Martínez Ares

Las mejores comparsas de Antonio Martínez Ares

El autor es uno de los dioses de la fiesta, con siete primeros premios, 19 finales y agrupaciones que han marcado a varias generaciones

Por  10:21 h.

Antonio Martínez Ares y sus comparsas. El niño de Santa María es uno de los dioses que se han alzado al Olimpo de la composición carnavalera, junto a Antonio Martín, Juan Carlos Aragón y por supuesto el maestro Don Paco Alba. Acumula 24 agrupaciones, siete primeros premios y 19 finales, sin contar con lo que viene este 2020: ‘La chusma selecta’.

 

Martínez Ares ha marcado una época en el mundo del Carnaval. Es uno de los principales responsables de la expansión de esta pasión, afición, arte y cultura, ahora de Cádiz para el mundo. Revolucionó la modalidad con sus compases, creando escuela. Paró durante 13 años, cansando del Concurso, y aprovechó todo ese tiempo para ampliar su formación musical y artística. Ahora su estilo, alejado de todo y de todos, explora los límites de la modalidad bebiendo a la vez en sus fuentes.

 

Estas son sus mejores agrupaciones. Una recopilación imposible de ordenar pues corresponden a épocas distintas, con sus condicionantes. Pero son una buena muestra de lo mejor de las diferentes etapas de su trayectoria.

 

 

12. Calle de la Mar. 2003

 

O el Vapor. Tanto da una como otra. Buenas comparsas sin la excelencia de otros años. Con esta Martínez Ares abandonaba el Concurso del Falla hasta que regresara trece carnavales después con ‘Los cobardes’. Confirmación del nuevo estilo iniciado con ‘La niña de mis ojos’ y continuado con menos éxito por ‘La revolución’. Un grupo con mcha fuerza liderado por Javi Tizón ‘El pájaro’ y Paco Trujillo ‘el catalán’. Presentación y popurrí de hermosa factura, con pasodobles pausados y un recuerdo sentido al Peña, que se despidió de la vida sin el antifaz de oro. Tercer premio, con la victoria de ‘Guadalupe’ de Luis Rivero.

 

 

11. Calabazas. 1991

 

Para los nostálgicos. No es la más completa ni la mejor cantada, pero guarda ese sabor añejo que tanto gusta paladear en tiempos modernos y con una edad más avanzada. Uno de los tipos más coloridos y un paso adelante en los pasodobles que le llevó a pelear por premios con autores consagrados como Pedro Romero, Antonio Martín (‘Encajebolillos’) y Joaquín Quiñones. Una copla por bandera. “Lobo, al ‘lao’ mi casa rondando va un lobo’, y el estribillo tan pegadizo ‘Calabaza, muñeco tonto comandante de los harapos’. El paso previo a la eclosión.

 

 

10.- La trinchera. 1996

 

‘Qué nervioso estoy Dios Mío, hoy tengo que jurar bandera’. La salida del Juan José Arauz ‘El Chupa’ y de algún que otro componente más de ‘El Brujo’ produce un cambio en el timbre de la comparsa de Martínez Ares, que recupera su lugar en lo más alto del podio tras el segundo premio del año anterior. Etapa de crecimiento del autor, con músicas más largas y pausadas. Por delante de ‘El viejo refranero’, merecía el aplauso del gran público por el pasodoble ‘Cuando arrancó el primer grito’ y su fabulosa presentación ‘a capela’, a ritmo sólo de la caja.

 

 

9. Los cobardes. 2016

 

Difícil de encajar porque representa una ruptura con todo lo anterior, una visión más vanguardista de la comparsa al volver trece años después de su retirada con algo absolutamente nuevo e imposible de comparar con todo lo anterior, salvo en su presentación. Pasodoble extraño, de digestión lenta el cual acabó calando tanto que le catapultó al primer premio. Estos camaleones destacaron por las letras y la potencia y afinación de un grupo de nuevo cuño con una selección de los mejores intérpretes del Carnaval de Cádiz. “Tengo un castillo con ventanas a la mar…”.

