Momento de la colocación del puente de mando sobre la cubierta del petrolero 'Monte Udala'
Momento de la colocación del puente de mando sobre la cubierta del petrolero 'Monte Udala' - LA VOZ
INDUSTRIA

El primer petrolero se prepara para su flotadura en septiembre

La colocación del puente de mando acelera los trabajos de este buque que, después del verano, se ultimará en el muelle

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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La colocación el pasado sábado del puente de mando sobre la cubierta del primero de los cuatro petroleros que se construyen en el astillero de Puerto Real marca la recta final de la obra de esta primera unidad. Los ingenieros de Navantia superaron con éxito ese fin de semana una complicada operación. El astillero puertorrealeño se preparó a conciencia para elevar una estructura de 550 toneladas y depositarla de forma milimétrica en la zona de popa del barco. Para ello fueron necesarias las grúas pórtico, que movieron muy despacio el citado bloque hasta asentarlo en su sitio.

Tras la salida del dique del ‘Monte Udala’ se ensamblará el segundo petrolero, el 'Monte Ulía'

Se trata del conjunto que integra el puente de mando del buque, que se ha construido en seco.

Ahora toca ajustarlo e integrarlo en el cuerpo del petrolero. Este periódico ha podido saber que la obra de la primera unidad se encuentra dentro de plazo, tras superar un retraso inicial de unos tres meses. Todo apunta a que la flotadura del 'Monte Udala' tendrá lugar a mediados de septiembre. A partir de ese momento, los trabajos que resten de ajuste en cubierta y los internos de maquinaria se realizarán en el muelle de Matagorda, de esta forma se permitirá el ensamblaje de los bloques del segundo petrolero en el dique. Precisamente, varias secciones de esta nueva unidad ya se encuentran dispuestas en los talleres de cabecera para su soldadura. Navantia tiene previsto entregar el 'Monte Udala' a su armador, Ondimar, el próximo diciembre.

Trabajo a contrarreloj

El astillero de Puerto Real recibió hace dos semanas la sección del primer petrolero, construida en la factoría gallega de Ferrol. Se trata del módulo de proa y el guardacalor del buque. Ambas estructuras se ensamblaron en un tiempo récord, ya que coincidió casi con la instalación en la cubierta del puente de mando. El ritmo de trabajo para cumplir con el contrato es frenético. Como se recordará, el acuerdo firmado en julio de 2015 entre Navantia y el grupo vasco Ibaizábal, empresa que utilizará los barcos para transportar crudo por el canal de Suez, de ahí su de nominación Suezmax, recogía la construcción de cuatro unidades, con opción a dos más. La distribución de trabajo que hizo Navantia para cumplir con los plazos marcados situó a la planta de Puerto Real como epicentro de la obra, pero también delegaba en la de Ferrol la construcción de algunos bloques. La llegada a la Bahía de Cádiz de las secciones del guardacalor, donde va incorporada la chimenea, y de la proa del primer petrolero, han permitido a Navantia afrontar con más optimismo si cabe su fecha de entrega.

Navantia cumple, por ahora, con los plazos y entregará el primero de los buques en diciembre

En estos momentos, la estructura del primer petrolero es perceptible desde distintos puntos de la Bahía, ya que la plataforma del barco emerge del muelle y ahora es aún más notable gracias a la incorporación en la cubierta del puente de mando, una estructura de cuatro pisos de altura.

El bloque fue trasladado desde Ferrol a Cádiz en una gabarra. Navantia acordó que estos bloques, los de proa y los de guardacalor, de los cuatro petroleros se construyeran en Ferrol. Sin embargo, la polémica llegó en noviembre del año pasado cuando la dirección Industrial de la compañía decidió desviar más carga de trabajo a los astilleros gallegos delegando en el de Ferrol la construcción de la sección de máquinas del segundo petrolero, el 'Monte Ulía', cuya fecha de entrega está prevista para febrero de 2018. Se trataba de una medida empresarial para agilizar aún más la producción, sin embargo, desencadenó una agria polémica en Cádiz, ya que la plantilla se consideraba ninguneada.

Como se recordará, la obra de los petroleros acumuló a finales del pasado año más de cuatro meses de retraso y la dirección de Navantia tuvo que reaccionar repartiendo más carga de trabajo entre sus centros. Sin embargo, los trabajadores de Navantia-Puerto Real exigieron a la empresa que explicara los motivos de la demora, ya que, aseguraban, que ellos no tenías culpa de ese retraso.

Efectivamente, las dificultades para subcontratar las secciones de los barcos a la industria auxiliar fue lo que, en cierto, modo, retrasó la puesta en marcha de la obra. Los empresarios reconocían que los precios tan bajos que había marcado Navantia para subcontratar algunas secciones de la obra no eran rentables. No obstante, estos precios venían fijados por el astillero coreano de Daewoo, socio estratégico de Navantia en esta obra. Finalmente, el entuerto se resolvió a finales de diciembre. Navantia garantizó la construcción total del tercer y cuarto petrolero en el astillero de Puerto Real, ya que por esas fechas, 2018 y 2019, la factoría de Ferrol contaría con el inicio de la obra de dos nuevos barcos para la Armada australiana. De hecho, el arranque de la obra estas dos embarcaciones para la Marina de Australia se prevé para este mismo verano con el tradicional corte de chapa.

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