Joaquín: «De joven salía más que el camión de la basura»

El futbolista portuense Joaquín Sánchez Rodríguez, Joaquín, ha protagonizado este miércoles uno de los programas más divertidos de 'Mi casa es la tuya', el espacio de Telecinco que presenta Bertín Osborne. También ha sido el más accidentado, ya que Osborne se ha sentido indispuesto durante la grabación y ha tenido que atrasarla. Finalmente, el presentador, visiblemente enfermo, ha continuado y ha podido despedir el programa.

El jugador del Betis ha mostrado su casa de Sevilla en compañía de su madre Ana y su mujer Susana Saborido, para repasar su trayectoria profesional en el Betis, Málaga, Valencia y Fiorentina, su experiencia en la Selección Española, su relación con Manuel Ruiz de Lopera o las ofertas rechazadas al Real Madrid de la primera etapa de Florentino, o al Chelsea de Mourinho.

«¿Qué iba a hacer en Inglaterra a las 4.30 de la tarde? ¿Acostarme?», ha declarado el gaditano entre risas.

En 'Mi casa es la tuya' se han desvelado algunos secretos familiares. Joaquín es el menor de los ocho hijos de Ana, que ha confesado que trató de abortar con un estropajo hervido cuando se enteró de la llegada de un nuevo vástago a esta humilde familia portuense. «Anda que si no me llegas a tener, prima», respondió Joaqui, como le llaman todos sus allegados.

Ana se ha convertido en la protagonista de la segunda mitad del programa, contando las andanzas del benjamín de la casa. «Una vez se cayó de la cama y yo hice lo mismo para saber el dolor que había sentido», ha dicho la madre.

Antes, el futbolista había narrado sus primeros años en El Puerto. «Tu hijo es muy bueno, todas las niñas están locas con él y juega muy bien al fútbol, pero cuando abre el libro…», ha explicado para introducir su pasión por el fútbol. Jugó en Los Frailes y en el Safa San Luis, y a los 16 años le llegó la oportunidad en los escalafones inferiores del Betis B, donde ingresó con su hermano Lucas (tres fueron los hermanos que coquetearon con el balompié).

Seguidor del Atlético Portuense por su padre y del Cádiz CF, el corazón de Joaquín siempre ha sido blanquiverde. Pese a que alguna vez pensara en dejarlo porque «me aburría», o a lo difícil que se lo puso el entonces presidente del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, para fichar por el Valencia.

Uno de los momentos más emotivos de la entrevista, mucho antes de que Bertín Osborne se sintiera mal, ha sido en el que Joaquín ha recordado a su tío 'Chino'. Fue este hermano de su padre quien le ayudó en sus primeros años de lucha por hacerse un hueco en el mundo del fútbol. «La pena que tendré siempre es que murió muy poco antes de que yo debutara con el primer equipo del Betis», ha contado entre lágrimas.

Pero el futbolista portuense tiene un carácter alegre y vivaz, y una charla con él no invita precisamente a la tristeza. Geniales han sido sus imitaciones de Lopera (todos recordarán la boda en la Prioral de El Puerto con la Copa del Rey en el altar), la narración de sus juergas de juventud – «salía más que el camión de la basura»-, y aquella famosa fiesta en la casa de su compañero de equipo Benjamín.

«Una vez me llamó Lopera, vivía yo en el centro de Sevilla, y me dijo que salía demasiado. Yo le contesté que no sería para tanto y él me replicó que me había puesto un detective. 'No salgas tanto, hombre, que me ha pedido el detective más dinero porque dice que está todo el día en la calle'», ha relatado el centrocampista para ejemplificar sus primeros meses en el club hispalense.

Hilarante ha sido su forma de contar aquel penoso partido contra la anfitriona en los Cuartos del Mundial de Corea. «Yo vi al chino con los ojos casi cerrados, que pensé que estaba dormido», ha declarado, aunque ha terminado confesando que «lo tiré fatal». Pese a todo, y como muestra de que el nombre de Joaquín ha estado siempre ligado a la cara más simpática del fútbol, el portuense ha recordado que a su vuelta de Asia, «la gente me cogió mucho cariño y me recibieron al grito de 'Joaquín tranquilo, España está contigo'».

El futbolista y el cantante gaditanos también han hablado de la gran afición del primero por el mundo del toro. 'Joaquinito' ingresó en la Escuela Taurina de El Puerto muy pequeño, «pero cuando mis padres vieron que me gustaba demasiado, me quitaron». El centrocampista bético se ha recordado de niño, toreando de salón en la ribera del Guadalete. Su pasión por la tauromaquia llega hasta estos días. Hace unas semanas protagonizó un sonado chupinazo en el encierro promovido por Morante de la Puebla en La Puebla del Río.

Joaquín tiene alma de showman, como demostró en aquella aparición y en muchas otras. En la entrevista con Bertín Osborne volvió a apuntar que tras colgar las botas le gustaría dedicarse al mundo de la televisión. Gracia y poca vergüenza le sobran. ¿Quién no se ha reído con su vídeo hablando en un italiano inventado?