Rafael Román observa desde su cargo cómo su partido debate para buscarle sucesor. :: ÓSCAR CHAMORRO
ENTREVISTA

«Me pidieron dos veces que fuera candidato y acepté, espero de los demás que hagan lo mismo»

El primer responsable de la oposición municipal gaditana afronta el último año de esa etapa política Rafael Román Guerrero Concejal; último aspirante socialista a la Alcaldía de Cádiz y diputado

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Presenta uno de los mejores currículos institucionales del PSOE provincial. Fue consejero, eurodiputado y presidente de la Diputación. Aún ejerce como parlamentario y, sobre todo, es el primer responsable de la oposición local en el grupo socialista. Precisamente, ese cargo, el de número uno de la lista del PSOE a las municipales, se ha convertido en un quebradero de cabeza para su partido.

Rafael Román Guerrero (Chiclana, 1948) ha sido el último representante socialista en liderar la candidatura a la Alcaldía. Lo hizo dos veces. Ese papel le convierte en un protagonista y voz autorizada para desgranar el momento que vive su formación en la capital gaditana. Afronta los últimos meses de su trayectoria municipal, no política.

-Mejor resolver cuanto antes la pregunta que parece obligatoria: ¿Cuándo debería anunciar el PSOE el nombre de su candidato a la Alcaldía de Cádiz, qué características debería tener y qué persona le parece la más indicada?

-Ahora estamos en la fase de la discusión. Existe un debate entre la nueva dirección regional que, inquieta, propone que se resuelva en julio. En cambio, la dirección federal prefiere que se mantenga la fecha de septiembre, porque considera que, con los nuevos medios de comunicación, seis meses son suficientes para dar a conocer a un candidato. En eso estamos. Creo que toda la polémica se ha producido a destiempo. Para opinar, en un partido con reglas, hay que ajustarse a las reglas. La competencia es de la ejecutiva regional. Le toca proponer candidato a la ejecutiva regional.

-¿Considera que el PSOE da mala imagen cuando varios de sus militantes admiten públicamente que no quieren ser candidatos a la Alcaldía de Cádiz?

-A mí me lo pidieron dos veces y acepté porque me lo reclamaba el partido. En ninguna de las dos ocasiones lo había solicitado yo. Espero de los demás que hagan lo mismo. Nadie me podrá negar autoridad moral para hablar de este caso. La que da el ejemplo personal.

-¿Le parece razonable que se hable tanto de personas y tan poco de propuestas, ideas y programa?

-Tenemos un programa electoral muy bueno. Hemos presentado buenos programas electorales. Pero, aunque parezca mentira, las propuestas programáticas suelen enganchar poco a la gente. Excepto la plaza del Mar, recuerdo pocas que hayan provocado cierto debate y, cuando lo hay, alcanza escaso calado electoral.

-¿Tanta es la fuerza electoral de Teófila Martínez?

-Hace la campaña electoral con el apoyo que dan los recursos públicos. Se apoya en el PGOU de nunca jamás. El PP de Cádiz va a batir un récord mundial. Va a montar tres campañas electorales, a lo largo de 12 años, con el mismo PGOU.

-Lleva 30 años en la vida política alrededor de Cádiz ¿Qué estado de ánimo encuentra en la ciudad? ¿Cree que hay cierto desencanto ante la posibilidad de desaprovechar el Doce como justificación para recuperar tiempo y terreno?

-Quizás haya cierto pesimismo, porque la ciudad ha perdido mucho protagonismo económico. El peso industrial se ha centrado en Puerto Real. El peso residencial, en El Puerto. El turístico, en Chiclana. San Fernando, además de una auditoría, tiene cierta capitalidad comercial y de instalaciones deportivas. La ciudad de cádiz conserva el peso administrativo y político, nada más. Quizás eso decepcione.

-¿Y el Doce? ¿Aún piensa que se perderá ese tren, como llegó a denunciar en público?

-El Doce le está dando a Cádiz una capitalidad política indiscutible y creo que va a poner nuevos recursos al servicio de los ciudadanos, sobre todo en materia de insfraestructuras, transportes. Estamos hablando del nuevo puente, del tren de alta velocidad... Cada vez más gente descubre Cádiz como una ciudad única, genuina, de las pocas que no tiene campo alrededor, que nunca fue pueblo, cuyo centro histórico se salvó del desarrollismo salvaje, milagrosamente, porque se concentró en Extramuros. Pasan muchas cosas, pasa mucha gente, pero la ciudad permanece. Hay mucho potencial, pero también se ha perdido oportunidades. Sobre todo, respecto al Bicentenario, en los años de vacas gordas se desperdició la oportunidad de transformar y ampliar la planta hotelera gaditana. Habría sido un gran acompañamiento para el Doce.

-En menos de un año cierra su etapa municipal y, en 24 meses, acaba esta legislatura como diputado nacional ¿Qué planes tiene?

-No tengo ninguno. Tengo mi profesión [Doctor en Filosofía y Educación, profesor universitario] y la política es mi pasión. Me gustaría continuar, pero tanto seguir con mi pasión como volver a mi profesión son dos opciones que valoraría con la misma serenidad.