literatura | festival en israel

Paul Auster sostiene que en Estados Unidos existe «una especie de guerra civil»

El escritor norteamericano considera que el cisma social y político se ha agravado desde la llegada de Barack Obama a la Casa Blanca

JERUSALÉN Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El escritor estadounidense Paul Auster ha asegurado en Jerusalén que en su país "hay una especie de guerra civil" que se libra sin balas pero "con palabras e ideas" y que se ha agravado desde la llegada a la Casa Blanca de Barack Obama.

"Se puede argumentar que en EEUU hay una especie de guerra civil, no con balas, sino con palabras e ideas, que sólo está agravándose. Pensé que acabaría al irse (George W.) Bush pero con (Barack) Obama la división parece mayor", ha dicho en el transcurso de una charla literaria con el autor israelí David Grossman celebrada en el marco del Festival Internacional de Escritores de la ciudad. "Es como si la guerra civil nunca hubiera acabado", ha lamentado tras reconocer que "a veces desearía" que su país se dividiera de nuevo. En tono sincero y pesimista, el autor de obras como Leviatán o Brooklyn Follies ha admitido que no sabe "cómo se resolverá" semejante cisma social, que ha calificado de "típico problema americano".

Auster (Newark, 1947), quien ya había apoyado públicamente con anterioridad a Obama, ha defendido la presión de la Casa Blanca a Israel para que inicie un diálogo serio con los palestinos, que ha generado tensiones entre ambos países aliados. "Criticar a un país no significa no quererlo", ha señalado antes de alabar al presidente estadounidense por "tratar de empujar" al Gobierno de Benjamín Netanyahu a entablar "negociaciones razonables" con los palestinos. "Israel está dividido entre la desesperación y la negación", ha apuntado antes de lamentar el "estado de ánimo más oscuro y desesperado" que ha encontrado en el país respecto a su primera visita, hace trece años.

La "ciega inutilidad del arte"

En la parte más literaria de la charla con Grossman, con quien entabló amistad durante su primer viaje al Estado judío, Auster ha defendido la "ciega inutilidad del arte", que no busca "lograr nada más que la belleza". "Una novela no sirve para nada concreto, sólo para alimentar nuestras almas y emocionarnos", ha argumentado.

El literato, cuya próxima obra, Sunset Park, se publicará en noviembre en EEUU, ha confesado que ahora mismo está "desempleado" y tratando de no sentirse "ansioso" por ello, aunque se ha mostrado convencido de que "pronto acabará bullendo" alguna nueva idea.

Auster ha desgranado algunos de sus secretos de escritorio, como su peculiar forma de afrontar el papel en blanco o la libertad que da a sus personajes para dar vida a la historia y dejarla fluir, frente a los corsés de la estructura. "Cuando empiezo un libro tengo un cierto sentido de lo que será la trayectoria: principio, medio y desenlace, pero lo más importante son los personajes. Cada vez que pienso un libro cambió casi desde el primer párrafo. Nunca he acabado un libro de la forma en que pensé que lo haría. Para mí un libro tiene que ser una historia y una aventura", ha explicado.

También ha comentado que escribe con bolígrafo o lápiz para luego mecanografiarlo casi párrafo por párrafo porque no está seguro de que al día siguiente entenderá su letra. A juicio de Auster, "escribir tiene mucho que ver con actuar", pues en ambos casos se da un "proceso psicológico" y "místico" en el que el artista se pone en la piel de otra persona y vuelve "a ser un niño a la vez que un adulto".

Cultura del odio

Grossman (Jerusalén, 1954) ha coincidido con su amigo e interlocutor en la conexión casi enfermiza entre autor y personaje y, en un plano más político, ha lamentado el carácter "autodestructivo" de su país. "Ser escritor te permite fundirte y difuminarte en otros. Realmente quiero ser invadido por la gente sobre la que escribo. Es algo que sólo puedo lograr a través de la escritura", ha resaltado. El autor israelí, cuya última novela, La vida entera, ha sido recientemente publicada en España, ha manifestado que quiere que sus libros no sólo le "sorprendan" sino que también le "traicionen".

Grossman, conocido por sus posiciones de izquierda, ha abordado también la situación sociopolítica en Israel, que ha calificado de "Estado suicida". "El instinto de supervivencia nos debería acercar a la realidad, pero por el contrario nos encogemos y desarrollamos una cultura del odio", como "si la violencia de los últimos cien años se hubiera infiltrado en nuestros órganos internos", ha señalado. "Si seguimos así estamos perdidos", ha sentenciado.