La música que envuelve a Elcano

Es media mañana, suena 'Mclan' de fondo mientras el capitán de navío Victoriano Gilabert despide en la cubierta del Juan Sebastián de Elcano a las autoridades militares que han acudido a recibir al buque escuela, que esta mañana a las 10 horas ha atracado en el puerto de Cádiz, poniendo fin a su 89º crucero de instrucción.

Curiosa estampa la del muelle 'Ciudad' de la capital gaditana, con la embajada flotante de España llegando al muelle mientras en uno de los escenarios del festival 'No Sin Música', que se celebra estos días en el mismo lugar, ensayaban los grupos que actuarán esta noche.

Pero la emoción es la misma. Las lágrimas y los abrazos del que no ve a su marido, hija, padre o novia desde hace cuatro meses no se pueden contener sea donde sea.

Y Cádiz recibe a Elcano como siempre, con los brazos abiertos de una ciudad unida desde hace 90 años a este bergantín-goleta de cuato palos que ha realizado diez vueltas al mundo.

Viaje más corto

Sonaba un pasodoble, esta vez de la mano de la banda de música militar, mientras Elcano se acercaba al muelle la mañana de este viernes. A su vez, los marineros comenzaban a subir por los palos, realizando la característica formación «descubierta» sobre los palos que arbola el buque: Blanca (Trinquete), Almansa (Mayor Proel), Asturias (Mayor Popel) y Nautilus (Mesana), cuyos nombres hacen homenaje a otros buques escuela que le precedieron en la Armada.

Y se hizo el silencio. Dotación firme en cubierta. El Almirante de la Flota (ALFLOT), Juan Rodríguez Garat, subía a bordo. Tres voces de «¡Viva España!» y una salva de 15 cañonazos para rendir honores al almirante al mando. Tras él, pasaban la escalerilla de acceso al buque escuela otras autoridades civiles y militares: el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Agustín Muñoz, el rector de la Universidad de Cádiz, Eduardo González Mazo, el presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, José Luis Blanco, el Concejal de Juventud, Deporte y Administración Electrónica del Ayuntamiento de Cádiz, Adrián Martínez de Pinillos, el general de división Comandante General de la Infantería de Marina, Jesús Manuel Vicente Fernández, el subdelegado de Defensa, coronel Joaquín Tomás González y el vicealmirante Jefe del Arsenal de Cádiz, Santiago Ramón González Gómez. Algo más tarde han llegado al recibimiento de Elcano el alcalde de Cádiz, José María González, que venía de presidir la Junta de Gobierno Local y el diputado provincial del PSOE Fran González.

El Juan Sebastián de Elcano inició su 89º crucero de instrucción el pasado 12 de marzo, de tan sólo cuatro meses de duración, un poco menos de la duración habitual de seis meses, ya que se han hecho tres viajes seguidos de menos duración para facilitar un cambio en el plan de estudios. Los guardiamarinas que hasta ahora realizaban el viaje de instrucción en el cuarto año de carrera ahora han comenzado a hacerlo en tercero y, por eso, en un mismo curso escolar han tenido que navegar los de cuarto y los de tercero.

Despedida del comandante

Un crucero de instrucción que, en palabras del comandante de Elcano, el capitán de navío Victoriano Gilabert Agote, ha estado «muy condicionado por una circunstancia, que a primeros del mes de junio el barco debía estar, necesariamente, en la Escuela Naval Militar de Marín para formar parte de los actos que se celebraron el día 2 de junio con motivo del tercer centenario de la Real Compañía de Guardiamarinas. Era lógico que el buque escuela de la Armada, que llevaba además a bordo una brigada completa de guardiamarinas estuviera allí». Por lo tanto, el viaje ha tenido dos partes, una primera de marzo a primeros de junio, en la que el barco ha cruzado del Atlántico, visitando Santa Cruz de Tenerife, Santo Domingo y Nueva York y, tras Marín, «el último mes y medio se dedicó a hacer un periplo por el norte de Europa, a los puertos de Dublín, Den Helder y Amberes», explica el comandante, ciudad esta última que Elcano visita por primera vez.

Los guardiamarinas desembarcaron la pasada semana en Marín, de donde partió el buque escuela este lunes con su tripulación, formada por 24 oficiales, 22 suboficiales, 125 militares de la escala de marinería y tropa y dos maestros civiles, y varias decenas de afortunados que han podido navegar estos días a bordo de este emblemático barco y entre los que se encontraba el diputado de Ciudadanos Javier Cano.

Ya en el puerto de Cádiz, con la misión cumplida, el brigada López sostiene en brazos a su nieto, un bebé sonriente que desde marzo no juega con su abuelo. Este ha sido el segundo crucero del brigada en ocho meses y habla con especial emoción de la visita de Su Majestad el Rey Felipe VI al barco, el pasado día 16 de julio en Marín, «la primera vez que Don Felipe ha subido al barco como Rey». A unos metros el hijo del artillero de a bordo, no suelta el cuello de su padre, cuyos ojos azules reflejan toda la emoción de un militar que en un año y medio ha estado 12 meses lejos de su casa. Mucho tiempo que hace que la pequeña hija de uno de los sargentos de la dotación, mire a su padre extrañada, sin reconocerle.

El capitán de navío Gilabert sonríe mientras enseña una piedra que le regalaron al barco al llegar a Dublín. Son sus últimos días al frente de un barco del que ha ejercido el mando durante dos años. La próxima semana dará el relevo al nuevo comandante del Juan Sebastián de Elcano. De este tiempo se queda como recuerdo preciado a «mi tripulación». «Es un barco magnífico, que cumple sus misiones porque está muy bien manejado por personas que son magníficos profesionales y de una gran calidad humana», declara emocionado. Una dotación que pese a estar mucho tiempo alejada de sus familias, deja los problemas a un lado para seguir llevando la mejor imagen de España allá donde el Juan Sebastián de Elcano toca puerto.