Diseño ganador para la intervención en la zona de molinos de Vejer
Diseño ganador para la intervención en la zona de molinos de Vejer - LA VOZ
ARQUITECTURA

De Wall Street a Vejer

El genio de las finanzas y filántropo norteamericano, Richard H. Driehaus costea el diseño «tradicional y a escala humana» de un nuevo barrio en Vejer

Cádiz Actualizado: Guardar
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Quién le iba a decir al millonario norteamericano Richard H. Driehaus que el primer dólar que invirtió con trece años le serviría, seis décadas después, para contribuir al crecimiento urbano y sostenible de un pequeño pueblo andaluz llamado Vejer. Su exitosa carrera en el mundo de las finanzas -es uno de los gestores de fondos más exitosos del último siglo- y su pasión por la arquitectura y el patrimonio le han llevado a convertirse en un filántropo de talla mundial. Su última idea fue crear en España un Concurso de arquitecturapara ayudar a recuperar la arquitectura tradicional cuyos premios se conceden el próximo miércoles, 14 de junio, en Madrid.

Se presentaron 44 municipios pero sólo podían quedar tres.

Y, ¡voilà! Vejer, el pueblo del que todo el mundo habla, ha sido uno de los tres ganadores. El director del jurado y coordinador de la Fundación Richard Driehaus en España, el arquitecto Alejandro García Hermida, despliega la alfombra roja para hablar de Vejer y describe como una «simbiosis» lo que «Vejer necesitaba y lo que nosotros buscamos trasmitir con este concurso».

El pueblo de las noches con velas, del jazz en la calle y la felicidad presentó una propuesta para crecer urbanísticamente por su borde occidental y transformar su fachada de entrada a la ciudad junto a los molinos. El reto que lanza el municipio consiste en crear un nuevo barrio desde el respeto a la arquitectura tradicional. Nuevo pero que parezca una extensión del casco histórico, que dé la sensación de llevar ahí toda la vida. Que encaje. Que contribuya a generar una estructura urbana más bonita, coherente, sostenible y socialmente integradora. Ahí es nada.

«Vejer plantea la necesidad de crecer porque no puede absorber a la población creciente, pero ese crecimiento necesita ser respetuoso con el paisaje, con la tradición del sitio y con su identidad», apunta García Hermida y añade que eso «es justo lo que nosotros tratamos de difundir con este concurso, que la construcción sea respetuosa con las formas, las costumbres de la región, los colores y los materiales. En definitiva, defender la arquitectura tradicional».

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