridades municipales para que coincida con el centenario del Cádiz Club de Fútbol».

El argumento que ha obligado al Gobierno local a lanzar esta advertencia es que la empresa Gol 3000, que gestiona una de las tiendas de recuerdos del equipo y que está ubicada en la vieja grada semiderribada, «se niega a desalojar sus instalaciones y a alojarse en un nuevo espacio mientras duren las obras».

San Juan de Dios señala al club

Las obras de demolición y reconstrucción de la nueva tribuna del estadio comenzaron el pasado 16 de marzo. El Ayuntamiento afirma que dio luz verde al comienzo de los trabajos «después de que el propio Cádiz Club de Fútbol indicara que la tienda estaría desalojada en cuestión de días -según consta en documentos escritos que tiene la propia entidad deportiva-».

Sin embargo, las obras están casi frenadas por completo hace prácticamente un mes. El propio delegado municipal señala que desde «el 7 de abril, la empresa FCC -adjudicataria del derribo y de la creación de la nueva tribuna- está con la obra paralizada de manera parcial por cuestiones de seguridad, es decir, para no afectar al material y al género que hay en el interior de la tienda».

El responsable municipal añade que durante este tiempo de frenazo en el proyecto, «Gol 3000 SL no ha hecho más que poner trabas a la tramitación. En un primer momento, se negaron a recoger las llaves del nuevo local, y en segundo lugar indicaron que rechazaban la nueva ubicación que se les ofrecía desde el Cádiz para su traslado. Entre los argumentos que esgrime Gol 3000 SL se encuentra la falta de aseos, un equipamiento que tampoco tenía el local actual en el momento en el que comenzaron a explotar el espacio».

Escombros y dudas

El concejal de Urbanismo admite que todo el proyecto está casi en suspenso, admite que el ritmo de avance es un 25% del previsto: «La obra se ha ralentizado y ha pasado de ir de 100 a 25 por hora. No se ha podido finalizar con la demolición, ni tampoco podemos meter, por ejemplo, la totalidad de las máquinas para las pantallas de cimentación».

Ante esta situación, el Ayuntamiento asegura que el Cádiz Club de Fútbol ha pedido a los tribunales una medida cautelar para acceder a la tienda y desalojarla.

Desde el juzgado competente se le ha indicado a la entidad cadista que no será hasta finales de junio cuando previsiblemente el juzgado se posicione.

En el mejor de los casos, la obra sufrirá un retraso de tres meses según las previsiones municipales. Pero no existe ninguna garantía de que los trabajos recuperen su ritmo previsto ni siquiera durante el verano. La situación puede prolongarse indefinidamente.

La fecha prevista hasta ahora contemplaba inaugurar la nueva grada alrededor del 15 de julio de 2011 para que el Cádiz CF pudiera celebrar el partido del centenario, con el estadio totalmente renovado, un mes después. Pero, ante estos acontecimientos, el Ayuntamiento da por hecho que ya es «imposible que se cumplan estos propósitos». Romaní admite, además, que la demora podrá empeorar aún más si a partir de junio no continúan las obras. Si el conflicto judicial no se resuelve, la fecha de terminación seguirá retrasándose y, advierte el Ayuntamiento, «los costes podrían incrementarse».

Hasta ahora, la información oficial dice que el Ayuntamiento ha invertido 756.028 euros en el proyecto inicial, que ganó la empresa Bauen, y 26.602.385 euros en los trabajos definitivos de reconstrucción, adjudicados a FCC. La confirmación definitiva de estos trámites se produjo el pasado 11 de diciembre. Este proyecto supuso la mayor inversión municipal en todo el ejercicio anual, con un 60% de la partida total consignada en los presupuestos municipales.