Las clínicas Vitaldent en la provincia vuelven a ver la luz

La llegada de un nuevo grupo inversor abre otra etapa para varios centros gaditanos que se han unido y que desde febrero sufren el escándalo fiscal de la dirección anterior

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A mediados de febrero estallaba el llamado ‘caso Vitaldent’. La dirección de la red de clínicas dentales agrupadas bajo esa reconocida marca, con su propietario Ernesto Colman a la cabeza, era detenida bajo la acusación de crear «un grupo diseñado para eludir impuestos y blanquear dinero». Fueron 13 los arrestados tras numerosos registros. Se incautaron 36 coches de lujo y hasta un avión, comprados según la investigación para blanquear el dinero negro, decenas de millones de euros, que guardaban en cuentas suizas. Según la Policía, el plan de Colman, protésico, fundador y excéntrico líder del grupo, pasaba por dejar la estructura y fugarse con el dinero.

El escándalo creció con la publicación del gran patrimonio –inmobiliario y lujoso– del impulsor la cadena.

Vitaldent había llegado a tener 450 clínicas en siete países. A muchas de ellas, a las españolas, a las gaditanas, les alcanzó la ola y comenzó la travesía. Aunque pagaban las consecuencias del ruido, la investigación comenzó gracias a las denuncias de algunos responsables de las franquicias.

Pero la vida de las clínicas Vitaldent siguió bajo control judicial. La marca fue creada hace 25 años en España y ha llegado a tener 500 millones de euros anuales de facturación y 7.500 empleados. Las franquicias estaban al margen de las prácticas de la dirección, como demuestra el hecho de que las destaparan. Desde hace medio año siguen con su trayectoria, con sus tratamientos a los clientes y usuarios de forma paralela al proceso judicial.

En la provincia de Cádiz hay once clínicas Vitaldent, de las que ocho son franquicia. La mitad de ellas se han sumado a la Asociación de Franquiciados de Vitaldent: Algeciras, La Línea de la Concepción, Puerto Real y El Puerto Santa María. Este colectivo, formado casi por 150 clínicas en toda España, nació a partir del escándalo «para proteger nuestros intereses comunes, ayudarnos y cooperar con la nueva central en asuntos en los que nunca habíamos participado hasta ese momento, como crear comisiones de compras o de marketing», detalla Xenia Casanova, una de las integrantes de este grupo en la provincia. La asociación defiende 2.000 empleos directos y resalta el rigor y la seriedad de muchas de las clínicas Vitaldent, antes de las detenciones y después, entonces y ahora: «Los franquiciados lo hemos pasado francamente mal desde que saltó la noticia. De la noche a la mañana, vimos como nuestro trabajo se ponía en duda por culpa de que a los directivos de la central les imputan delitos fiscales», admite Casanova.

Esta responsale de la clínica de El Puerto recuerda que los delitos que saltaron entonces «nada tienen que ver con nuestra práctica clínica. Estamos totalmente desvinculados de ellos pero los pacientes dejan de entrar».

Afortunadamente, el buen trabajo hecho en cada clínica durante tantos años compensa el sobrevenido desprestigio: «El paciente de toda la vida ha continuado, cosa que nos enorgullece y por la que estamos enormemente agradecidos. También a nuestros excepcionales equipos que han permanecido a nuestro lado en los momentos difíciles a pesar tener otras ofertas de trabajo, porque están muy valorados en nuestro sector. Pero las clínicas no se nutren únicamente de este tipo de pacientes. Necesitamos usuarios nuevos que confíen en nosotros. Sin comerlo ni beberlo, pasamos de tener negocios saneados, solventes y con buena reputación, a estar en el ojo del huracán, a ser cuestionada nuestra capacidad y seriedad a la hora de impartir y completar un tratamiento, a ser criticados por ciertos sectores que tenían intereses en que nos fuera mal, aunque poco o nada sabían de nuestro funcionamiento».

«También somos víctimas»

Xenia Casanova recuerda que las clínicas franquiciadas son también víctimas de la posible estafa: «Presuntamente, nos estaban estafando a nosotros, que conseguíamos sacar una rentabilidad a nuestros negocios para mantener a nuestro personal, que suma muchos puestos de trabajo, y a nuestras familias. No podíamos imaginar que toda esa estabilidad se resquebrajaría de la noche a la mañana por prácticas presuntamente delictivas de los más altos representantes de la marca Vitaldent. Frente a ello, lo único que los franquiciados hemos podido hacer es seguir trabajando duro y honradamente, transmitiendo a los pacientes una sensación de normalidad».

La representante de varias clínicas gaditanas resalta que para estos centros «lo más importante son los pacientes, a los que hemos seguido prestando nuestros servicios con la misma profesionalidad y normalidad de siempre a pesar de que de puertas para adentro estemos viviendo un auténtico calvario por el daño que se ha hecho a la marca Vitaldent por su cúpula directiva».

Más allá de cómo se gestionara el dinero en la cúpula de Vitaldent, esta afectada recuerda que «los materiales de nuestras clínicas son de primera calidad, de vanguardia. Nuestros doctores y especialistas tienen la misma capacitación y formación que los de las mejores clínicas». La representante del grupo de clínicas gaditanas añade que «Vitaldent tiene un departamento de formación que organiza de forma constante cursos para todos los distintos puestos de la organización (auxiliares, higiénicas, odontólogos, recepcionistas...). Además cuenta con un departamento médico que investiga nuevos tratamientos y apoya a nuestros odontólogos en los casos complicados. Es una ventaja para el cliente que grupos o clínicas más pequeñas no pueden ofrecer».

Los usuarios y pacientes que han mantenido su confianza en estas clínicas, afirma, han podido comprobar que la atención y la eficiencia nunca han quedado interrumpidas: «A pesar de todo, ahí hemos estado siempre los franquiciados, dando la cara, abriendo nuestras puertas y atendiendo a todos nuestros pacientes, con toda normalidad».

Tras medio año duro, detalla Casanova, las clínicas Vitaldent vuelven a ver la luz. «Después de abrir un proceso de venta al que se presentaron más de veinte fondos de inversión, una firma tan importante como JB Capital Markets, nos compra. Solo falta la autorización judicial para que se materialice. Se prevé que sea en las próximas semanas».

Para las clínicas gaditanas, este paso tiene un añadido simbólico, anímico, tan importante como el económico: «El hecho de que hayan pensado en nosotros para invertir, significa que nos ven como un negocio de futuro y con posibilidades. Y con un grupo tan fuerte a nuestro lado, más aún». Y es que JB Capital Markets es un grupo inversor en el que participa la familia Botín. «Es un nombre con mucho peso empresarial en España y fuera. Es un equipo muy profesional, con un plan de negocio de estabilización y expansión muy importante».

Antes de la entrada formal de los nuevos propietarios, los franquiciados ya perciben cambios: «Han llegado con aires nuevos, con una actitud positiva y negociadora muy distinta a la de la antigua dirección. Estamos deseando empezar a trabajar con ellos y poder transmitir y ofertar a nuestros pacientes las mejoras pactadas a nivel económico y empresarial».

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