MUNDO BRITISH

La tragedia de los niños vascos

La ciudad inglesa de Southampton recuerda la historia de los 4.000 menores que llegaron hace 75 años huyendo tras el bombardeo de Guernica

MADRID Actualizado: Guardar
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El puerto de Southampton ha sido testigo de excepción de la historia del siglo XX. El 10 de abril de 1912, el Titanic partió de sus muelles: el resto del drama lo han contado libros y películas a lo largo de un siglo. Menos conocida, sin embargo, es la peripecia que sucedió en el puerto 25 años y un mes después de que partiera el trasatlántico. Así, el 23 de mayo de 1937, 4.000 asustados niños vascos llegaron a Southampton en un buque más modesto, el 'Habana', escapando de la destrucción que había asolado la villa de Guernica apenas unas semanas antes. Ahora, cuando se cumple el 75 aniversario del 'Habana', la Universidad de Southampton se ha volcado en recordar la "tragedia vasca".

Como todos los exiliados, los niños que huyeron de Guernica tuvieron que pasar mil y una penalidades. Según recuerda 'The Times', el Gobierno británico permitió que los refugiados llegasen al país con la condición de que no pudieran recibir ningún dinero público como ayuda. Por eso, tuvieron que ser los ejércitos de voluntarios los que proporcionaran comida, ropa y techo. Entre estos voluntarios se encontraban el músico de origen italiano Hector Sommaruga y su esposa, Antoinette.

El pasado 12 de mayo, la 'Basque Children of '37 Association UK' acudió a las instalaciones universitarias para disfrutar de una jornada de confraternización, con un almuerzo, bailes tradicionales vascos y charlas en las que se revivieron las vicisitudes de aquellos pequeños refugiados. Esta entidad se ha dedicado a recopilar los testimonios de los niños, que después se han recogido en el libro 'Here, Look After Him: Voices of Basque Evacuee Children of the Spanish Civil War'. Un día después, en un simposio se presentó un documental que recoge las historias de los 250 niños que permanecieron en Gran Bretaña después de 1945.

Entre ellas, las de Miren Sesumaga Uribe-Echebarria y Moisés Moragrega Alonso, que se casaron en 1953 y tienen ahora 85 años. Miren guarda una enorme gratitud hacia la familia Sommaruga, que la acogió en la localidad de Blackboys, en East Sussex. "Fuimos muy bien cuidados y recibimos mucho amor", explica esta mujer, que recuerda con emoción que en Reino Unido fue donde vio su primer árbol de Navidad: "La señora Sommaruga fue una de las personas más importantes en mi vida".