Vista parcial del stand de Navantia en la feria naval de París
Vista parcial del stand de Navantia en la feria naval de París

Navantia exhibe músculo en la feria naval de París para cazar nuevos contratos

La empresa española presenta su oferta de buques militares y confía en que el prototipo de la fragata F-110 de la Armada sea el gancho de futuros acuerdos internacionales

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Una amplia representación de la dirección de Navantia, entre ejecutivos y comerciales, se encuentra desde en París en la Feria Euronaval 2016. Se trata de una de los encuentros internacionales más importantes del sector donde gobiernos y empresas acuden a seleccionar proyectos de futuro en materia de defensa. La compañía española no ha escatimado en recursos y expone sus últimos avances en un stand propio ubicado en el salón Le Bourget.

Navantia ha acudido a esta cita con el ánimo de exhibir todo su potencial y, muy especialmente, su gran apuesta tecnológica. Se trata de la nueva serie de fragatas F-110, diseñadas para la Armada española, que serán un referente de la industria naval. Una maqueta de este buque preside el stand de Navantia en París y es uno de los ganchos que utiliza la compañía en esta convención para cazar nuevos contratos militares.

La serie de fragatas F-110 se encuentra aún en fase de planeamiento. Sustituirán a las unidades de la serie Santa María (F-80) y está previsto que su construcción arranque en 2018. Se han previsto inicialmente una primera fase de cinco unidades.

Canadá, Australia y Arabia Saudí son los objetivos a corto plazo de la empresa para nuevos acuerdos

Navantia pretende que este prototipo naval sirva de ejemplo a seguir al resto de marinas del mundo ante una posible renovación de sus flotas.

La compañía española también ha llevado al salón naval de París sus últimas construcciones, que tanto éxito han tenido entre varias marinas.Es el caso de los patrulleros POV, construidos en Puerto Real y San Fernando, para Venezuela. Igualmente, la oferta incluye los buques anfibios LHD, desarrollados en el astillero de Ferrol para España y Australia, así como los destructores de defensa antiaérea (AWD), que se construyen en Australia por transferencia tecnológica.

En estos momentos, Navantia tiene el punto de mira en tres acciones de calado, donde se juega su futuro como constructor de barcos militares de alta tecnología. Los contratos que Navantia podría firmar a corto plazo se localizan en Australia, Canadá y Arabia Saudí.

Nueve barcos para Canadá

La empresa española logró a mediados de este año meter la cabeza en la final del concurso que promueve la Marina de Canadá para construir quince fragatas. Navantia confía en tener ahora más suerte que en 2012. Aquel año se quedó fuera de la terna para la adjudicación de un buque logístico. La compañía pública se encuentra bien posicionada en esta nueva carrera, sin embargo, no pueden lanzar las campanas al vuelo. Navantia ha entrado en la lista corta de aspirantes, es decir, un grupo reducido de empresas que se disputan el contrato, entre los que se encuentran los ingleses de Bae Systems y los franceses de DCN.

Navantia busca un contrato de calado internacional para asegurar más carga de trabajo en España

Fuentes de la compañía han destacado a LA VOZ que la labor comercial ha sido muy intensa durante los últimos meses para vender este ambicioso programa naval. Para ello, Navantia ha contado incluso con el apoyo de la Armada Española. La renovación de flota a la que aspira Canadá tiene mucho que ver con las fragatas españolas de la serie F-100. Así, la F-105, la ‘Cristóbal Colón’, estuvo el pasado 28 de julio en el puerto de Halifax, en Nueva Escocia, durante unas jornadas de puertas abiertas para que las autoridades canadienses y los mandos de su Marina comprobarán ‘in situ’ el potencial del barco español.

Fuentes consultadas por este periódico han confirmado que las jornadas comerciales celebradas a finales de julio en Halifax sirvieron para captar a un socio canadiense que participe en el proyecto en caso de salir adjudicataria. No hay que olvidar que la construcción de las fragatas se llevaría a cabo por transferencia tecnológica en Canadá, es decir, España pone el diseño y la tecnología, además de la logística de Navantia, mientras que Canadá aporta el astillero y su mano de obra. Todo apunta a que el gobierno canadiense deshojará la margarita a mediados del próximo año.

En la misma situación se encuentra el concurso abierto por la Armada de Australia para la construcción de nueve fragatas. Se trata de la continuidad del contrato de tres destructores que firmó Navantia en 2007 y que se construyen ahora en el astillero de Adelaide de aquel país.

Lista corta de aspirantes

La compañía española quedó finalista el pasado abril en el contrato para la fabricación de las nueve fragatas y compite en una lista corta de aspirantes con la italiana Fincanterri y la inglesa Bae Systems. Está previsto que el contrato se firme en 2018 y la construcción arranque en 2020. El programa consta de un total de nueve unidades que se construirían en Adelaide (Australia), donde Navantia ya cuenta con una importante presencia en el programa de los tres destructores AWD, cuya construcción y pruebas fue asumida en diciembre de 2015 por la empresa española.

El último contrato naval de Navantia que se encuentra en la parrilla de salida es la construcción de cinco corbetas para Arabia Saudí. Aún no se ha materializado, pese a que se anunció en enero pasado. Distintas fuentes han destacado que el contrato está cerrado a la espera de que España forme gobierno.

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