Cultivo de quinoa.
Cultivo de quinoa.
AGRICULTURA

La quinoa, una de las soluciones gaditanas al cambio climático

Este cereal, de origen americano, se ha adaptado con una gran facilidad al clima y a las condiciones del campo de la provincia

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Que el clima está cambiando es algo innegable. Las causas es lo que ahora provoca el debate científico más allá de los intereses ocultos de los negacionistas. Y uno de los primeros lugares en los que se notó este proceso fue en el campo. Floraciones tempranas o excesivamente tardías, fenómenos extremos, cambio de migraciones de las aves. Y el campo gaditano, como los demás, sufre este proceso.

El lector se habrá dado cuenta, si no es demasiado joven, que la provincia de Cádiz ya tiene cigüeñas durante todo el año. El calor que se prolonga hasta entrado noviembre ha cambiado el ciclo de migración de estas aves. «Y, en el campo, llevamos años notando que muchos cultivos florecen antes, lo que termina descuadrando todo el proceso», aporta Miguel Pérez, responsable de Asaja en la provincia de Cádiz.

«Con este calo tan temprano, que luego se prolonga, tenemos incluso dobles floraciones que, aunque pueda parecer algo positivo, supone añadir estrés a la planta, algo que a medio plazo se paga».

Uno de los cultivos que más estaría sufriendo el efecto del cambio climático es, a juicio de Pedro Gallardo, presidente de Asaja en Cádiz, la remolacha, que no se adaptaría bien a el nuevo ciclo de temperatura y viento. Pérez cree, no obstante, que los vientos que le están haciendo más daño «son los neoliberales que dejaron el sector sin regulación y obligaron al agricultor gaditano a competir con el del tercer mundo, algo inviable».

Pero no todo iba a ser negativo. Un cultivo ha conseguido adaptarse gracias al cambio climático: la quinoa. Este cereal (en rigor, es un pseudocereal, ya que no es una gramínea) está dando unos resultados espectaculares en Cádiz. «En los Andes suele dar una rentabilidad de 600 o 700 kilos por hectárea, en EE UU llegan a los 1.000 y se considera un éxito; en Cádiz hemos llegado a tener 4.000 kilos por hectárea», indican desde Asaja. «Es un cultivo que está en expansión y que puede dar una amplia rentabilidad en el futuro, así que habrá que estar atentos a su desarrollo», incidió Pedro Gallardo.

El mismo Gallardo desvela que con las nuevas condiciones climáticas también se está produciendo una apuesta por el pistacho, un cultivo que da una amplia rentabilidad si se puede esperar a que comience a dar frutos. No en balde, se le conoce como el nuevo oro verde.

Como oro también es el aceite de oliva, que cada vez encuentra unas mayores facilidades para desarrollarse en la provincia de Cádiz. «Y hay un amplio mercado de desarrollo gracias a las exportaciones; en España consumimos una media de 11 litros de aceite de oliva al año y en EE UU están empezando a consumirlo: de momento, van por un litro de aceite al año, pero las perspectivas son inmejorables».

Frente a estas ventajas, en Coag ponen el acento en que los fenómenos son cada vez más extremos. «Igual a fin de año las lluvias son las mismas, pero se concentran de forma torrencial en muy pocos días. Además, cada año suben más las temperaturas y los temporales de viento son mucho más acusados».

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