ARTE

Heredero de Ortega Bru

El imaginero Alfonso Castellano Tamarit se instala en Cádiz

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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Alfonso Castellano Tamarit se ha instalado en Cádiz. Tras varios años en los que ha recorrido distintas ciudades, el artista cordobés ha establecido su taller en la ciudad. Castellano Tamarit se ha formado con dos maestros de la imaginería contemporánea como son Francisco Romero Zafra y Antonio Bernal y cuenta con más de 140 obras repartidas por todo el país aunque la mayoría se encuentran en Andalucía. En Cádiz, el autor, que se confiesa un enamorado de la ciudad, presenta parte de sus creaciones a partir de este lunes en la sala de exposiciones del Colegio de Enfermería. «Desde niño siempre he sentido algo por esta ciudad que me embrujaba de una manera especial. La luz, el color y sus gentes son únicas, me sentía tan a gusto como en mi tierra.

El año pasado decidí que ahora era el momento de hacer lo que quisiera, de dirigir mi vida y que no me la dirigiera el trabajo. Valoré varias opciones, pero al final, por esa magia que he sentido desde niño con esta ciudad, elegí Cádiz», explica el propio imaginero. Castellano Tamarit tiene su taller en el centro histórico en la calle Doctor Ramón y Cajal. «Me gusta mucho que conserve sobre sus esquinas el azulejo con su nombre dieciochesco anterior, calle de la Aduana Vieja. Tengo la sensación de volver a un período de la historia que para mi trabajo es una fuente de inspiración».

Este artista, que admira desde siempre a dos grandes imagineros como Luis Ortega Bru y Francisco Buiza, lleva tiempo trabajando en la muestra que se inaugura este lunes. «Quiero exponer algunas piezas ya creadas en Cádiz, aunque también exponga una pequeña representación de obras de otro periodo y algunas muy significativas para mí, como el Ecce Homo que le regalé a mi padre», comenta. También trabaja en otros encargos para parroquias de Córdoba y Úbeda y algunos de carácter privados. «Espero reflejar en ellos lo que me aporta de motivación y energía esta maravillosa ciudad», concluye.

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