Agentes, ante la sede de la SGAE.
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TRIBUNALES

Los autores de la trama ganaban «hasta ocho veces más que Alejandro Sanz»

Un miembro de la SGAE afirma que los millonarios beneficios los adquirían por los derechos de la música de fondo que hay en programas de tarot

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Manuel Marvizón, miembro de la Junta directiva de la SGAE, ha afirmado que los autores que habrían participado en una trama de falsos arreglos musicales para emitirlos en programas televisivos de la franja nocturna ganaban hasta "ocho veces más" que músicos como "Alejandro Sanz".

Tal y como ha señalado Marvizón en declaraciones a la Cadena Cope, recogidas por Europa Press, estos autores ganaban "cuatro, seis u ocho veces más" por la música que había detrás de lo que denominaban "las brujas", los programas en los que se lee el tarot, y en los que aparecían de fondo "músicos con gafas que tocaban algo casi inaudible".

Según ha explicado, el fraude consistía en la connivencia que existía entre editoriales de televisión y compositores que realizaban en piezas de dominio público, es decir libres de pago, "adaptaciones o recreaciones como si fueran obras nuevas".

Según ha explicado, para entender esto hay dos figuras importantes: las editoriales, unas empresas que se crean para proteger la música propia de las cadenas, algo "totalmente lícito" que tienen un retorno; y las ventanas nocturnas que sirven en general para "promocionar a músicos en una vía alternativa".

"El problema es el fraude que se hace por todo esto, por medio de un sistema de acaparamiento solo se pone música de una serie de autores", ha señalado. Además, ha agregado que las editoriales de televisión y autores inmersos, según el auto, estaban "cobrando dinero que no deberían cobrar y que debería revertir en el resto de autores que sí lo han hecho bien", algo que, según se comenta, se cifra en "cien millones de euros".

Marvizón ha precisado que "la casa no tiene nada que ver" y ha insistido en que la SGAE lleva luchando desde 2011 contra las malas prácticas y el uso fraudulento de los sistemas de reparto. De hecho, ha reconocido que la SGAE ha recurrido a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) para intentar resolver este tema que estaba "lastrando" a la entidad.

Asimismo, ha señalado que es bueno para la asociación que la Unidad de Delincuencia Especializada haya destapado la trama "que venía de la etapa anterior" en la que están implicados varios trabajadores de la institución que generaban derechos de autor de forma paralela.

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