EL YIHADISMO ATACA PARÍS

Relativa calma en las cárceles gaditanas tras los atentados de París

No se han percibido especiales cambios de actitud entre la veintena de presos yihadistas que cumplen su condena en la provincia

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

«Relativa calma» es la sensación que se respira estos días en las cárceles gaditanas tras los crueles atentados de París a manos del terrorismo yihadista. En las prisiones de El Puerto y Algeciras siguen con el mismo protocolo que se instauró a finales de agosto por orden del Ministerio del Interior, antes de estos últimos asesinatos. Un control exhaustivo y escrupuloso, en nivel de alerta 4 (el máximo es el nivel 5) que vigila cualquier movimiento que hagan en estos centros los presos relacionados con la Yihad.

Se trata del Programa de Intervención con Internos Islamistas, puesto en marcha tras los atentados de 'Charlie Hebdo', en Francia, y Túnez y que intenta evitar que las cárceles sean centro de reclutamiento de futuros muyahidines, o que desde los centros penitenciarios, se puedan planear nuevos atentados.

Desde que se endureciera las acciones terroristas en Europa todas las fuerzas de seguridad del Estado mantienen el nivel de alerta 4 y en las prisiones la vigilancia es extrema pero «controlada». «No hay que alarmarse más de la cuenta», comentan. «Se mantienen los controles que tienen que ser rigurosos para evitar cualquier problema».

Actualmente en los centros penitenciarios gaditanos hay más de una veintena de yihadistas. Puerto I, prisión de régimen cerrado y de alta seguridad, es la que más internos de este tipo tiene, una quincena. En Puerto III, donde están al menos dos presos de Al Qaida, se supera la media decena, mientras que en Botafuegos (Algeciras) hay tres presos que «luchan» al lado de la Yihad.

Además, también hay otros reclusos, no acusados de actos terroristas ni violentos, pero sí relacionados con el islamismo. Los funcionarios tienen que cumplir de forma escrupulosa el protocolo de actuación que existe para este tipo de internos considerados de especial seguimiento. Deben de estar siempre en celdas individuales, en el módulo 15 -antes denominado de aislamiento-, salir solos al patio y, únicamente en contadas ocasiones, se les permitirá ir acompañados de otro interno.

Vigilar si hay «algo distinto»

Los funcionarios son los que están más cerca de estos y otros presos. Por ello tienen desde la Secretaria General se les pidió en agosto en una circular que vigilaran si observaban algo distinto en sus comportamientos, alguna visita o conversación que pudiera ser sospechosa, además de seguir el protocolo en su recepción de paquetes o envíos.

La actitud de los presos acusados de pertenecer al integrismo radical suele ser buena. Son fríos y distantes pero no son presos que den especiales problemas. Al igual que los etarras por ejemplo no son conflictivos. Se convierten en problema cuando el grupo al que pertenece les ordena alguna acción. Mientras, se mantienen tranquilos.

Ver los comentarios