Las asociaciones de vecinos reclaman por escrito al Gobierno local «más diálogo»

Las asociaciones vecinales de Cádiz quieren mejorar las relaciones que mantienen con el Ayuntamiento y favorecer con ello una mayor participación en los asuntos de especial trascendencia para el futuro de la ciudad. El debate político tiene que contar con un debate social. Por ello, los representantes de las dos federaciones vecinales de la capital entregarán hoy en el Registro municipal el borrador de Participación Ciudadana. Se trata de un documento de más de 60 páginas que recoge las acciones que tanto el equipo de Gobierno local como los colectivos deben seguir para favorecer el desarrollo de Cádiz. El nuevo documento sustituye casi por completo al anterior, que databa de los años noventa y se redactó durante el mandato del socialista Carlos Díaz.

Este borrador es una especie de código de buenas prácticas que tiene como objetivo facilitar la participación de los vecinos y llama la atención del Ayuntamiento para favorecer esa relación. Las distintas asociaciones reclaman del equipo de Gobierno un cambio de actitud a la hora de facilitar un diálogo más fluido. Distintas fuentes consultadas reconocen que el alcalde y su equipo no predican, precisamente, con el ejemplo que proclaman. Los encuentros entre los ediles y los colectivos vecinales son mínimos para resolver asuntos puntuales en los barrios. La gestión del antiguo responsable de Participación Ciudadana, Adrián Martínez de Pinillos, pasó inadvertida, según denuncian algunos presidentes vecinales. Los colectivos esperan que la situación mejore con el nombramiento de María Romay como nueva delegada de este área.

La elaboración de este documento no ha sido fácil. Su redacción se ha llevado a cabo durante un año a través de una mesa de trabajo en la que han estado representadas las dos federaciones gaditanas y una treintena de asociaciones. Ahora tiene que mover ficha el Consistorio y asumir las reivindicaciones que se recogen en este texto que, no es otra cosa, más que un borrador para estrechar las relaciones.

Cabe recordar que esta acción vecinal en favor del diálogo surgió a raíz del desencuentro del pasado noviembre con el equipo de Gobierno. La rebelión vecinal contra el alcalde, José María González, tuvo su origen en la falta de diálogo sobre asuntos vitales para la ciudad y en la imposibilidad de celebrar reuniones para lograr consenso. Las asociaciones se plantaron y pusieron al regidor contra las cuerdas al enumerarle todos los problemas de los barrios y la ausencia de soluciones por parte de la Administración. Fue la primera vez que las asociaciones unieron sus fuerzas para enfrentarse al Ayuntamiento. Esta situación obligó al alcalde a convocar de urgencia una reunión con los colectivos.

El encuentro, celebrado el 23 de noviembre en el salón de plenos, congregó a más de 70 personas. De la reunión salieron una serie de compromisos como el mantenimiento de reuniones periódicas o la actualización de la ordenanza de participación ciudadana. Las asociaciones reconocen que las reuniones han brillado por su ausencia y ahora se pretende que el Consistorio mueva ficha con el borrador que este martes se presenta. El enfrentamiento entre las asociaciones y el Ayuntamiento tuvo otro episodio de calado la pasada primavera cuando las asociaciones recibieron una carta en la que Eléctrica de Cádiz les reclamaba el pago de la luz de los locales públicos que ocupan. La reacción no se hizo esperar y el regidor ha tenido que salir al paso en varias ocasiones para aclarar que se trata solo de un documento informativo.