Las críticas a Pilar Sánchez obligan a su marido a regresar al puesto de escolta

Golpe de efecto a catorce meses de las elecciones municipales. El marido de la alcaldesa ha decidido dimitir del puesto de jefe de gabinete de la primera edil para acallar las numerosas críticas externas e internas que estaban poniendo en entredicho incluso la candidatura de Pilar Sánchez. Aunque la regidora ostenta el bastón de mando de la ciudad mediante mayoría absoluta, se hacía necesario ahora, más que nunca, lavar una imagen desgastada y consolidar su posición como líder del gobierno local. Al final, la decisión no ha adoptado la forma de cese, como muchos esperaban, sino de dimisión, algo que ha sido bastante criticado por la oposición política.

A partir de mañana, día 1 de abril, Juan Carlos Jiménez volverá al puesto que ocupaba como escolta. O al menos esa es su intención, ya que desde algunas instancias policiales tiene claro que van a vigilar muy de cerca sus movimientos, ya que "su plaza ya está ocupada" y "o vuelve como Policía o tendrá que pelear otro sitio como cualquier otra persona". Este era el punto de partida para el nuevo Plan de Viabilidad que pretende poner en marcha a partir del lunes la alcaldesa. ¿Cómo va a llevar a cabo las medidas de ahorro si no empieza por lo que más daño ha hecho a su imagen? ¿Cómo va a prescindir de asesores si no comienza por su esposo, cuyo nombramiento fue motivo de tanta polémica? Eran las preguntas que muchos se hacían, incluso dentro de su propio partido, y a las que ha sido necesario responder, a través de esta carta de dimisión presentada por Juan Carlos Jiménez García.

El interrogante que se plantea ahora es, por tanto, qué pasará a partir del lunes. ¿Se fusionarán o recortarán delegaciones? ¿Quiénes y cuántos asesores se quedarán fuera del equipo? Las fuentes consultadas por este medio no descartan, incluso, la salida de algún concejal dentro de esta remodelación que se pretende acometer. Pero en lo que todo el mundo coincide es en que las competencias son exclusivas de la alcaldesa y sólo ella sabe lo que hará una vez que termine la Semana Santa.

Sea como fuere, la opinión generalizada es que la dimisión de Juan Carlos Jiménez le deja las manos más libres, ante la imagen pública y ante el propio PSOE, para acometer una remodelación de más calado en su equipo. Por cierto, la cuarta reforma que lleva a cabo desde que es alcaldesa y se espera que la definitiva.

Hay quien incluso no descarta, dentro de la formación, que la alcaldesa aproveche para llevar a cabo una especie de ajuste de cuentas, premiando a los fieles y colaboradores, y dejando fuera a los menos leales en esa remodelación que podría acometer una vez transcurrida la Semana Santa.

Por otro lado y respecto a la renuncia de Juan Carlos Jiménez, la oposición se mostró poco confiada en que finalmente exista un cambio real en las funciones que viene realizando hasta la fecha. «Más de lo mismo», señalaron desde el PP.

Medidas de ahorro

En cualquier caso, se trata de una decisión impulsada por la necesidad de acallar críticas y dar un primer paso a la hora de aplicar medidas de ahorro municipales.

El salario de Juan Carlos Jiménez como jefe de gabinete ronda los 54.000 euros brutos al año, sumando los complementos. Una nómina que ahora, lógicamente, se verá reducida al volver a su antiguo puesto de funcionario.

No se puede olvidar que su sueldo y su designación han sido una de las principales armas arrojadizas de la oposición contra la alcaldesa. Juan Carlos Jiménez fue nombrado como funcionario de empleo eventual en el Ayuntamiento en octubre de 2007, pocos meses después de que Pilar Sánchez lograra la mayoría absoluta.

El ex alcalde Pedro Pacheco, en medio de la batalla judicial con la primera edil por los asesores, denunciaría después en los juzgados que Jiménez «fue contratado mientras mantenía una relación estable sentimental con la alcaldesa».

Todos los partidos de la oposición, con la práctica excepción de IU, han hecho sangre con este tema durante buena parte del mandato, precisamente con lo que ahora se quiere acabar.

Subida y rebaja

El PSA criticó en el verano de 2008 que se le había subido el sueldo, una polémica a la que Pilar Sánchez decidió responder rebajándolo posteriormente. Casi un año después, la primera edil contrajo matrimonio con Juan Carlos Jiménez, lo que lejos de enfriar el debate por este asunto, lo avivó.

Su dimisión es la primera piedra de toque de la anunciada rebaja de asesores, que cuestan a las arcas municipales en total 1,3 millones de euros al año, más que todo el equipo de concejales.