CASO ERE

El obispo emérito de Cádiz declara que pidió ayuda de los ERE «para salvar puestos de trabajo»

Antonio Ceballos justifica ante el juez esta ayuda, demandada «con buena voluntad», porque es «sensible» con la pérdida del empleo

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El obispo emérito de Cádiz Antonio Ceballos ha declarado hoy como investigado -antes imputado- en el caso de los ERE, y ha justificado que pidió «con buena voluntad» 300.000 euros a la Junta de Andalucía para salvar puestos de trabajo.

Tras una comparecencia de diez minutos ante la juez que investiga el caso, María Núñez Bolaños, el obispo emérito ha dicho a los periodistas que en 2009 pidió el dinero «porque soy sensible con los puestos de trabajo».

«La ayuda se me concedió y di las gracias», ha explicado Ceballos antes de subrayar que los puestos de trabajo que defendió, con la petición de la ayuda para el geriátrico del Obispado de Cádiz, se están ejerciendo a la actualidad.

Ante la juez, el obispo emérito ha afirmado que pidió el dinero al entonces consejero de Empleo, Antonio Fernández, a través de una carta porque así se lo dijeron desde la oficina del Arzobispado, que fue la que manejó los fondos aprobados.

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