TRES MIL AÑOS Y UN DÍA

La Diputación de Cádiz Herzegovina

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Ignoro si José Antonio Griñán, actual presidente de la Junta de Andalucía, fue oportuno o no a la hora de bautizar a la agrupación del PSOE de la capital gaditana como Cádiz Herzegovina por sus rifirrafes internos. Lo hizo esta semana durante la presentación de la megafashion Casa del Pueblo que han abierto en la calle Gaspar del Pino, alias La Privadilla, y que está llamada a convertirse en uno de los iconos del urbanismo local como La Bella Escondida o la Torre de Telefónica.

De cara a las elecciones municipales de 2011, los socialistas gaditanos sueñan con ganar la liga, sin haber fichado todavía a su equipo. Lo único que se sigue sabiendo al respecto es que Rafael Román no será el candidato y que la oficialidad del partido se divide entre quienes prefieren a Federico Pérez Peralta al frente de un supuesto dream-team, quienes apuestan por Bibiana Aido y quienes preferirían alguna otra alternativa: Juan Cornejo ha llegado incluso a pronunciar el nombre de Luis Pizarro, el actual consejero de Gobernación, gaditano de Alcalá de los Gazules que, a fin de cuentas, inició su carrera política durante la clandestinidad en el movimiento ciudadano de la capital con la que no ha perdido contacto desde entonces. Su actual liderazgo al frente de la comisión oficial que prepara los eventos de 2012 parecería perfilarlo para dicho cometido si ser candidato socialista para los próximos comicios locales, en esta ciudad, si sus compromisos con el actual equipo de gobierno en Andalucía no hicieran imprescindible su presencia al frente de la consejería de Gobernación, máxime en ausencia de Chaves.

Tampoco suena que Bibiana Aido esté muy dispuesta a afrontar ese reto sobre todo si José Luis Rodríguez Zapatero agota la actual legislatura en la presidencia del Gobierno y decide mantenerla al frente del ministerio de Igualdad: tras el pulso por la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, vulgo del aborto, le aguarda otra batalla importante, la de la Ley de Igualdad de Trato que está en puertas y para la que se presagia una batalla dialéctica de similar calado.

Por otro lado, es más que probable que, a pesar del voto creciente de los gaditanos respecto a los socialistas en generales, autonómicas y europeas, Teófila Martínez y el PP capitalicen todos los réditos del Bicentenario durante esta etapa; sobre todo si se tiene en cuenta que su aparato propagandístico es arrollador y que, en cambio, su actual oposición no ha sido capaz de vender la gestión que la Junta de Andalucía o el Gobierno central ha hecho en Cádiz, desde rehabilitaciones de barrios a segundos puentes.

Raro resulta que, en vez de cerrar filas y elegir la mejor de las candidaturas no sólo para perder las municipales de 2011 sino para consolidar una oposición sólida que les permita husmear la victoria en 2015, los socialistas locales sigan a la greña, con sede nueva o con sede antigua. El mayor peligro estriba en que ese factor herzegovino se extienda a otros lugares de la provincia. O incluso se multiplique, como parece el caso de Jerez: ante el fantasma de un escándalo, cualquier partido suele reaccionar con oscurantismo, pero aquí da la sensación que sobran luz y taquígrafos. Las invectivas públicas contra la alcaldesa Pilar Sánchez, que también ha puesto mucho de su parte para que se deteriore tanto su imagen, por muy justificadas que puedan estar no resultan la mejor garantía de que sus siglas, con o sin ella, permanezcan al frente del gobierno local. Es cierto que ella ha cometido errores que se le perdonaban a Pedro Pacheco, pero habrá que recordar que por algo será que el líder andalucista terminó perdiendo dicha alcaldía. ¿Es que Pilar Sánchez es afín a ZP y no gusta a la cúpula andaluza aunque el mismo Manuel Chaves, secretario general del PSOE-A la haya apoyado? ¿O es que los ediles rebeldes tienen datos reales y no burdos rumores de un escándalo en ciernes? Esa simple duda, que debiera ofenderles a todos, ya es un arma en su contra.

El hecho de que Francisco González Cabaña, a la sazón secretario provincial del PSOE, confirme que ha recibido a un grupo de concejales socialistas críticos con la gestión de la alcaldesa no parece que ayude a la reconciliación interna. Y si esta sobreviniera en el mejor de los casos, ¿qué mejor leña electoralista acaba de brindarle todo el PSOE a la oposición para que la próxima alcaldesa jerezana sea la esforzada conservadora María José García Pelayo? Más allá de ese consistorio, lo que estaría en juego, en ese caso, sería el mantenimiento del PSOE al frente de la Diputación, cuando, para colmo, la falta de liquidez municipal y el llamado «catastrazo» pudiera poner en cuestión la mayoría simple de los socialistas en Algeciras. Si a todo ello se une que el PP quiere presentar un frente de batalla de primera magnitud en los núcleos rurales, los dirigentes socialistas harían bien en recomendar a sus francotiradores que se dejen de pamplinas. Y busquen buenos programas y candidatos.