Las disputas políticas pueden poner en peligro el futuro de Valcárcel

La tensión vivida en el último pleno de Diputación entorno a la reversión del antiguo edificio de Valcárcel viene a demostrar que las disputas entre los grupos políticos, particularmente entre socialistas y populares, están enturbiando el futuro de este enclave educativo-turístico destinado a convertirse en un gran revulsivo económico en el casco histórico de la ciudad.

Mientras que el PSOE se erige como gran salvador en el desbloqueo de esta operación que durante años ha estado estancada y a la espera de resolución, el PP no ve claro el proyecto liderado por el actual equipo de Gobierno de la Diputación Provincial de Cádiz al considerar que pueden existir «supuestas irregularidades en el procedimiento administrativo». De hecho presentaron un recurso que fue desestimado aunque podrían continuar con más acciones judiciales.

Pero en este gran proyecto de futuro de la ciudad entran más actores. Además de la Diputación y la empresa Zaragoza Urbana (que ya han firmado un acuerdo para la reversión), está el Ayuntamiento de Cádiz, la Universidad, principal beneficiada ya que tras años de lucha se conseguirá traer a la ciudad la Facultad de Ciencias de la Educación, actualmente ubicada en el campus de Puerto Real.

Asímismo, también forma parte de este gran puzzle la Junta de Andalucía, que ya ha reservado 700.000 euros para la elaboración del proyecto de la Facultad y que se ha comprometido con la UCA a poner el dinero encima de la mesa para la ejecución de las obras de rehabilitación de este edificio.

Desde la institución provincial y la UCA existe una especial preocupación porque este proyecto vuelva a quedarse atascado y están «alerta» para que esta operación no se trunque y pueda salir adelante en un horizonte no muy lejano.

El diputado provincial del PSOE y portavoz socialista en el Ayuntamiento gaditano, Fran González, está al frente de este asunto y asegura que se está trabajando sin cesar para poder desbloquear este proyecto definitivamente. El primer paso a seguir, una vez firmado el acuerdo de reversión, es la segregación de la parcela y el cambio de titularidad de las mismas, así como el cambio de uso de la correspondiente al edificio de Valcárcel a educativo.

Una vez finalizado este paso se procederá -por parte de la Diputación- a ceder el inmueble a la Universidad de Cádiz, que deberá redactar el proyecto de construcción para posteriormente ejecutar las obras de rehabilitación de este emblemático edificio. Éstas serán financiadas por la Junta de Andalucía.

Hotel de cuatro estrellas

Por otro lado, la empresa Zaragoza Urbana tendrá vía libre para tramitar las oportunas licencias e iniciar la construcción de un hotel de cuatro estrellas (y no de cinco como inicialmente estaba previsto) y del aparcamiento subterráneo que irá en la parte baja del futuro establecimiento, que contempla un total de 126 habitaciones.

La operación conlleva la creación de 360 plazas de aparcamiento público y otras 100 privadas, así como 2.285 metros cuadrados de zona comercial. La parcela segregada para la edificación del hotel tendrá una superficie de 4.117 metros cuadrados y también está previsto que entre el nuevo inmueble y el edificio Valcárcel se abra una nueva calle peatonal que conectará con el barrio.

A juicio del diputado socialista Fran González, «este proyecto supondrá un gran motor económico esencial en esta zona de la ciudad». Además, «se conseguirá traer la facultad de Ciencias de la Educación a Cádiz y seguir completando así el cinturón universitario en la capital».

Pero aún queda un fleco importante que resolver. La Universidad necesita más espacio para ubicar unas instalaciones deportivas. Aunque en un princpio el alcalde de la ciudad, José María González Santos, anunció que el equipo de Gobierno estaba dispuesto a ceder los terrenos del Campo de las Balas para este fin, nada más firmarse el convenio entre Diputación y Zaragoza Urbana, el delegado de Urbanismo, Martín Vila, cambió este planteamiento. Para Vila, las pistas deportivas deberían estar situadas junto a la Facultad y el hotel junto al actual parador.

Se da la circunstancia de que el terreno del Campo de las Balas tiene una serie de cargas que habría que liberar por parte del Ayuntamiento.

Con este nuevo panorama, urge la coordinación entre las administraciones implicadas en este proyecto para que pueda salir adelante finalmente, con los correspondientes beneficios que esta operación traerá a la ciudad y concretamente a los barrios de la Viña, El Balón y Mentidero.

Aunque el Partido Popular ya se ha quedado «fuera de juego» en este asunto al no gobernar en ninguna de las instituciones afectadas por el proyecto de Valcárcel, considera que tiene mucho que decir al respecto.

Desde Diputación, el portavoz del Grupo Popular, José Loaiza, se enfrentó en un acalorado debate a Fran González asegurando que había muchas «dudas y lagunas» en el procedimiento de reversión de este edificio llegando incluso a advertir cuando culminó su intervención que impugnaría el punto en el que se desestimó el recurso interpuesto por los populares por «la forma en la que ha sido integrado en el orden del día». Asímismo, anunció que su partido seguiría mostrando su postura sobre este procedimiento insistiendo en que debería haber pasado por el Consejo Consultivo.

Sin embargo, Fran González, defendió con los informes tanto del Secretario de la institución provincial como de la asesoría jurídica de la Diputación, que se había hecho de manera legal y que no había ningún tipo de problema en la enajenación del Valcárcel, aprobado en un pleno celebrado en Rota.

El PP en el Ayuntamiento de Cádiz también se pronunció sobre este proyecto asegurando que la propuesta aportada por Vila tras la firma del acuerdo ya se había planteado por parte de esta formación cuando gobernaba en el Consistorio. El PP entiende que el hotel debe estar situado en el Campo de las Balas al ser un «balcón al mar».

La ciudad de Cádiz espera por tanto la resolución y el desbloqueo de este proyecto, para el que será necesaria la voluntad de todas las partes.