TRIBUNA LIBRE

Afortunadamente no todos somos iguales

CONCEJAL DEL PSOE DEL AYUNTAMIENTO DE CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Parece que Juan José Ortiz practica de forma continuada la memoria selectiva no sólo en los hechos acontecidos mes a mes en el pleno de la Corporación, sino también en su conocimiento del Reglamento Orgánico del Ayuntamiento que nos vincula a todos los concejales sin excepción, incluida Teófila Martínez.

Cuando hace tres años fui incluida por mi partido en la lista electoral a las municipales de 2007, afronté este reto con una gran ilusión, considerando que podría trabajar para mejorar la vida de mis conciudadanos y que formaría parte de un órgano de respeto y de pluralidad. Pero la realidad no es como imaginé.

En primer lugar, no puedo comprender cómo todas las iniciativas socialistas son rechazadas de plano por el equipo de Gobierno, aún siendo conscientes de que pueden mejorar la vida de los gaditanos y poniéndolas en práctica meses después.

En segundo lugar, porque parece que al Equipo de Gobierno le molesta enormemente el trabajo que desde la bancada socialista se realiza con los ciudadanos que vienen a trasladarnos sus inquietudes, de tal modo, que, y como ejemplo, hemos visto reducido nuestro espacio de trabajo en el Ayuntamiento de dos despachos contiguos a uno de unos cinco metros cuadrados para los ocho concejales por haber osado criticar al equipo de Gobierno.

En tercer lugar, porque aún me cuesta creer que los políticos del PP puedan basar sus postulados en los insultos y descalificaciones continuadas. En estos momentos me viene a la memoria el primer pleno en el que intervine, en el que un concejal del PP me calificó de folclórica para afrontar mis argumentos. Meses después he podido comprobar que aquello era una nimiedad comparado con el último pleno en el que me llamaron repugnante, sectaria o al menos 20 veces mentirosa, alguna de ellas por la alcaldesa. O cuando me llamaron, entre otras lindezas: torticera, agitadora social, manipuladora y mala persona. O cuando la señora Martínez me calificó como «peligro público» o cuando el señor Ortiz adjetivó a mi compañera Natalia Álvarez, hace diez días, como «ave carroñera», adjudicándose el 'copyright' de un calificativo tan deplorable como ese, aunque, claro, para el señor Ortiz los insultos proferidos por el PP deben ser considerados sólo como ironía o sarcasmo. Estas técnicas y otras como reprochar el voto emitido por el PSOE cuando al PP no le gusta el sentido del mismo, faltando a la primera lección de democracia «el voto es libre», son a estas alturas de la legislatura igualmente prácticas extendidas a los nuevos concejales del PP, hecho que me asusta enormemente, por la intolerancia que ello supone. Pero el equipo de Gobierno lleva meses cruzando esa línea roja. En un pleno reciente, se acusó gravemente al portavoz socialista de haber cobrado comisiones y de estar condenado por prevaricación, manifestaciones que luego no fueron mantenidas en los juzgados por este edil popular que las formuló, retirando en sede judicial su ofensa. Sinceramente lamentable.

Y, ¿qué hace en todo esto la señora Martínez? Oídos sordos. Quizás porque no se ha leído el artículo 59 del Reglamento del Ayuntamiento que establece que la presidenta «procederá a llamar al orden cuando se profieran palabras ofensivas o desconsideradas o se pronuncien frases atentatorias al prestigio de los órganos municipales o de las instituciones públicas», o el artículo 57 que señala que quien se considere aludido podrá contestar a la alusión. Jamás he visto a la señora Martínez llamar al orden por los insultos proferidos desde su equipo de Gobierno ni conceder la palabra a los ediles socialistas para pedir la rectificación de alguna de las numerosas graves acusaciones que se nos han hecho. Teófila Martínez es parte y no árbitro y esto sólo tendrá solución cuando se ceda la Presidencia de los Plenos de la Corporación a otro concejal/a, como en los Parlamentos y tal como lo contempla ya la Ley de Grandes Ciudades.

Todo esto se queda en pañales cuando después de los graves hechos acontecidos en el último pleno, el PP convoca una rueda de prensa para formular nuevamente acusaciones muy graves sobre dos concejales socialistas, en la que los ediles populares se lo pasan «bomba» viendo un vídeo recortado con tijeras especiales y no se tiene la decencia pública de aceptar la propuesta socialista de retransmitir en directo los plenos por Onda Cádiz o de colgar en la web municipal íntegramente las actas de los pleno, para que todos los gaditanos/as puedan sacar sus propias conclusiones y observar quién usa la descalificación como continuo argumento político.

No estaría nada mal que el esfuerzo que hace la señora Martínez por trasladar el significado de la Constitución de 1812 a los mandatarios iberoamericanos que nos visitan, lo cumplimentara de vez en cuando con una vuelta de estos/as por el pleno de la Corporación, para enseñarles el talante y la exquisita práctica de los valores constitucionales que la 'bondadosa' mandataria gaditana ejerce en las sesiones plenarias.