Las dos familias de Boyer, 'unidas' en su último adiós

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El presente y el pasado de la vida de Miguel Boyer se han visto hoy las caras en el entierro del exministro socialista, fallecido este lunes por una embolia pulmonar. El economista ha recibido sepultura en la más estricta intimidad, un acto en el que han estado presentes sus dos 'familias'. Por un lado, Isabel Preysler y Ana Boyer, y por otro Laura y Miguel, los hijos que Boyer tuvo con la ginecóloga Elena Arnedo, de quien se separó en la década de los 80.

Desde primera hora de la mañana el tanatorio ha sido un ir y venir de amigos y familiares. Con la tristeza grabada en el rostro y de nuevo, de riguroso luto, llegaba Isabel Preysler pasadas las 11 de la mañana para despedirse en la intimidad del que fuera su marido durante 26 años. Poco antes hacía su entrada en la capilla ardiente su hija Ana, acompañada por su hermana mayor Tamara Falcó, su gran apoyo en estos difíciles momentos. Allí la menor del clan Boyer ha recibido el cariño de Fernando Verdasco, su novio desde hace un año, quien ha llegado procedente de China donde se encontraba compitiendo en el ATP Beijing. El tenista que también está siendo un apoyo fundamental de la joven, ha llegado al tanatorio acompañado de sus padres y de su hermana Sara.

También han querido acercarse para apoyar a la que fuera mujer de Julio Iglesias amigos íntimos como el padre Ángel, Nuria González, que ha llegado con su marido, Fernando Fernández Tapias, o el empresario Manuel Colonques, propietario de Porcelanosa, firma para la que trabaja Isabel Preysler desde hace varias décadas.

Miguel Boyer falleció ayer por la mañana por una embolia pulmonar. El economista arrastraba problemas de salud tras sufrir hace dos años una hemorragia cerebral de la que le costó mucho recuperarse, y aun así no lo hizo del todo. Como político, siempre será recordado por sus medidas más controvertidas como la expropiación de Rumasa, sus careos con Ruiz Mateos y su Decreto Boyer.