MALO CONOCIDO

Primavera de 1968

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Aprincipios de los sesenta, Europa occidental se ha desperezado de una durísima posguerra, los nuevos dirigentes del Este condenan los horrores de Stalin y ensayan modelos más humanos y participativos, Checoslovaquia articula un sistema de democracia avanzada compatible con la economía comunista, provocando un destello cultural conocido como 'Primavera de Praga', los países escandinavos desarrollan un sistema socialista en el marco de la democracia parlamentaria, y en los EE UU un veterano general que había alentado la guerra fría deja paso al primer presidente católico de su historia. Allí precisamente, un grupo de escritores conocidos como Generación Beat promueven una revolución cultural contra los valores tradicionales y el modelo de familia calvinista, proponiendo la libertad sexual y la práctica de filosofías orientales. En 1962 se forma en Liverpool una banda de rock que adopta esa voz asociada al nombre inglés del escarabajo (beetle). Libros como 'En el Camino' de Jack Kerouac, así como las canciones de The Beatles, forman parte de la parafernalia de una nueva cultura plural decidida a cambiar el mundo.

Esa marea intelectual remueve los principios del pasado con alegría e insolencia durante la primavera de 1968: Berkeley (California), París, Praga, Milán. En España, donde continua en vigor el Estatuto Universitario que impedía la intervención policial en los Centros sin permiso del Rector, los accesos a éstos devenían frontera entre dictadura y libertad. El 18 de mayo de 1968 el cantautor Raimon ofreció un recital en la Complutense cuya recaudación se destinaba a los obreros en huelga de la Pegaso. Asistieron miles de estudiantes que acompañaban al 'Non creiem en les pistoles' del valenciano mediante el lema ¡Madrid con París! Apostábamos por un cambio en las formas de pensar del género humano. Pero muy pronto las fuerzas del Mal helaron aquella hermosa primavera. El 20 de agosto de ese año, tanques soviéticos entraron en Praga para «restablecer la normalidad»: el presidente de la República fue transportado a Moscú donde se le cambio el cargo por el empleo de guarda forestal. Durante la madrugada del 17 de enero de 1969 la policía política secuestra en su domicilio madrileño al estudiante Enrique Ruano a quien tres días después arrojaron al vacío tras dispararle por la espalda. A las manifestaciones que el asesinato provocó en todas las universidades españolas, el Régimen respondió cerrando éstas durante cuatro meses, proclamando el Estado de Excepción y derogando definitivamente el Estatuto de Universidades. A quienes vivimos aquella primavera aún en estos tiempos grises nos queda la esperanza en que algún día el hombre sea amigo del hombre.