Parados del metal se arremolinan en la puerta de las subcontratas de Navantia en Puerto Real
Parados del metal se arremolinan en la puerta de las subcontratas de Navantia en Puerto Real - ANTONIO VÁZQUEZ
LABORAL

Los parados montan guardia en La Cabezuela

Desempleados del metal acuden de madrugada a las puertas de Navantia y Dragados en busca de un puesto de trabajo

La obra de los petroleros y de la subestación de Iberdrola en el astillero, además de la construcción de varias ‘jackets’ en Dragados, provocan un efecto llamada

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Son las seis de la mañana. Los polígonos de La Cabezuela y el Trocadero, en Puerto Real, son un hervidero de coches que circulan a gran velocidad camino de las factorías. Está a punto de que el reloj marque la entrada del primer turno del día en Navantia y en la planta de Dragados Offshore. A esa hora, cientos de obreros ataviados con el mono de faena entran de forma precipitada por los tornos de acceso, sin embargo, al otro lado de la cancela, la imagen es bien distinta. Grupos de parados aguardan turno para entregar en mano a jefes de taller y encargados de producción un currículum que les permita cruzar la puerta como trabajadores de una subcontrata.

La construcción de los petroleros en el astillero de Puerto Real y el inicio de la obra de la plataforma eólica de Iberdrola han despertado el interés de los parados del metal, que buscan una oportunidad en los nuevos encargos que se ejecutan en la Bahía.

La carga de trabajo es real, pero acceder a ella es complicado y, de momento, no cubre todas las expectativas. José Luis Aparicio es un parado de 59 años y acude con su hijo de 27 años, también desempleado, todos los días a la puerta del astillero en busca de un trabajo. Ambos vienen de El Puerto y José Luis reconoce que «ahora hay posibilidad de entrar en la factoría, pero son los encargados o algún conocido quienes pueden empujar el currículum».

En la provincia hay casi 49.000 parados de larga duración que han superado la barrera de los 45 años, de los que, al menos, 12.000, tienen una formación básica. La edad se ha convertido en un lastre para quienes aspiran a un puesto de trabajo en sectores donde la formación y la cualificación han ido a más. José Luis y su hijo son pintores, especializados en aplicación ignífuga en plataformas petrolíferas y en las cubiertas de barcos tanqueros, sin embargo, no han encontrado hueco entre las subcontratas de Navantia que trabajan en la obra de los petroleros.

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