TRIBUNALES

Suspendida la pena a unos narcos por los ochos años que se ha tardado en juzgarlos

Los procesados están acusados de comprar cocaína a través de unos proveedores en Sevilla y venderla en San Fernando

Lugar donde concertaron una de los encuentros. LA VOZ

M. ALMAGRO

Hasta diez personas se sentaban a finales del pasado año en el banquillo de la Audiencia Provincial de Cádiz para rendir cuentas ante el tribunal de la Sección Primera por haber traficado con droga. Pero, tras la celebración de la vista, todos menos uno de estos procesados pudieron volver a casa después de que con el cumplimiento de la ley se les aplicara la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas. Desde que se inició su instrucción, en 2009, el caso ha tardado en llegar a la sala provincial ocho años .

De esta forma, y como ocurre en numerosas ocasiones, las dilaciones que ha sufrido este proceso, en principio carente de complejidad, ha provocado que el asunto finalmente se resuelva con penas testimoniales, unas penas tan mínimas que dan lugar a la que se pueda aplicar –si se cumplen los requisitos legales exigidos–, la suspensión de la condena. A los siete máximos implicados se les acusaba de un delito consumado contra la salud pública de los que causan grave daño, es decir, unos cuatro años de prisión (según su implicación). Finalmente, los acusados reconocieron los hechos y mostraron su conformidad por lo que las penas se quedaron reducidas bajándoles un grado la mínima y, por tanto, se les pudo aplicar la suspensión.

Los hechos se remontan a mediados de 2009. La sentencia da como probado que uno de los acusados había acordado con otros dos el suministro de cocaína. Tras llegar a un arreglo, la droga (valorada en 3.300 euros)fue llevada desde El Cuervo hasta San Fernando. Llegaron a su destino y se reunieron con diferentes personas con las que fueron acordando la forma de traficar con la droga de acuerdo a los distintos roles de compra, venta e intermediación. Por su parte, el que había pedido la droga se vio con otros tres imputados para acordar la venta. Algo más tarde, los siete condenados se dirigieron al domicilio donde se guardaba la mercancía y allí se produjo la entrega de la cocaína y el pago . Pero al salir de la vivienda de San Fernando se le interceptó la droga a uno de ellos que la llevaba escondida en sus genitales, mientras que a los proveedores también se les incautó los 3.240 euros que habían obtenido por ella.

La investigación también destapó a un grupo que se traficaba con hachís de Ceuta a San Fernando con la ayuda de 'mulas'

Por otro lado, la investigación también destapó que uno de estos inculpados llevaba desde 2008 dedicándose al tráfico de hachís que adquiría en Ceuta y que posteriormente vendía en San Fernando o en localidades próximas. Para el traslado contaba con la colaboración de otros dos procesados, que hacían de 'mulas' colando la droga en sus intestinos. El que les dirigía determinaba la persona que iba, cómo se trasladaban y dónde tenían que dormir. Se tiene constancia de uno de los pagos que realizó a estos porteadores y que consistió en 150 euros por cada cuarto de kilo que se metió en su cuerpo.

Hasta que dos de estos condenados por ejercer de ‘mulas’ fueron detenidos en Algeciras cuando uno de ellos ocultaba en su organismo más de un kilo de hachís que se hubiera vendido por unos 1.500 euros.

La suspensión de la condena conlleva que en el plazo estimado por el tribunal (tres años en los procesados a los que se le pedía mayor castigo)no puedan cometer ningún delito o se hará efectiva la pena que se les ha suspendido en este fallo.

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