Sociedad

Los hombres más elegantes

El prestigioso Club de Sastres elige por primera vez a los varones mejor vestidos de la vida pública española durante el año pasado

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El Club de Sastres de España, adonde acude a vestirse parte de la flor y nata de las finanzas y la política, también tiene sus favoritos. Además de avanzar las tendencias de la próxima temporada en alta sastrería, la última asamblea anual celebrada por este discretísimo y restringido grupo de profesionales destapó un secreto sobre el que jamás se había pronunciado hasta la fecha para no levantar ninguna clase de ampollas: ¿quiénes son realmente los hombres más elegantes de nuestro país?

Acostumbrados a pasar de puntillas sobre este sensible asunto y limitarse a fijar las normas del buen vestir y de etiqueta española, Javier de Juana ha dado carpetazo a su gestión con un gesto arriesgado pero contenido.

Viniendo de quien viene, la decisión, en absoluto, puede considerarse baladí. Se podrá estar más o menos de acuerdo, gustar mucho o poco, pero el fallo lo ha decidido gente que se gana la vida dictando buen gusto.

Entre los 26 sastres que integran este club, figuran el modisto que diseña los trajes del Príncipe Felipe y otros miembros de la Casa Real, y el que se encarga de confeccionar los ternos del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.

En el ranking de los 13 más elegantes hay hombres y profesiones para todos los gustos: deportistas, toreros, cantantes, periodistas, presentadores de televisión, empresarios, actores, abogados multimillonarios... Salvo uno, todos los elegidos tienen algo en común: son españoles.

Evidentemente, el único foráneo que podía figurar en esta lista sin orden, sin levantar sospechas de ningún tipo, es el inglés David Beckham.

El maniático y compulsivo futbolista del Real Madrid e icono de la moda ha sido distinguido junto con el presentador Jesús Vázquez como «el más elegante sin corbata», una prenda a la que Giorgio Armani ha augurado en más de una ocasión su defunción.

Calidad de la ropa

Fieles de diseñadores vanguardistas como Dolce&Gabbana y Paul Smith, el marido de la ex spice Victoria y el ex cantante constituyen las apuestas más jóvenes, junto a los diestros Finito de Córdoba y Francisco Rivera Ordóñez, torero que presta su imagen como modelo lo mismo para promocionar relojes que vaqueros.

El contrapunto al estilo juvenil desenfadado y cuidado lo re-presenta el empaque más clásico y sereno que simboliza el mundo de la altas finanzas y la empresa. Considerada una de las mayores fortunas del país, el constructor Juan Miguel Villar Mir (Madrid, 1931) ha demostrado la misma habilidad para reflotar negocios en crisis que ganarse el aplauso de los sastres.

Como el único extraño inscrito en esta lista, el joyero Benito Suárez, o el abogado y empresario madrileño Antonio Garrigues Walker, un fiel de los ternos grises; tonalidad a la que siempre se ha asociado el mundo de los negocios, el éxito y, sin duda, el dinero. ¿Pero qué tiene en común este ramillete de elegidos con artistas como Bertín Osborne o el veterano actor Arturo Fernández, un clásico de los trajes con los pañuelos asomando por el bolsillo de las chaquetas y los pantalones impecablemente planchados?

Para de Juana, todos los miembros de esta lista se dintinguen por lucir «ropa de calidad».

Pero no basta con esto. Hay que lucir percha con estilo, lo que tampoco está al alcance de mu-chos. La elegancia, opina el creador, está intrínsecamente relacionada «con el buen gusto» y la «distinción», pero, sobre todo, con la naturalidad.

La misma que exhiben, según este club, el presidente del Congreso de los Diputados, el socialista Manuel Marín, o el portavoz del PP, Eduardo Zaplana, al que reconocieron su acierto a la hora de cuidar su imagen casi al mismo tiempo en que él se mofaba de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, por los vestidos que ésta lució en un reciente viaje a varios países africanos.

«El vestir bien no es sólo cuestión de colocarse un buen traje». Cualidad que reconocen en el piloto de rallies Carlos Sainz. «Es un asunto también cultural». Por eso creen que los ternos le caen como anillo al dedo al ex futbolista y ex entrenador Jorge Valdano. «Hay quienes se hallan rígidos con ellos». Y no es eso.

Los trajes hay que llevarlos «sin prepotencia, sin rigidez y sin sensación de asfixia», aconsejan los expertos. Por esta razón, los componentes del Club de Sastres están convencidos de que a los «envarados» no se les puede considerar «hombres bien vestidos». Todo lo contrario que este grupo de elegidos de la elegancia.