Domingo Ureña rescata a un proveedor aeronáutico gaditano

Domingo Ureña ha reaparecido en escena como tabla de salvación de un empresario gaditano, de Espera, Juan Ferreras, fundador y presidente de Mecanizados y Montajes (M&M), un proveedor aeronáutico que estaba al borde del concurso de acreedores. Así lo explicó el propio Ferreras en Sevilla, donde compareció junto al expresidente de Airbus España para exponer el plan de relanzamiento de la compañía. «Cuando una persona implicada me puso en contacto con Domingo Ureña fue como si me viniera Dios a ver», confesó el empresario, que empezó en 2004 con un pequeño taller para dar servicio a la planta de Airbus de El Puerto de Santa María, CBC.

En esta última década ha ido forjando una factoría de chapa aeronáutica especializada en perfiles con tres sedes (una en Espera, donde está el núcleo principal, y dos en el Puerto), que factura en torno a 11 millones y emplea a 200 trabajadores.

La inversión en medios tecnológicos y en formación de la plantilla se fraguó a base de endeudamiento y, pese a tener una sólida cartera de trabajo para diversos programas de Airbus y pedidos de los 'tier one' españoles y de clientes extranjeros como la portuguesa Ogma y la francesa Mecachrome, M&M llegó a 2015 al borde de la asfixia financiera y ante la tesitura de ir a concurso de acreedores, como algunos le llegaron a aconsejar.

La vía de salida vino de la mano de Domingo Ureña, que firmó el pasado 23 de diciembre su entrada como socio en el capital de M&M con una participación del un 32% y una nueva visión del negocio. Desde entonces, el nuevo consejero de la empresa ha diseñado un plan de futuro para la compañía, que pasa por fusionar las tres sociedades en una sola y simplificar la gestión, y por invertir 3 millones de euros de forma escalonada con el objetivo de duplicar la facturación en 2020. En paralelo, M&M negocia con sus acreedores principales (Hacienda, Seguridad Social y Ministerio de Indusria) la refinanciación de una deuda de 3 millones de euros.

Dar el salto desde el «súper taller» de aeronáutica a convertirse en proveedor de primer nivel es el horizonte que se marca los dos accionistas.

«Demostraremos que tenemos futuro si nos dejan un poco de oxígeno para relanzarnos. Yo puedo aportar mi experiencia de gestión y aconsejar lo que se me pida. He invertido en esta empresa lo suficiente como para preocuparme de que esto salga adelante», subrayó Ureña, que ya anuncia que en dos años quiere abordar el mercado exterior, del que es un gran conocedor tras su trayectoria como alto cargo de Airbus.