Las obras del carril bici transformarán por completo el Paseo Marítimo de Cádiz

El carril bici de Cádiz cuenta ya con kilómetros de texto escrito en prensa, como es habitual cuando se narra desde antes del nacimiento un proyecto en el que han de entenderse dos o más administraciones. El último gran hito del proyecto que cambiará la fisionomía del Paseo Martítimo de Cádiz se produjo en marzo de este año, cuando Junta de Andalucía y Ayuntamiento de Cádiz llegaron a un consenso tanto para fijar el trazado como para el presupuesto y su abono.

Desde entonces quedó claro que la Consejería de Fomento asume las obras más vistosas de dicho proyecto, las que afectan al tramo del Paseo, que pasará a ser en su mayor parte de un solo sentido hasta la glorieta Ingeniero La Cierva, mientras que el tramo siguiente será peatonal.

La Consejería de Fomento y Vivienda de la Junta se hará cargo de casi 15,7 kilómetros del carril bici, lo que supondrá una inversión de 5,4 millones de euros, mientras que el Consistorio gaditano hará lo propio con los seis kilómetros restantes del recorrido.

En cuanto a la obra, conlleva la construcción de una plataforma única por todo el Paseo Marítimo, desde el Hotel Playa Victoria hasta Cortadura, eliminándose el trafico motorizado salvo para los residentes que en ese tramo tengan garaje.

Una vez esté construida la plataforma única, «se armonizará la zona en relación a las terrazas de los establecimientos hosteleros y se aprovechará mejor el espacio, aunque será un beneficio añadido al objeto de la transformación urbanísitica, que se hace para favorecer la implantación del carril bici y la eliminación de los vehículos en dicha zona», según apuntan fuentes del Consistorio gaditano, las mismas que señalan que ahora le toca continuar con el expediente a la Junta de Andalucía y que se encuentran esperando noticias de esta administración.

En este sentido, la delegación de Fomento y Vivienda de la Junta de Andalucía en Cádiz, ha aclarado a este periódico que mantienen «reuniones periódicas en el marco de la comisión de seguimiento del acuerdo marco entre dicha Consejería y el Ayuntamiento gaditano», para el desarrollo de actuaciones por el fomento del transporte en bicicleta y su integración en la movilidad urbana de esta ciudad.

Y que en estos momentos los proyectos de carril bici de Cádiz tanto de extramuros como intramuros «están redactados y enviados a la Dirección General de Infraestructuras» de la administración andaluza «para su supervisión», siguiendo con los trámites necesarios en este tipo de casos. Y concluyen apuntando que «posteriormente se procederá a la licitación».

A pie del Paseo

Pero mientras que el proyecto aguarda aún la licitación, en manos de la Junta, los hosteleros del Paseo Marítimo hacen cábalas acerca de cómo se organizarán para que el impacto negativo que conlleva cualquier obra sea el menor para sus negocios. En principio, los primeros movimientos se deberían notar antes del próximo verano pero todos temen que los albañiles lleguen justo en temporada alta turística.

En cuanto a estos beneficios, los hosteleros celebran que se amplíen las terrazas, especialmente en el tramo peatonal. Aplauden la eliminación de las tarimas y de las diferentes alturas en esta zona de Cádiz, lo que beneficiará no solo a los hosteleros y turistas, sino a las personas que sufran cualquier tipo de movilidad reducida.

Desde Horeca señalan además que mantienen conversaciones con el edil de Fomento, Martín Vila, para concretar el tipo de cerramiento de las futuras terrazas.

En principio, no se ha hablado de ningún tipo de mobiliario homogéneo para esta zona de Cádiz pero sí que los hosteleros, representados a través de su asociación patronal, prefieren que las terrazas sean cerradas con cristal en forma de abanico, «huyendo todo lo posible de sobrecargar las estructuras con aluminio, para evitar que en verano haga demasiada calor en ellas», apunta Antonio de María.

Desde el Ayuntamiento de Cádiz aclaran que las obras del carril bici tendrán como consecuencia añadida la transformaciónde algunos establecimientos hosteleros y que se buscará la armonía estética y funcional, «con una propuesta estética que aún no está definida, los toldos y las marquesinas».

Otro de los aspectos que aún no se han concretado es la utilización de solares de la Junta de Andalucía en la ciudad para habilitarlos como bolsas de aparcamiento para suplir las 875 plazas de estacionamiento que se perderán por esta construcción.

Los hosteleros de Cádiz siguen de lejos el desarrollo de este proyecto. Todos los consultados por este periódico esperan recibir información en breve pero aún no saben casi nada del mismo. El empresario del restaurante Arsenio Manila, Raúl Cueto, confía en que el Ayuntamiento se reúna en breve con los afectados «para coordinar los tiempos».

Este empresario tiene un interés especial por conocer cuál será la programación porque tiene previsto realizar obras en su establecimiento del Paseo y «sería un sinsentido cerrar dos veces en un año. Me gustaría saber cuándo se ejecutarán los cambios para no perder el doble de tiempo». Se muestra especialmente preocupado por cómo afectarán las obras a los empleados y a la propia clientela. Hasta ahora, lo que ha podido saber este hostelero es que «aún no hay presupuesto, pero de esto hace ya unos meses».

En el mismo sentido se expresa el dueño de la cafetería Charlotte, al inicio del tramo que será peatonal del Paseo, Alejandro Aragón. Para este empresario son fundamantales, no sólo los plazos, sino saber cómo se concretará el proyecto en su zona, en un espacio donde el Paseo es especialmente estrecho, justo cuando se inicia tras pasar el hotel Playa Victoria.

En sentido, Aragón explica que saben que se mantendrá el paso de vehículos para los vecinos cuyos garajes tengan entrada al Paseo. «Esto quiere decir que justo al lado de nuestro establecimiento, donde tenemos un acceso a garaje podrán pasar coches. Y no veo cómo se podrá compaginar esta entrada de vehículos con el carril bici, los peatones y las terrazas hosteleras», detalla el empresario, quien coincide con el resto en que quedan aún muchas reuniones pendientes y más información aún que intercambiar.