 

 

8. Los Carnívales. 2019

 

Otro primer premio, el séptimo de su vida y el segundo de su segunda etapa después de ‘Los cobardes’. Tras el vanguardismo de sus últimas obras, los camaleones, ‘La eternidad’ y ‘El perro andalú’, Martínez Ares apostaba por una comparsa más sencilla para conectar con mayor facilidad con el aficionado. Tanto en la idea como en la música, especialmente del pasodoble (en el popurrí continúa innovando y siendo un autor experimental). Bebe de sus principales influencias, la comparsa de los 70 y los 80. Un grupo de escándalo (con las incorporaciones de Fali Vila y Nico García) y la melodía del pasodoble le hicieron imponerse a ‘La gaditaníssima’ de Juan Carlos Aragón en un precioso año para la modalidad.

 

 

7. La niña de mis ojos. 2001

 

Inicio de una época diferente de Martínez Ares, que cambiaba de grupo tras el conflicto con Subiela y sus integrantes, manteniendo a Paco Trujillo ‘El catalán’, a Cossío en la guitarra y con incorporaciones como ‘El Pájaro’ y Antoñito. Un giro al estilo de sus años anteriores que le servía para ganar el primer premio a ‘Los condenaos’, la irrupción de Juan Carlos Aragón. Muy completa. “Pobre de aquel, que aún mirando nada ve”.

 

 

6. Los templarios. 1999

 

La presentación que suena justo antes de comenzar cada Concurso: “Empieza en Cai una batalla de cante”. Martínez Ares sigue sin apearse de una final aunque en esta ocasión queda relegado al tercer premio por la sorpresa de ‘La parra bomba’ y el buen hacer de ‘El Circo’. Destaca además del inicio la música del pasodoble y el acople de Fali Vila como contraalto. Y ese estribillo larguísimo.. “Que son de piedra y no se notan las ‘murallitas’ de Cai”.

 

 

5. Los miserables. 1993

 

El origen. El gran paso al frente de Antonio Martínez Ares. Primer premio de una lista que continúa engrosándose con el sexto conseguido por ‘Los cobardes’. Melódica, con un claro componente de tristeza a la vez que de protesta en una época de crisis social, contiene el inolvidable pasodoble dedicado al Papa Juan Pablo II: “Ha dicho el Santo Padre”. Culpable de que existan muchos de los jartibles de ahora, que se engancharon por aquel entonces, y victoriosa en la competición con ‘El bache’. “Y el que no entienda la letra le den, por saco, le den por saco”.

 

 

4.  El brujo. 1995

 

‘Como yo no tengo nada que darte’. El único gran pelotazo de Ares que se tuvo que conformar con el segundo premio al encontrarse a los ‘Charrúas’ de Joaquín Quiñones y Pepito Martínez. Una propuesta que conectaba con la pujante juventud de aquella época (hace más de veinte años) y se convertía en la favorita de la nueva ola carnavalesca. Una presentación y un popurrí antológico. ¿Y el estribillo? ‘Un pito de caña, al caldero’.

 

 

3. La eternidad. 2017

 

En cuanto a complejidad, quizás sea la mejor comparsa de Martínez Ares y será el tiempo la encargada de ponerla en su sitio. De una profundidad simbólica enorme, el personaje del barquero Caronte representa la visión existencialista del otro Cádiz después de la muerte. Música vanguardista, perfectamente interpretada por un grupo sin paragón, y pasodobles que volcaron el Teatro Falla. Segundo premio en 2017.

 

 

2. La ventolera. 1994

 

Para los puristas, la mejor comparsa de Antonio Martínez Ares porque todos sus pasodobles son obras de arte. ‘Recuerdo que era mayo’, ‘Acércate torito’, ‘Suponte que un buen día’, ‘Sin tu melena al viento’ y así el repertorio al completo, sin fisuras, sin un momento en que decaiga. Original el tipo de deslumbrante veleta meciéndose al viento y la música encajada en esta idea. Una maravilla reluciente a la vista y oído, con la dirección de Subiela. ‘Si miro pal Norte, que pechá de guerra’.

 

 

1. Los piratas. 1998

 

Una de las mejores comparsas de la historia y sin duda la más reproducida, la más cantada. La agrupación que rompía las fronteras del Carnaval de Cádiz, una fiesta de consumo provincial que comenzaba su exportación a tierras lejanas. Martínez Ares en plena madurez artística, con Ángel Subiela en la dirección y el grupo que rubricó su mejor época. ‘Carnecita de Gallina’ y ‘Con permiso buenas tardes’ todavía siguen sonando en las barbacoas pese a la dificultad de su interpretación. Completa, brillante la presentación desde el coro de voces y sublime el final del popurrí. Si no es la mejor, sí es la más comercial. ‘Cuatro pasos hacia el sur’.