A. VÁZQUEZ
PESCA DEL ATÚN ROJO

El mercado nacional se da un atracón de atún rojo

Las almadrabas viven la temporada más corta de la última década por la prohibición para comprar cuota a otras pesquerías

CÁDIZ Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las almadrabas gaditanas apuran ya los últimos días de pesca de atún rojo. Esta ha sido una de las campañas más cortas de la última década por la carencia de cuota. La limitación impuesta por el Gobierno central para alquilar los derechos a otras pesquerías ha marcado por completo la temporada, que ha contado con una mayor demanda del mercado nacional. Muy por encima de otros años, como confirma el gerente de la almadraba de Barbate, Pedro Muñoz.

Este año las almadrabas gaditanas contaban con un leve incremento del tonelaje, pero no ha resultado suficiente. El ICCAT, el órgano internacional que cada año determina la cuota de cada país, ha destinado a España un 19,5% más (3.524 toneladas). Sin embargo, el incremento ha sido algo menos para las almadrabas, pues el Gobierno central, que es el encargado de hacer el reparto para cada pesquería, se ha reservado una proporción mayor del fondo de maniobra.

Las flotas atuneras del Estrecho se han hecho con 913 a dividir entre Barbate, Conil, Zahara y Tarifa en base a sus capturas históricas.

El empresario muestra su satisfacción por la situación del recurso asegurando que «hay más atunes que nunca», a pesar de que «la campaña esté casi terminada». La orden del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente ha limitado la pesca en el Estrecho justo en el momento que disfruta de una mayor demanda en el mercado nacional. La popularidad del producto y las labores de promoción han transformado por completo la dinámica. Admite Muñoz que «una parte importante se queda en España, muy en especial en pescaderías y restaurantes locales».

Los pescadores cántabros y vascos se han visto obligados a pescar su cuota de atún este año

El precio tampoco ha resultado tan competitivo como otros años, pues el mercado asiático, que es el gran consumidor de atún rojo del Atlántico, no ha tenido tanta influencia como en otras ocasiones. El motivo, apunta el gerente de la almadrada de Barbate, es que las cofradías cántabra y vasca se han visto obligadas este año a pescar sus cuotas y «han puesto en el mercado mucho más atún rojo». Eso decide su valor. Explica también que ese tipo, «más corto y más delgado que el nuestro», resulta menos atractivo para los asiáticos, con lo que el producto se suele quedar en España.

La flota ha vivido este año la campaña de una manera más «relajada». Cuenta Pedro Muñoz que «se han hecho muchas más levantadas y se han metido menos ejemplares en las piscinas de engorde». Este es el sistema mixto que puso en marcha hace unos años la almadraba de Barbate para alargar la temporada y con ella los empleos que genera. Su gerente señala que esta primavera «solo funcionan dos de las cinco que se llegaron a instalar la pasada». Insiste en que «no se puede dejar caer el modelo de al acuicultura», pero con tan poca cuota ha sido imposible explotarlo más.

Sobre la promoción del producto, la empresa familiar que gestiona -Petaca Chico- ha acudido a distintas citas y convocatorias en toda España en las que ha realizado ronqueos para dar a conocer el atún rojo. Señala que «en dos meses se han hecho más de cien y los que quedan pendientes». Para ello se intenta llegar a las grandes cadenas de distribución y a los restaurantes de mayor tirón y se muestra muy satisfecho con la respuesta. Ese es el trabajo que se viene realizando desde hace unos años y con el que quieren seguir para «convertir al atún rojo en una referencia de las gastronomía española».

Ver los comentarios