TRIBUNALES

Jenaro Jiménez ya rinde sus cuentas pendientes en una cárcel de Madrid

El empresario cumple condena por estafa en Soto del Real tras haber sido detenido en Hungría, donde permanecía huido de la justicia

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El empresario gaditano Jenaro Jiménez, conocido por inventarse una rocambolesca historia que le llevó incluso a simular en 2009 su propia muerte ‘ahogándose’ en Zahara de los Atunes, ya está rindiendo las cuentas pendientes que tenía con la justicia. El prófugo, que fue detenido a finales del pasado mes de septiembre, se encuentra cumpliendo condena en la cárcel madrileña de Soto del Real, según han indicado a este medio fuentes de absoluta solvencia.

Jenaro llegó a esta prisión tras haber sido detenido y extraditado hace dos semanas. Su último viaje fue por tanto el que le llevó custodiado desde Hungría a Madrid. Allí desembarcó en el aeropuerto de Barajas y de la terminal de vuelos internacionales fue directamente llevado a la cárcel.

Sobre el empresario gaditano pesaba una orden de búsqueda y captura internacional por parte del Juzgado de lo Penal número 1 de Cádiz.

El empresario se encontraba en paradero desconocido desde hace más de año y medio, tras ser condenado el 2 diciembre de 2011 a dos años prisión por un delito de estafa al que era en 2008 su cuñado.

La historia de Jenaro Jiménez saltó a los medios cuando hace ahora ocho años este empresario huyó a Paraguay después de hacer creer a su familia que había fallecido mientras hacía submarinismo en la playa de los Alemanes. Justamente, pocos días después de cometer la estafa sobre su cuñado por la que sería después condenado.

Con varias causas judiciales pendientes en España por asuntos económicos, Jenaro se habría quedado con 47.000 euros que le había pagado su familiar en concepto de anticipo para la compra de una vivienda. Meses después de simular su muerte en España, el empresario fue localizado en Paraguay, donde se presentaba como un potencial inversor. Allí eligió como nuevo nombre para identificarse nada menos que el de Álvaro Domecq. Según informó entonces la prensa paraguaya, el empresario gaditano había mantenido una relación con una exreina de belleza de 28 años y a la que dejó a los dos meses de tener con ella una hija. A la pequeña le puso el nombre de la esposa que había dejado abandonada en Cádiz.

El traslado de prisión de Jenaro a Cádiz dependerá en primer lugar de si él lo pide, y después de las gestiones que realice su abogado con el juez de vigilancia penitenciaria. Además, su presencia en la capital gaditana también podría ser requerida por el juez que intruye otro posible caso de estafa cometido presuntamente por Jenaro y cuya investigación se mantiene abierta desde que desapareció.

Ver los comentarios