Defensa desvela el avistamiento de un OVNI en la provincia de Cádiz

El Ministerio de Defensa ha publicado en su Biblioteca Virtual ochenta expedientes desclasificados sobre avistamientos de objetos volantes no identificados, 'Expedientes OVNI', entre ellos, varios correspondientes al año 1968, uno de los cuales se registró en la provincia de Cádiz, en concreto, en La Línea de la Concepción.

En esta localidad, tres militares atestiguaron haber visto un objeto -enmarcado entre tres luces brillantes que daban a entender la figura triangular del mismo- cruzar el cielo durante diez segundos a unos 3.000 metros de altura y sin que apreciasen ruidos o señales acústicas.

Sin embargo, sus declaraciones no se adjuntaron al expediente y los expertos que analizaron el avistamiento consideraron que, según los cálculos realizados, la nave tendría unos 1.500 metros de ancho por lo que no sería lógico que hubiera omitido las referencias a unas dimensiones de «tal magnitud».

Entre dichos documentos declasificados, el más reciente corresponde a 1995 y sucedió en Morón (Sevilla). El avistamiento de Morón es, además, uno de los más completos de los que ha publicado Defensa y en la información, consultada por Europa Press, se recoge que un piloto del 211 Escuadrón informó a la vuelta de una misión del avistamiento de un objeto volante ovalado y de color gris claro que estaba estacionario pero que en el momento de cruzarse con su avión aceleró a gran velocidad en rumbo opuesto y desapareció de la vista del piloto.

El radar no registró contactos en la zona y se informó a la Guardia Civil de las localidades próximas del avistamiento, recoge la documentación, que añade que la única información que tenía el Instituto Armado y que podría tener «algo de relación» con el suceso era que aquel día, 23 de febrero, había pasado por la carretera de Puerto Serrano la Vuelta Ciclista a Andalucía y que a la hora del mismo había varios helicópteros sobrevolando la zona, por lo que la investigación ve ahí casi la «única explicación razonable del suceso».

En las consideraciones también se recoge que los aviones como en el que volaba el testigo presentaban la cúpula rayada y microfracturas en su lado derecho, el mismo por el que el piloto declaró haber visto el objeto no identificado, por lo que se considera que «aquellos defectos pudieran haber provocado reflejos o alarmas como las que dieron lugar al avistamiento».

De los casos acontecidos en 1968 hay otro ubicado en Almería, del que apenas hay datos al no proporcionarlos el testigo, y otro en Constantina (Sevilla), donde un capitán del Escuadrón de Vigilancia Aérea se asomó a una ventana de su residencia y ve un objeto que, a una altura de unos 4000 metros, despide una luz muy brillante.

El informe narra que, según el testigo, al cabo de unos minutos esa luz pierde intensidad hasta reducirse a la de una estrella de escasa magnitud, que se desplaza y que después vuelve a aumentar su brillantez, lo que se repite varias veces y que ven cinco testigos más.

En este caso, la Sección de Inteligencia del Estado Mayor de la Defensa advierte de que la familiarización de los testigos con la observación de aeronaves en vuelo hace fiable su apreciación de que no se trataba de una aeronave con los faros encendidos pero, no obstante, considera «subjetivo» y con un «grado bajo de fiabilidad» las apreciaciones de distancia, altura o rumbo al tratarse solo de una luz, sin forma.